Foundry USA, minera de Bitcoin que es subsidiaria de la firma Digital Currency Group (DCG), avanza en su camino que la convierte en una de las empresas más influyentes en la industria de las criptomonedas
Este 31 de marzo la empresa logró minar con éxito nueve bloques consecutivos de Bitcoin, un hecho que ha sido calificado como una hazaña, dadas las dificultades de lograrlo.
Tal como muestran los datos de la mempool desde el bloque 889982 hasta el 889990 fueron resueltos por Foundry USA, resaltando las capacidades mineras de la empresa.
De hecho, solo la semana pasada Foundry USA resolvió más del 34% del total de bloques minados, lo que demuestra su gran capacidad de procesamiento (su tasa de hash se estima en torno a los 233 EH/s). Es seguida de cerca por Antpool, empresa propiedad de la firma china Bitmain Technologies, con el 17,54% de los bloques minados la semana pasada.
El logro de Foundry USA es una hazaña que solo tiene 0,005% de probabilidades de ocurrir y que resalta el potencial de la empresa, siendo ya un actor destacado en la industria de la minería de criptomonedas desde su creación en 2020.
Eran tiempos en los cuales la minería de Bitcoin estaba radicada mayormente en Asia, siendo China el epicentro de la industria.
La situación cambió drásticamente en 2021, cuando el gobierno del gigante asiático impuso fuertes restricciones a la actividad. Una situación que llevó a que la industria migrara y se asentara principalmente en Estados Unidos.
Este escenario ha dado pie al auge de Foundry, ahora conocido como uno de los pools de minería más grandes de la industria, tras su ascenso constante en los últimos 5 años. Su crecimiento se hizo notorio en 2021, cuando comenzó a superar a AntPool y F2Pool y puso a EE. UU. en el mapa de los pools con mayor hash rate de la red.
¿Se cumple la promesa de Trump?
Tal como se explica en CriptoNoticias el enfoque principal de Foundry radica en ofrecer soluciones de hardware, software y financiamiento, permitiendo a los mineros acceder a recursos para maximizar su eficiencia operativa. Aunque, más allá de ello, el posicionamiento de Foundry también ratifica la forma en que la minería de Bitcoin se transforma en un asunto de Estado.
«Nueve bloques en fila es como atrapar rayos repetidamente y con precisión. La racha de Foundry muestra cuán dominante se ha vuelto la infraestructura minera de EE.UU.», señala en X el usuario @spirit_state.
Un argumento de fuerza, considerando que en enero de este año los pools de EE. UU. tenían una dominancia del 40% del hashrate, consolidando su posición como líder mundial en minería de criptoactivos. Foundry USA y MARA Pool fueron los más destacados. A la fecha mantienen su dominio, aunque con un porcentaje un poco más bajo (controlan el 37,29%).
Se trata de un escenario que toma forma bajo el actual gobierno de Donald Trump, tras la incertidumbre que surgió durante la campaña electoral, cuando prometía impulsar la actividad en el país y hasta usarla como arma contra las monedas digitales de banco central (CBDC).
El mandatario usó como eslogan su intención de que «todos los bitcoins restantes se minen en EE. UU.» Una situación que, si bien no es nada fácil de cumplir, adquiere cierta base en la reciente hazaña de Foundry y en su dominio del mercado.
A ello se suma el hecho de que la familia Trump haya anunciado su entrada en el negocio de la minería, poco después de haber conformado una empresa ligada a la comercialización de criptomonedas.
Estos hechos se presentan en un contexto donde se espera que Estados Unidos añada bitcoin a sus reservas y apruebe una regulación favorable al sector. Ya la minería de Bitcoin fue calificada como actividad no vinculada al mercado de valores.
Pero, a pesar de que todo esto hace que muchos vislumbren un futuro favorable para la industria, también saltan voces preocupadas por la posible centralización. Se cuestiona el papel de Foundry USA y el fuerte interés que pone el gobierno estadounidense en bitcoin.
No obstante, también se recuerda que en las últimas semanas se ha incrementado el éxito de varios mineros domésticos y solitarios que operan independientemente de los pools y del Estado. «El dominio minero no significa centralización, la competencia sigue siendo fuerte», observan usuarios como @thutski.
