La Inspecció de Treball de Catalunya impuso el año pasado sanciones por valor de 49,4 millones de euros, una cifra que supone un incremento del 7,7% respecto al ejercicio anterior y su récord absoluto. El organismo detectó 13.265 infracciones, también el máximo histórico, principalmente por incumplimientos de la jornada laboral y de los permisos de trabajo.
En concreto, las infracciones por incumplimiento de tiempo de trabajo alcanzaron las 2.399 expedientes, un 7% más. En total, el volumen ascendió a 3,6 millones de euros. Principalmente, estos casos se centran en la falta de contabilización de horas extraordinarias, incrementos de jornadas injustificadas y el incumplimiento del registro de jornadas.
La Inspecció de Treball de Catalunya incrementó sus actuaciones conjuntas con los cuerpos y fuerzas de seguridad. En total, se detectaron 1.265 infracciones, lo que supone un crecimiento del 82,5%, principalmente por falta de permisos de trabajo, tiempo de trabajo y altas de la Seguridad Social. El importe total ascendió a 9,38 millones de euros. Fuentes del organismo apuntaron que las principales actuaciones se hicieron en el transporte, supermercados y agricultura.
Otro capítulo destacado fue la investigación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. En total, se detectaron 1.949 infracciones, lo que supone un crecimiento del 12,6%. El importe de las infracciones se sitúan en 9,27 millones de euros. En este tipo de expedientes, se investigaron accidentes mortales, accidentes leves, determinación de contingencias, etc.
En total, la Inspecció de Treball abrió 33.392 expedientes finalizados, lo que supone un crecimiento del 4,6%. De estos, dos tercios acabaron con requerimientos de mejora. Los sectores económicos con mayores infracciones propuestas fueron la industria manufacturera, la construcción, el comercio al por mayor y al detalle, reparación de vehículos de motor y hostelería
La Inspecció de Treball tiene una plantilla de 192 trabajadores. Principalmente, están focalizados en relaciones laborales, seguridad y salud y operación y extranjería. Además, la Inspección de Trabajo dependiente del Gobierno cuenta con una plantilla de 116 empleados centrados principalmente en la Seguridad Social. Entre ambos cuerpos, Catalunya cuenta con un inspector laboral cada 10.000 ciudadanos cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda tener uno cada 7.000 ciudadanos.
