Los españoles se están germanizando y el fenómeno comienza a llamar la atención de los economistas, que detectan algunas señales preocupantes en esta tendencia. Según un informe publicado ayer por el Banco de España, la propensión al consumo está cayendo mientras los hogares no dejan de ahorrar, pese a que la pandemia y las subidas de tipos quedaron atrás. Lo que parece una buena noticia y una forma de romper el tópico del derrochador europeo del sur puede ser también un elemento de riesgo para la economía.
Según el informe, desde la pandemia el consumo privado ha crecido menos que el PIB, mientras que la tasa de ahorro agregado está en niveles superiores a los del 2019. La propensión marginal al consumo ha descendido en tasas de hasta 6,7 puntos entre los que tienen más riqueza, lo que se traduce en más ahorro.
El Banco de España detecta menor propensión al consumo entre las rentas más bajas y la más altas
“Nos hemos vuelto una economía muy ahorradora, un poco como Alemania hace quince años”, explica Manuel Hidalgo, senior fellow de EsadeEcPol y profesor de la Universidad Pablo de Olavide. Añade que “a nivel individual puede parecer positivo y parte de una actuación responsable, pero en términos macroeconómicos ahorrar demasiado no es necesariamente bueno”.
No es el caso actual, pero Hidalgo recuerda que en torno a la Gran Recesión del 2008 hubo un “exceso de ahorro global” que hizo que se invirtiese con fuerza en la vivienda. Acumular demasiado dinero en el banco hace que la economía no crezca y se pierda capacidad para invertir en la economía productiva, avisa.
Los últimos datos del INE muestran que en el 2024 el ahorro aumentó un 1,6% y equivalió al 13,6% de la renta de los particulares. Es el nivel más elevado en una década si no se tiene en cuenta lo ocurrido en el 2020.

Esta tendencia llama la atención del Banco de España, que tiene un ingenioso método para medirla. Para conocer la propensión al consumo, usa una encuesta en la que se pregunta a la población si, en caso de ganar en la lotería lo equivalente a la renta de un mes, ahorraría el dinero o se lo gastaría. Desde antes de la pandemia, la tasa de los que optan por gastarlo cae, con momentos en los que apenas llega al 36%.
El Banco de España detecta que la propensión al consumo se reduce entre las rentas más bajas y las más altas. También hay factores demográficos: los hogares con un cabeza de familia de nacionalidad distinta a la española tienen una propensión al consumo 1,2 puntos inferior.
El informe muestra que entre el 2021 y el 2023 el PIB se situó por debajo de su nivel potencial. “La brecha de producción fue negativa, lo que implicaría una mayor propensión marginal a ahorrar”, indica.
El Gobierno y la Comisión Europea quieren dirigir parte de los 10 billones ahorrados por los particulares en la UE a las empresas
Los españoles tienen en el banco 881.000 millones de euros en cuentas corrientes y 171.800 millones en depósitos, según los últimos datos mensuales. Todo ello mientras, según el INE, el 25% de la población está en riesgo de pobreza.
El Gobierno y la propia Comisión Europea han aludido a la necesidad de dirigir parte de los 10 billones de euros ahorrados por los particulares en la Unión Europea a inversiones productivas, ahora que se apuesta por la autonomía estratégica y que los estados, endeudados y obligados a gastar en defensa, pierden potencial inversor.