
Después de cinco meses consecutivos de aumento de la inflación, marzo ha roto la tendencia. Los precios se han moderado este mes siete décimas, hasta situar el IPC en el 2,3%, según el dato adelantado esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La razón hay que buscarla en la caída del precio de la electricidad y de las gasolinas. En la electricidad, han influido tanto las fuertes lluvias, que han permitido un mayor suministro de la energía hidroeléctrica, como también la bajada de los precios de los carburantes.
Son dos factores que en los dos primeros meses del año tiraron del alza los precios, tanto el incremento del precio del gas, y el de la electricidad, como el regreso del IVA de la luz a su tasa original, pero ahora en marzo, la energía ha jugado en sentido contrario, moderando la tasa de inflación. Interviene también el efecto de la comparativa con el marzo del año pasado, porque entonces los precios de la electricidad subieron mientras que ahora han bajado.
Sin embargo, a pesar de esta bajada de los precios de la electricidad, en el mercado regulado continúan muy por encima de los niveles de hace un año. “Hasta el día 28 han promediado 57 euros por MWh frente a 108 euros en febrero, pero el incremento interanual es del 183%”, señala Santiago Martínez Morando, jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja.
En la moderación del IPC, intervienen también pero con menos fuerza, la bajada de los precios de los carburantes, y también que la subida del ocio y cultura es menor que la del mismo mes del año pasado. Este último dato podría ser un indicio de que finalmente los precios de los servicios se están moderando, aunque hará falta esperar dos semanas hasta los datos detallados del INE para confirmarlo. “Estamos viendo que los servicios empiezan a tener unos incrementos más moderados, aunque todavía están por encima de lo que correspondería”, afirma María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas.
El 2,3% de inflación es el nivel más bajo desde octubre pasado cuando marcó un 1,8%. Desde entonces, los precios han ido aumentando de forma gradual, aunque es cierto que los incrementos de este año han sido muy moderados. Ahora marzo marca una caída significativa de los precios de siete décimas, que se espera que tenga continuidad en los próximos meses. En concreto, la previsión es que se reduzca hasta el 2% en primavera para después repuntar ligeramente a partir del verano; de manera que la inflación media del año se situaría en el 2,5%. Serían tres décimas menos que el año pasado.
Por otro lado, la inflación subyacente, la que no tiene en cuenta ni energía ni alimentos frescos, sigue reduciéndose. En esta ocasión, son dos décimas menos, hasta quedar en el 2%, lo que supone su tasa más baja desde hace más de tres años, desde diciembre del 2021. Dado que esta indicador se considera más fiable de las tendencias de fondo de los precios, que quede situado en un 2%, que es la cifra de referencia del BCE, es una buena señal.