La cita es para el 2029, el año de la celebración del centenario de la Exposición Universal de 1929. que dio vida a su sede, el Palacio Nacional, en Montjuïc. Será entonces cuando el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) podrá desplegar finalmente su gran potencial, con un programa más ambicioso y complejo, gracias a su ampliación en el Pabellón Victòria Eugènia, que no solo le permitirá duplicar su superficie útil (pasará de los 9.000 m2que dispone en la actualidad a 19.500) sino también bajar a la ciudad, conectándose al metro y superando su difícil accesibilidad. Porque ese año, el 2029, cuando el visitante alcance las columnas de Puig i
Cadafalch habrá llegado a la puerta principal del museo, al que se accederá desde la plaza Carles Buïgas.

Las columnas de Puig i Cadafalch en Montjuïc, con el pabellón Victòria Eugènia al fondo
Pepe Serra, su director desde 2011, impulsor e ideólogo de su gran transformación, hace ya tiempo que dejó de hablar de ampliación. “Será un nuevo museo con dos sedes”, dice. Paradójicamente, el MNAC, donde se conserva la mejor colección de arte medieval de Europa y forma parte del grupo de los cuarenta museos más grandes del mundo (solo hay otro español, el Prado), únicamente puede exponer un 20% de sus 180.000 piezas (sin contar las 155.000 de su gabinete numismático) y apenas cuenta con 2.300 metros cuadrados para muestras temporales (actualmente se celebran en las salas diseñadas inicialmente como almacén). Los nuevos espacios, permitirán mostrar por primera vez de forma exhaustiva a los artistas catalanes de la segunda mitad del siglo XX, actualmente en un limbo, así como el despliegue de su colección de fotografías y las artes populares como el cómic y la ilustración.
La conexión entre los dos edificios podría ser a través de un paso subterráneo
El nuevo MNAC, en cuya realización se han comprometido finalmente todas las administraciones, requerirá una inversión de 100 millones de euros que aportarán la Generalitat (50 millones), el Gobierno central (30 millones) y el Ayuntamiento de Barcelona (20 millones). Una parte de este presupuesto irá destinado a reorganizar y rehabilitar su sede actual, que se ha quedado obsoleta. El calendario está en marcha, y pese a que acumula una traumática historia de reveses y aplazamientos, nada parece que lo pueda parar. Estos días se estudian las cinco propuestas finalistas de un concurso arquitectónico (se presentaron 65 estudios de arquitectura de 9 nacionalidades, de los que 30 pasaron la primera fase) cuyo ganadora se dará a conocer esta primavera.
Uno de los requisitos era que los proyectos incluyeran propuestas para la plaza Carles Buïgas, con acceso al museo desde la fachada que mira al pabellón Mies van der Rohe, y la conectividad entre las dos sedes. Los visitantes podrán moverse entre uno y otro edificio a través de un paso subterráneo, sin necesidad de salir al exterior o “mediante una tirolina”, como suele bromear Serra. Todo dependerá de la solución adoptada en el proyecto ganador. Para dar mayor visibilidad a la puerta de entrada se ha sugerido la posibilidad de colocar una escultura ante la fachada que da a la explanada.

Pabellón Victòria Eugènia, la nueve sede del Museu Nacional
En una segunda fase se pondrá en marcha el concurso para la museografía de los nuevos espacios. En principio, y aunque todavía no hay nada cerrado al cien por cien, el pabellón Victòria Eugènia acogería la biblioteca (más de 150.000 volúmenes), un centro de estudios, una sala de exposiciones temporales, un restaurante, una tienda, un almacén, una sala de actos y un espacio para los vecinos. Para Serra, supondrá la culminación del “gran museo de arte del país”, concebido por Joaquim Folch i Torres en 1934, quien en los años 40 ya preveía que habría que ampliar el espacio expositivo con el arte que se hacía en aquella época y apuntaba incluso a los pabellones de la Exposición Universal de 1929 como extensiones lógicas.
Otros proyectos…
Una pinacoteca Thyssen en pleno paseo de Gràcia

Cine Comedia, sede del futuro Museo Carmen Thyssen
La baronesa Carmen Thyssen verá finalmente cumplido su sueño de contar con un museo propio en Barcelona, la ciudad que la vio nacer hace 81 años. A diferencia del proyecto impulsado en el 2013 en el pabellón Victòria Eugènia, en el que se implicaron el Ayuntamiento, la Generalitat, la Fira y La Caixa, el nuevo equipamiento, en el antiguo cine Comedia del paseo de Gràcia, será de gestión 100% privada, en concreto la firma Stoneweg, Places & Experiences, cuya inversión entre compra y obras de reforma superará los 100 millones de euros.
Para el alcalde Jaume Collboni, se trata de un proyecto crucial para la ciudad, tal como aseguró durante su presentación en el Saló de Cent. La futura pinacoteca, aseguró, supondrá convertir a Barcelona en “capital cultural de España”. Pero, ¿cuál será su contenido? De momento, se sabe que, además de la exposición permanente de las 400 obras catalanas de los siglos XIX y XX de la colección privada de Tita Cervera, la programación del museo contará con muestras temporales, monográficas de artistas, otras en las que se realzará la figura y el legado de la coleccionista, espacios inmersivos, un auditorio, una tienda y un restaurante.
Macba: Más museo y una plaza humana con árboles y hamacas

Render del proyecto de Harquitectes/Christ & Gantenbein
El Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba) cumplirá en noviembre treinta años. Abrió por primera vez sus puertas para presentar el edificio de Richard Meier cuando todavía no había arte en su interior, lo cual le hizo cargar durante mucho tiempo con el sambenito de ser un contenedor sin obras. Pero lo cierto es que el Macba hace mucho que se quedó pequeño para albergar las más de 6.000 piezas que conforman su colección y que no se pueden exponer por falta de espacio. De ahí que contar con un lugar donde poder mostrarla de forma permanente se haya convertido en su gran apuesta de futuro.

Tras un retraso de años, el pasado día 17 comenzaron las obras para la ampliación del museo en el Convent dels Àngels, según un proyecto arquitectónico de los catalanes HArquitectes y los suizos Christ & Gantenbein, que propone un nuevo edificio de 2.110 m2 con una terraza mirador abierta a todos los vecinos. Con un coste previsto de 16,2 millones de euros, su inauguración está prevista para comienzos del 2027 y traerá consigo la transformación de la plaza dels Àngels por parte del Ayuntamiento de Barcelona, que creará espacios verdes y zonas de estancia con bancos y hamacas.