La Generalitat resucita la línea orbital y el eje transversal ferroviario

Cuando los socialistas volvieron al departamento de Territori el año pasado se encontraron en el fondo de un cajón y bajo una densa capa de polvo diversos proyectos que ellos mismos dejaron allí guardados hace 14 años y de los que no se había hablado desde entonces. Los empezaron a desarrollar durante el tripartito, la crisis los hizo caer en el olvido y los sucesivos gobiernos posteriores tuvieron otras prioridades.

El equipo de la consellera Sílvia Paneque y el secretario Manel Nadal ha desempolvado diversas carpetas para dibujar el plan de infraestructuras 2025-2050, que este martes han presentado en el Parlament en un debate sobre la situación de las infraestructuras.

La consellera Paneque dibuja una Catalunya “a modo de constelación” en lugar de centrada en el área metropolitana

La línea orbital y el eje transversal ferroviario son los dos grandes proyectos ferroviarios más destacados de un modelo de Catalunya que Paneque define “a modo de constelación más que de áreas metropolitanas”. Esto es, que el crecimiento de población junto a los nuevos desarrollos de vivienda y de transporte se articulen lejos de la gran Barcelona y se expandan por todo el territorio catalán.

La línea orbital ferroviaria ejemplifica la filosofía de la Generalitat porque “rompe la configuración radial de las infraestructuras de la región metropolitana”, según Paneque. Serían 120 kilómetros de tren siguiendo el dibujo del cuarto cinturón, con 39 estaciones –23 de ellas nuevas–, desde Vilanova i la Geltrú hasta Mataró pasando por Vilafranca del Penedès, Martorell, Terrassa, Sabadell y Granollers. Los extremos deberían construirse todos nuevos, solo existe el tramo entre Vilafranca y Martorell.

En el mismo sentido, el eje transversal ferroviario pretende replicar lo que hace veinte años se hizo a nivel de carretera pero adaptado al siglo XXI, en tren. El tronco principal iría desde Lleida hasta Girona pasando por Mollerussa, Tàrrega, Cervera, Igualada, Manresa, Osona y Santa Coloma de Farners. A esto habría que sumarle un ramal pensado principalmente en las mercancías que conectaría Igualada con Martorell, enlazando así la Catalunya interior con el puerto de Barcelona y el resto de área de influencia económica de la capital catalana. 

La construcción de nuevas vías se complementa con un plan de terminales ferroviarias que pretende aumentar el exiguo 3% de mercancías que se mueven en tren mediante un sistema de colaboración público-privada que alumbre nuevas plataformas logísticas intermodales, que a su vez permitan reducir la gran cantidad de camiones que circulan por carreteras tan colapsadas como la autopista AP-7.

La línea orbital lleva asociada una inversión mínima de 4.000 millones de euros y el eje transversal supera los 7.000, así que estas grandes obras de la red ferroviaria se pretenden complementar con una apuesta por más autobuses con corredores rápidos que les permitan ser más competitivos entre ciudades medianas y tranvías territoriales. En el 2028 deben licitarse de nuevo todas las concesiones de bus y eso será decisivo.

Los tranvías territoriales pasan de estar descartados a ser una prioridad

Además de la unión del Trambaix y el Trambesòs por la Diagonal y el proyecto del Camp de Tarragona, cuyas obras ya han sido adjudicadas y empezarán este mismo año, hay otro paquete de tranvías previstos en zonas poco pobladas. Se encargarán estudios informativos de Girona a Banyoles, otro en las Terres de l’Ebre de Tortosa a l’Aldea, un tercero entre la Seu d’Urgell y Andorra y finalmente un cuarto en el Bages alrededor de Manresa. Los análisis hechos hasta ahora dejaban claro que este tipo de iniciativas no tenían demanda suficiente como para afrontar la costosa inversión que suponen.

En la Conselleria una de las primeras cosas que hicieron cuando aterrizaron los socialistas fue rechazar estos proyectos. Ahora reculan y cambian de opinión, convencidos de que en el futuro pueden ser inversiones sostenibles si se consigue llevar la población a esas zonas en lugar de concentrarla en el área metropolitana de la capital. 

“Tenemos unas infraestructuras construidas para un país de seis millones, cuando ya somos ocho y llegaremos a diez, es obvio que en algunos ámbitos tenemos infraestructuras insuficientes”, ha reconocido el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que ha hecho un llamamiento a alcanzar “grandes pactos” para dar “un salto de escala”. 

Para la consellera Paneque, las propuestas de tranvías son “un elemento que puede alinear a las fuerzas de progreso”, en una invitación a los comunes y ERC. Ambas formaciones, en sus respectivos turnos de intervención han insistido en su oposición a la ampliación del aeropuerto tal y como se está planteando y han pedido priorizar las inversiones en materia ferroviaria para dar respuesta a los problemas con los que se encuentran los ciudadanos en su día a día.

Todo lo contrario que Junts, que ha puesto urgencia a la ampliación del Prat y ha pedido compaginar un cambio de operativa en las pistas con la prolongación de la tercera pista para no tener que esperar tantos años a la finalización de las obras.

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