La alianza OPEP+, entre la OPEP y socios externos como Rusia, ha decidido este domingo aumentar su oferta de crudo en 547.000 barriles diarios a partir del 1 de septiembre, con lo que completa la restitución de 2,2 millones de barriles diarios que retiró del mercado en el 2023.
Los analistas ven un giro en la estrategia de la OPEP+ a favor de recuperar participación de mercado asumiendo precios más bajos, en lugar de la política de apuntalar los precios mediante fuertes recortes de las extracciones. Asimismo, sirve para contrarrestar las preocupaciones por posibles interrupciones del suministro vinculadas a Rusia, ya que puede soportar nuevas sanciones por parte de Washington por la guerra en Ucrania.
La decisión de este domingo es la que se esperaba en los mercados, donde la perspectiva del aumento se vio reflejada en un marcado descenso de los precios del petróleo el viernes, dado que atiza los temores a un exceso de la oferta petrolera. La cotización del Brent cerró la última sesión de la semana a 69,67 dólares, un 3,94% menos. El abaratamiento también lo favorecen las tensiones comerciales y las perspectivas de menor crecimiento si se consolidan.

La decisión ha sido adoptada en una reunión virtual en la que han participado los ministros del sector de Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán, ha informado la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un comunicado. El mayor bombeo se da “en vista de la estabilidad de las perspectivas económicas mundiales y de los sólidos fundamentos actuales del mercado”.
Con el aumento sancionado hoy, el sexto mensual consecutivo, los citados petroestados habrán revertido entre abril y septiembre los recortes voluntarios del bombeo que aplicaron de forma voluntaria en el 2023 y que suman 2,2 millones de barriles diarios, adicionales a otras reducciones que suman 3,66 millones y en principio rigen hasta fines del 2026.
El plan inicial era devolver al mercado esos 2,2 millones de barriles diarios de forma gradual, en el plazo de un año y medio, pero tras un incremento moderado en abril, aceleraron el proceso, de forma que lo habrán completado tan solo en seis meses, pese a arriesgar con ello un abaratamiento del oro negro.