En un nuevo paso más para aumentar la presión internacional a Israel, el Parlamento Europeo ha adoptado la primera resolución de esta legislatura para alzar la voz sobre la dramática situación humanitaria que está viviendo Gaza. El texto va más allá de la condena porque avala las medidas propuestas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión: la Cámara se muestra favorable a suspender parcialmente el Acuerdo de Asociación con Israel, sancionar a los dos ministros extremistas y paralizar la ayuda bilateral comunitaria a este país.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (Pascal Bastien / Ap-LaPresse)
El texto ha salido adelante con 305 votos a favor, 151 en contra y 122 abstenciones. Es particularmente relevante que el Partido Popular Europeo (PPE) se haya sumado a socialdemócratas, verdes, liberales e izquierda para apoyar esta resolución. Hubo un momento de las negociaciones que este apoyo minoritario parecía que podía descarrilar, e incluso el PPE llegó a amenazar con desmarcarse y no apoyar la resolución conjunta.

Al final, según explican fuentes parlamentarias a este diario, el PPE se ha vuelto a sumar después de que los socialdemócratas renunciaran a definir lo que sucede en Israel como un genocidio, algo que su líder, Iratxe García, no veía imprescindible siempre y cuando pudiese salir adelante esta primera resolución conjunta que tanto trabajo ha costado en la Eurocámara. La única referencia a la palabra genocidio en el texto es un recordatorio de que hay un caso abierto en la Corte Penal Internacional tras la demanda de Sudáfrica en la exposición de los hechos, pero no se puede decir que la Eurocámara defina los acontecimientos en Gaza como un genocidio.
El problema principal de estos días de negociaciones ha sido el desconocimiento que tenían las filas populares del contenido del discurso sobre el Estado de la Unión, en el que Von der Leyen endureció el tono contra Israel –quizás para contentar a los socios más progresistas de su coalición, que cada vez estaban más descontentos sobre sus acciones– y propuso suspender parcialmente el Acuerdo de Asociación para limitar las ventajas comerciales que tiene el país en la UE, sancionar a los ministros extremistas y los colonos violentos y paralizar la ayuda bilateral a Tel Aviv.

Las palabras de Von der Leyen, que tachó la situación en Gaza de “inaceptable”, sorprendieron a la bancada popular. Ni siquiera los diputados de su partido, la CDU alemana, sabían que iba a llegar tan lejos, ya que hasta ahora lo máximo que había hecho la Comisión había sido proponer la suspensión de un programa científico dentro del Acuerdo con Israel, un gesto simbólico que ni siquiera ha salido adelante porque requiere el apoyo de los Veintisiete.
Mientras los socialdemócratas aplaudieron el esfuerzo, algunos eurodiputados más afines a Von der Leyen han mostrado públicamente su decepción. Por ejemplo, la diputada alemana Hildegard Bentele dijo estar en shock por el desequilibrio de la propuesta de Von der Leyen. La cuestión levanta muchas ampollas y provoca también división en el equipo de la presidenta. Sus comisarias Teresa Ribera y Hadja Lahbib ayer también vistieron de rojo para unirse a los eurodiputados progresistas que querían denunciar la masacre en Gaza.
Los eurodiputados piden una investigación exhaustiva de los crímenes de guerra y las violaciones del Derecho internacional
Después de tantas negociaciones, el PPE ha decidido respaldar el texto similar al propuesto por Von der Leyen. Además, los eurodiputados piden que se investiguen exhaustivamente todos los crímenes de guerra y las violaciones del Derecho internacional y que todos los responsables rindan cuentas. Pero los populares sí han logrado aguar la resolución. Por ejemplo, han eliminado una mención a “la continua escalada de la guerra en Gaza ocasionada por las operaciones militares israelíes” para sustituirla por “las continuas operaciones militares en la Franja de Gaza”, que no menciona específicamente a Israel. También han suprimido una referencia a que la hambruna en Gaza es “provocada” y otra a que algunos ministros israelíes, para los que piden sanciones europeas, “reclaman abiertamente acciones genocidas”.
En cualquier caso, esta resolución no es vinculante y no implica que las propuestas de Von der Leyen vayan a salir adelante. Se sigue requiriendo una mayoría cualificada entre los Veintisiete Estados miembros de la UE, que ahora mismo no existe por la negativa de algunos Estados, como Alemania, Austria o Italia, a elevar la presión. Fuentes diplomáticas ya dejan claro que hasta que la Alemania de Friedrich Merz no cambie de opinión y decida que es hora de tomar medidas, todo seguirá bloqueado en Bruselas.