La gran patronal catalana apuesta por Junts como aliado mientras siga viva la legislatura

En el mundo empresarial catalán, el aumento de la tensión o la supuesta ruptura entre el Junts de Carles Puigdemont y el Gobierno de Pedro Sánchez se ha recibido con prudencia. Las quejas por la casi segura ausencia de presupuestos generales del Estado por tercer año consecutivo sirven como argumento para pensar en si están más cerca el fin del Gobierno progresista de coalición y la convocatoria de elecciones, posibilidad que se ve con cierto agrado, especialmente por el cambio de política fiscal que se presume aplicaría un futuro gobierno del PP. Pero, de momento, lo más probable es que la situación se prolongue toda vez que Sánchez asegura que mantendrá viva la legislatura hasta el 2027.

Y en esta tesitura, la principal organización empresarial catalana, Foment del Treball, que preside Josep Sánchez Llibre, apuesta por mantenerse al lado de Junts. “Mientras la legislatura esté viva y no haya elecciones, Junts es nuestro aliado; ha sido fiable, ha demostrado lealtad y ha cumplido con todos los compromisos que ha alcanzado”, refiere el líder empresarial, que ha cultivado desde hace años la relación directa con Puigdemont y su entorno más próximo.

A su juicio, se trata de mantener los puentes con los independentistas, siempre sin descuidar las buenas relaciones con los otros partidos, el PSOE y también de la derecha, especialmente el PP de Alberto Núñez Feijóo. Una actitud que comporta asimismo voluntad de convivencia con la situación política, pese a las complicaciones de la vida parlamentaria y de la práctica imposibilidad de aprobar los presupuestos del Estado, y sobre todo capacidad de intervención y de defensa de sus intereses a través de su alianza con Junts. Una combinación que en los pasillos de la barcelonesa Via Laietana, donde Foment tiene su sede, gusta comparar con la eficacia del PNV, pero con la potencia de una economía de mayor envergadura.

Y de fondo, un paisaje de alto crecimiento económico y muchos beneficios, lo que a ojos de los principales representantes de la alta burguesía catalana es un factor clave. “Ahora solo faltaría compensar el desequilibrio de crecimiento con Madrid”, señala uno de los miembros más representativos de la élite empresarial.

El acuerdo entre el empresariado y Puigdemont aún puede dar resultados en el Congreso

A juicio de Sánchez Llibre, son muchas las carpetas en las que los de Puigdemont pueden tener un papel determinante, especialmente en temas fiscales, como los impuestos de patrimonio o sucesiones, en los que los votos de los independentistas podrían confluir con los de los populares e incluso los de Vox para desactivarlos.

Para fundamentar ese análisis, refiere la lista de materias en las que el voto de los siete diputados de Junts en el Congreso ha sido clave para que los intereses y las propuestas empresariales salieran adelante. Desde el descarrilamiento de la jornada de 37,5 horas impulsada por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hasta el frenazo al impuesto a las empresas energéticas, el bloqueo a la entrada de los sindicatos en los consejos de administración de las empresas, los impuestos a las mutuas sanitarias privadas o la subida de las cotizaciones de los autónomos.

El presidente de Foment y exdiputado en Madrid de la extinta coalición nacionalista CiU fue desde antes de las elecciones de julio del 2023 uno de los precursores del acuerdo entre los independentistas y el PSOE que permitió la investidura de Sánchez, e impulsor en el mundo económico de la amnistía, aprobada por el Congreso, pero bloqueada por el Tribunal Supremo.

Durante este tiempo se ha reunido regularmente con Puigdemont en Bruselas y ambos han compartido puntos de vista y acuerdos de actuación parlamentario. Y repetirá en las próximas semanas, buscando mantener la complicidad con el líder independentista. No está tan claro que el otro gran objetivo del jefe de Foment y de muchos de los grandes empresarios en contacto directo con Sánchez, que Junts avance hacia un modelo de partido y de programa más próximo al de la antigua Convergència, se convierta en realidad.

El presidente de Pimec ve una situación “muy difícil para gobernar” y cree que “votar sin negociar es absurdo”

Se trata de un planteamiento que comparte un sector importante de grandes empresas de Barcelona y Madrid, que han mantenido contactos regulares para facilitar ese movimiento. Los líderes de Junts también se han convertido en habituales de algunos de esos cenáculos empresariales de la capital española. En la fracasada opa del BBVA sobre el Sabadell, Junts también se ha alineado con el grueso del empresariado catalán en contra de la desaparición de la entidad financiera vallesana.

A los movimientos de Foment se han sumado las muchas delegaciones empresariales que han ido a Waterloo, donde tiene fijada su residencia el expresident de la Generalitat. Desde gremios hasta empresas individuales han pedido ayuda a Puigdemont en el ámbito legislativo o de las negociaciones con el Gobierno sobre medidas que les afectaban. Y otras tantas que también se han acercado al partido sin salir de Barcelona.

Desde otros ámbitos empresariales, la posición es más matizada. Antoni Cañete, presidente de la patronal de pequeñas y medianas empresas Pimec y postulante de una representación empresarial alternativa a la de Foment, cree que tras el anuncio de ruptura de Junts se ve “una situación muy difícil para gobernar, ya que a partir de ahora, según la posición de los de Puigdemont, no aprobarán nada y no negociarán nada, simplemente cuando alguna propuesta sea buena para Catalunya, pero votar sin negociar es absurdo”. Lamenta ese agravamiento de la situación, aunque también reconoce que hasta ahora ha dado buenos frutos, como la rebaja de cinco puntos en el impuesto de sociedades para las pymes, impulsada también por Junts.

Cañete es de los que creen que en este escenario y sin presupuestos, las elecciones son un horizonte cada vez más cercano. El presidente de Pimec asegura que “no le espanta un gobierno del PP o del PSOE, pero sí un gobierno del PP con Vox, como ha sido un drama el del PSOE con Podemos y Sumar”.

El Cercle d’Economia no descarta “un acuerdo final de los partidos sobre las cuentas del 2026”

La presidenta del Cercle d’Economia, Teresa García-Milà, por su parte, se muestra “expectante” después del anuncio de ruptura de Junts. El foro empresarial barcelonés organizó hace unos días una sesión de debate sobre la viabilidad política de la legislatura sin Presupuestos del Estado. Pero pese a ello, no se aventura a darla por cerrada. García-Milà no descarta “un acuerdo final de los partidos sobre las cuentas pese al anuncio de Junts de esta semana”.

En su opinión, el Gobierno ha anunciado su voluntad de presentar una propuesta presupuestaria y lo lógico es esperar que luche por aprobarla. “Hay que esperar a ver cuál es el resultado de esta nueva dinámica parlamentaria que supone el anuncio de Junts”, concluye. La pasada semana, la presidenta del Cercle y otros miembros de la cúpula de la entidad se han reunido con Feijóo.

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