Los controladores aéreos franceses vuelven a provocar, una vez más, graves perturbaciones en los vuelos europeos en un momento crítico del periodo vacacional. La huelga de este jueves y de mañana viernes ha obligado a múltiples anulaciones, con especial incidencia en los aeropuertos de Niza, Bastia y Calvi (50% de cancelaciones), pero también en los ‘hubs’ parisinos de Roissy-Charles de Gaulle y Orly.
El nuevo conflicto laboral ha colmado la paciencia de Airlines for Europe (A4E), la principal asociación de compañías aéreas del continente, condenada, como los usuarios, a soportar el problema endémico que los controladores franceses, que escogen los momentos más sensibles para realizar sus acciones. “Esta huelga es intolerable”, se quejó la A4E. También protestó la compañía británica de bajo coste EasyJet, muy impactada por las anulaciones en el aeropuerto de Niza, su principal base en Francia. La ciudad de la Costa Azul tiene el tercer aeropuerto con más tráfico del país, con 15 millones de pasajeros al año.

El aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París, uno de los de mayor tráfico de Europa, también afectado por la huelga de controladores aéreos (Miguel MEDINA / AFP)
Este jueves se ha anulado el 30% de vuelos en Lyon, Marsella, Montpellier, Ajaccio y Figari. En los aeropuertos parisinos de Orly y Charles de Gaulle las cancelaciones alcanzan el 25%, si bien se intenta preservar el máximo de vuelos de largo recorrido.
Según la información de Aena, como consecuencia de la huelga francesa en el aeropuerto de Palma constan un total de 18 vuelos cancelados –nueve salidas y nueve llegadas–, mientras que en el de Menorca hay cuatro vuelos cancelados –dos salidas y dos llegadas.
Los huelguistas consideran que la Dirección General de Aviación Civil (DGAV) no ha atendido sus reivindicaciones para corregir la que consideran como “infradotación estructural” del servicio, así como proyectos técnicos que no han funcionado o una gestión “tóxica” de su actividad.
Habituados a las huelgas frecuentes, sean de los ferrocarriles, de los basureros o de otros servicios esenciales, los franceses intentan tomarse con filosofía este tipo de situaciones y adoptar medidas preventivas, aunque esta vez no es fácil debido al inicio de las vacaciones escolares. La afectación del tráfico con la isla de Córcega es el que causa más molestias, así como las conexiones entre vuelos internacionales y regionales.