La IA emocional que conversa en una cabina acústica con trabajadores estresados

Los médicos le dijeron que la crisis de ansiedad que sufrió era equivalente al impacto de seis infartos seguidos. Eso fue en 2021, en postpandemia y en pleno alud de peticiones y proyectos de trabajo: Mario Pérez tiene una agencia de comunicación y, cuando volvió la normalidad, fueron muchas las empresas que le pidieron digitalizarse. El trabajo nunca se acababa.

“Pasaba 15 o 20 días seguidos trabajando, y así no podía seguir”, cuenta este emprendedor que apostó por cambiar su vida y que presume de  que “contagié de esa filosofía a todo mi equipo”. De ahí surgió yesh3, el que define como “hub de tecnología humana”, un proyecto con sede en The Terminal, en la Marina de València, desde el que desarrolla proyectos como Somia, un sistema modular de IA conversacional orientada a calmar el estrés de empleados que pasan por las mismas situaciones que él pasó una vez. 

“Pasaba 20 días seguidos trabajando”, cuenta el emprendedor creador de este sistema de bienestar emocional con IA

Somia cuenta con el aval científico del grupo de investigación ARMAQol (méotodos de investigación avanzados aplicados a promoción de calidad de vida) de la Universitat de València, para regular cada protocolo de interacción; un marco que pone en valor Mario Pérez al matizar que “todo está validado científicamente”. Hace unos años fue reconocida como la mejor propuesta de la 11ª edición del programa Santander X Explorer en el centro UMH Space de la Universitat Miguel Hernández de Elx. 

Sin diagnóstico previo, la IA pregunta, mantiene una conversación con el usuario y evalúa si su discurso es metafórico, de desahogo o de alto riesgo.  Siempre aseguranedo la confidencialidad de los datos, explica que es un software que busca calmar las ansiedades del otro, que analiza y acompaña. Así lo contaba días atrás en el VDS, el Valencia Digital Summit celebrado en València, donde daba a probar de la mano del Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI) de Valencia el proyecto, permitiendo entrar en la cabina acústica, completamente insonorizada, instalada por ACTIU, su socio estratégico. Hubo muchos que hicieron cola.

La firma alicantina de mobiliario, con presencia en más de 90 países, es el fabricante de las estaciones modulares donde la experiencia de Somia se completa. Se implicaron en el proyecto porque, explica el responsable de producto de Qyos en ACTIU, José García, supone “una diferenciación y valor añadido, además de que está muy alineado con nuestros valores, pues mira por las personas y por su salud mental”. 

ACTIU se involucró en el proyecto porque “está muy alineado con nuestros valores, mira por las personas y su salud mental”

Explica García que es un “espacio restaurativo” que aspira a ubicarse en zonas de paso de empresas, principalmente de compañías con más de 100 empleados, donde estos puedan encontrar un momento de desconexión. Pero también podría instalarse en centros comerciales o en aeropuertos a través del desarrollo de un sistema de reservas y pago por uso. 

En una fase inicial de lanzamiento, y sin dejar de seguir trabajando en el software, instalar dicho plan de bienestar en la empresa necesita de una inversión fija y de una cuota de mantenimiento que puede variar entre los 8.000 y los 35.000 euros, explica García, dependiendo de las medidas del espacio. Mientras, el sistema de IA desarrollado por yesh3 tiene un coste de 50 euros que puede llegar a los 500.

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