Tras un acecho sin fin de Donald Trump y de unas circunstancias inusuales (un nuevo gobernador y la presencia de una gobernadora a la que el presidente trató de echar), la Reserva Federal (Fed) rebajó los tipos de interés en 0,25 puntos y los dejó en la franja del 4%-4,25%.
Es el primer recorte en el precio del dinero desde el 2024, en casi un año, y se debe al cambio de riesgos, con unos datos mediocres de empleo y una economía en dificultades.
“La ganancia de empleos se ha ralentizado y el índice de desempleo ha repuntado, aunque sigue siendo bajo”, señaló Jerome Powell, presidente de la Fed en rueda de prensa para justificar la medida. El índice de desempleo está al 4,3%. Además, la inflación (en el 2,9%) continúa elevada en relación al objetivo del 2% con un repunte debido al impacto de los aranceles. El banco central apuntó que habrá dos recortes adicionales hasta final del año.
“Los cambios en la política del Gobierno siguen evolucionando y los efectos en la economía permanecen inciertos”, sostuvo Powell. “La marcada desaceleración tanto de la oferta como de la demanda de trabajadores es inusual”, añadió. Además, los gravámenes más altos “han empezado a hacer subir los precios en algunas categorías de bienes”, matizó en su réplica.

Powell dice que la Fed está abierta a la crítica, pero reafirma el compromiso de su independencia
Los préstamos a menor coste no se traducirán de inmediato en ahorros para los hogares estadounidenses, cuyas calificaciones crediticias están cayendo al ritmo más rápido desde la recesión del 2008.
Pero el Dow Jones lo festejó con una subida que superó los 300 puntos, reflejo de la apuesta de los inversores.
¿Está satisfecho el presidente Trump? Pues por lo que sostuvo en su red social no parece que mucho. Demasiado tarde y demasiado poco, según su versión. Incluso había solicitado que el recorte fuera de tres puntos.
La primera pregunta para Powell tuvo que ver con el resultado de la votación para recortar un cuarto de punto. Fue de 11-1.
El voto discordante correspondió a Stephen Miran, que buscó una rebaja de 0,50 puntos. “Tenemos el compromiso de mantener nuestra independencia”, respondió Powell a la cuestión sobre la actitud de Miran, en su primera reunión, una vez que el lunes por la noche superó la prueba del Senado. Este economista, integrante hasta ahora del consejo asesor de Trump, es pionero en la Fed, ya que nunca había habido nadie en la junta de gobierno con una relación tan estrecha con el poder ejecutivo.
“Ciertamente la Fed está abierta a la crítica constructiva y perseguimos hacer mejor nuestra trabajo”, dijo Powell.
La institución apuntó que habrá dos recortes adicionales hasta final del año
Por supuesto, en otra de las circunstancias anómalas de esta reunión, los periodistas sacaron el nombre de Lisa Cook, la gobernadora despedida por Trump, pero que asistió y votó porque la justicia frenó ese finiquito por un supuesto fraude hipotecario, caso que la Casa Blanca llevará al Tribunal Supremo. Powell consideró que no debía pronunciarse.
Y menos cuando trascendió que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró en el pasado dos casas diferentes (Nueva York y Massachusetts) al mismo tiempo como su “residencia principal”. Un caso idéntico al de Cook que ha propiciado la acusación de Trump por fraude y su petición de echarla. Nuevos documentos matizaron que ella declaró su casa de Atlanta como vacacional.
El responsable de la Reserva Federal remarcó que no había suficiente impulso para fijar un recorte del 0,50.
Powell defendió que la Fed actuó de forma correcta al adoptar la actitud “de esperar y ver cómo los aranceles, la inflación y el mercado laboral evolucionaban”. También apostó por la contención. Si bien el mercado laboral se ha ralentizado –en junio se llegó a destruir empleos y en agosto solo se crearon 22.000–, los precios se han elevado hasta llegar al 2,9%, cuando el objetivo de la institución está marcado en el 2%.
En la actualización de las proyecciones económicas, el banco central establece, al igual que junio, que la inflación se situará en el 3% este año. Tampoco hay cambio en el paro (4,5%) y se mejora la previsión del productor interior bruto (PIB) del 1,4% al 1,6%.
“La moderación en el crecimiento económico refleja en gran medida una desaceleración el gastos de los consumidores”, afirmó Powell.
Y avisó que el reflejo de los aranceles, que hasta ahora han asumido más las empresas que los ciudadanos, en la inflación ha sido lento y pequeño. Pero puede ser perseverante.