
-
Sosa señaló que la minería de criptomonedas en Paraguay demanda más de 700 MW de energía.
-
Según el presidente de la ANDE, el sector opera en zonas exclusivas dentro del país.
En el marco del Paraguay Blockchain Summit 2025, el presidente de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Félix Sosa, aseguró que la minería de criptomonedas en Paraguay no afecta el suministro eléctrico de la población.
Durante el evento, organizado por la Cámara Paraguaya de Fintech y CriptoPY en Asunción, Sosa detalló que el consumo proyectado para este año equivaldrá a apenas una turbina y media de la represa de Itaipú.
La represa de Itaipú, una de las hidroeléctricas más grandes del mundo, es clave para la minería de criptomonedas en Paraguay, al proporcionar energía abundante, renovable y económica. Esto permite al país ofrecer tarifas competitivas, atrayendo a mineros que requieren un consumo energético elevado para sus operaciones.
De hecho, el titular de la ANDE declaró que Paraguay cuenta con un modelo regulatorio que limita la minería de criptomonedas a zonas específicas designadas por el organismo, con líneas eléctricas exclusivas para estos proyectos.
Este modelo, amparado por el Decreto N° 7824/22, integra el llamado Grupo de Consumo Intensivo Especial, que abarca data centers, la minería de activos digitales y proyectos relacionados con los mismos, con tarifas diferenciadas según el nivel de tensión eléctrica: 23 kV (media tensión), 66 kV (alta tensión) y 220 kV (muy alta tensión).
Además, Sosa subrayó que la ANDE busca equilibrar la innovación tecnológica con la protección del suministro eléctrico. «Nuestra prioridad es un uso responsable de la energía, acorde con la capacidad del sistema nacional», afirmó, destacando el compromiso de la institución con la sostenibilidad.
El Paraguay Blockchain Summit también resultó idóneo para analizar casos internacionales, como los de El Salvador y Brasil, subrayando la importancia de identificar proyectos auténticos frente a esquemas fraudulentos. Por su parte, el viceministro la Red de Inversiones y Exportaciones (REDIEX), Javier Viveros, distinguió el compromiso del gobierno de acompañar esta serie de cambios tecnológicos, los cuales han venido desarrollándose en los últimos años.
En cuanto a cifras, el ingeniero Sosa señaló que la demanda de energía para la minería de criptomonedas en Paraguay supera los 700 MW actualmente, y se espera que alcance los 1.000 MW a fines de 2025, lo que podría generar ingresos aproximados de 240 millones de dólares para la ANDE.
Sin embargo, especialistas como el ingeniero Axel Benítez señalaron que, según los datos de 2024, el consumo real facturado a las criptomineras fue de apenas 255,5 MW, una cifra muy inferior a la anunciada, lo que genera dudas sobre posibles ajustes tarifarios futuros.
«Si piensan pasar de 700 a 1.000 megavatios en este 2025 y que la ANDE recaude 240 millones de dólares, haciendo un simple ejercicio matemático resulta una tarifa de 80 dólares por megavatio hora, casi el doble de lo que cuesta actualmente la tarifa para las cripto. Entonces, eso implica que se viene un tarifazo o, de lo contrario, no saben usar la calculadora», explicó Benítez.
Más allá del debate del los efectos económicos y energéticos de la minería de bitcoin y otros criptoactivos en Paraguay, también se exhiben costos sociales. Según reportó CriptoNoticias, en barrios como Santa Lucía, en Villarrica, los vecinos han denunciado el ruido constante de los ventiladores y equipos de las granjas mineras, lo que ha afectado la salud mental y la calidad de vida de las familias.
Así, los afectados han manifestado que el zumbido constante de los equipos ha provocado estrés, trastornos del sueño e incluso crisis en niños con necesidades especiales. Aunque Paraguay ofrece energía abundante y tarifas competitivas que atraen inversiones millonarias, la rápida expansión del sector ha generado tensiones locales y cuestionamientos sobre la regulación y el impacto real de estas operaciones en las comunidades cercanas.