

El empresario Alberto González Amador tendrá que volver al Juzgado el próximo 10 de abril. Sus maniobras dilatorias cada vez le dejan menos margen. La jueza que le investiga ha vuelto a reclamar a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para que comparezca y de explicaciones sobre dos nuevos delitos, corrupción en los negocios y administración desleal, que se añaden a los dos delitos fiscales y otro de falsedad documental.
La causa iniciada hace un año después de que la Agencia Tributaria detectara que había girado facturas falsas para engañar al fisco, se le ha complicado con una operativa sospechosa para beneficiarse de contratos con un grupo sanitario.
En una resolución, la jueza titular del juzgado número 19 de Madrid, Inmaculada Iglesias, le cita en calidad de investigado en una nueva pieza separada para que aclare el negocio que realizó con la sociedad Quirón Prevención.
La magistrada indaga el presunto pago de casi medio millón de euros a la mujer del presidente de Quirón Prevención, en el que la Fiscalía ve una posible comisión encubierta a cambio de verse beneficiado, en detrimento de otras empresas, con contratos del grupo sanitario.
González Amador ya acudió el pasado 24 de febrero para ser interrogado por la instructora. Sin embargo, el empresario alegó que estaba pendiente de una resolución de la Audiencia Provincial de Madrid que podría tumbar parte de la investigación y por lo que se negó a declarar. Por esa razón, en cuanto se ha dado a conocer la resolución del tribunal que da luz verde a la magistrada para investigar la operativa vinculada al grupo Quirón, le ha vuelto a citar para ver si en esta ocasión decide dar su versión de los hechos.
La Audiencia Provincial respaldó la necesidad de investigar en una pieza separada la posible utilización de una sociedad pantalla para “ocultar unos ingresos que debían haber sido declarados” por Maxwell Cremona –administrada por González Amador– y en el presunto pago de 499.836,92 euros a la mujer del presidente de Quirón Prevención por la adquisición de una empresa en el 2020.
El delito de corrupción en los negocios castiga los pagos de sobornos entre empresas para obtener ventajas competitivas, mientras que el de administración desleal se orienta contra los administradores de empresas que causen un perjuicio al patrimonio puesto bajo su responsabilidad.
Esta citación judicial será la sexta en la que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid es reclamada en el juzgado, cuatro de ellas suspendidas. Aparte de esta pieza separada, la rama principal del procedimiento se centra en un presunto fraude fiscal de 350.951 euros y falsedad documental y en ella también se investiga a cuatro empresarios por intervenir, presuntamente, en un entramado de facturas falsas con el objetivo de aminorar la cuota a tributar.
El entorno de la presidenta madrileña no se ha pronunciado aún al respecto aunque, habida cuenta de su cambio de estrategia, es probable que guarde silencio en una jornada en cuya agenda solo figuraba su participación en el consejo de gobierno que preside cada miércoles en la sede del Ejecutivo madrileño en la Puerta del Sol.
Ayuso marca distancias
Después de defender en primera persona a González Amador desde el atril presidencial, Ayuso decidió marcar distancias con él el pasado 4 de marzo. Fue tras conocerse la decisión de la Audiencia de Madrid de avalar la ampliación de la investigación cuando la presidenta madrileña rechazó contestar a la prensa asegurando que “no tiene nada que ver con la Comunidad de Madrid”.
Ayuso declaró que las investigaciones a su novio no tienen ninguna vinculación con su gestión como presidenta, por lo que ella no tiene “responsabilidad alguna”.
Aún así, el jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez, tenía grabado en su agenda de contactos a González Amador como “Alberto Quirón”.
Este dato se conoció en la causa impulsada por el empresario contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a quien acusa de haber filtrado datos de su investigación fiscal para que salieran en la prensa.