La oposición ve en el rechazo al decreto antiapagones la prueba del fin de la legislatura

El resultado al rechazar el llamado decreto antiapagones ha sido interpretado como un síntoma de agotamiento de la legislatura por buena parte de la oposición. El secretario general del PP, Miguel Tellado, fue tajante: “El problema no es que no lo apoyara el PP, el problema es que Sánchez ha perdido a sus socios. La mayoría está fallida, truncada”. Tellado fue más allá al considerar el decreto como un “engaño” que no habría evitado apagones, y lo vinculó a un intento de beneficiar a determinadas empresas del sector renovable: “No podemos participar en un engaño masivo como el que se pretendía”.

Desde el Ejecutivo, la lectura es radicalmente distinta. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, defendió el texto como una norma que “democratizaba la energía, apostaba por las renovables y abarataba la factura de la luz”, y denunció que el rechazo unió a las fuerzas que defienden “el pasado y las energías fósiles”. Cargó duramente contra Podemos y el BNG, a quienes acusó de actuar como una “izquierda negacionista”. Solo excusó el voto contrario del diputado de CHA, Jorge Pueyo, por tratarse »de una objeción puntual sobre los parques eólicos».

»La mayoría está fallida» 

La tensión entre los antiguos aliados del bloque progresista quedó en evidencia con las declaraciones de Ione Belarra, líder de Podemos, quien rechazó cualquier responsabilidad. “No somos socios del Gobierno ni negociamos con él. No se incorporó ni una sola de nuestras propuestas”, afirmó, acusando a Sánchez de adoptar una “actitud chulesca” tras minimizar la derrota parlamentaria.

Desde el PSOE, el portavoz en el Congreso, Patxi López, lamentó lo que consideró un error estratégico de sus antiguos socios. “El decreto incluía medidas pactadas y apoyadas por empresas del sector y organizaciones ecologistas. Algunos partidos prefirieron un gesto ridículo a la ciudadanía”, reprochó. López también recordó que el Gobierno ha sacado adelante más de 42 leyes y decretos en esta legislatura, pese a las dificultades constantes.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante un encuentro con empresarios españoles, en el hotel Radisson, a 22 de julio de 2025, en Montevideo (Uruguay).

El ministro de Industria, Jordi Hereu, aseguró que el Gobierno no da el texto por perdido y volverá a presentarlo en el Congreso tras el verano. “Tiene el apoyo de la industria y los sindicatos. Confío en que la Cámara sabrá estar a la altura”, afirmó.

Este nuevo revés parlamentario llega en un momento crítico para el Ejecutivo, aún afectado por el escándalo del exnúmero tres del PSOE, Santos Cerdán, y con los presupuestos de 2026 aún bloqueados. Aunque Sánchez ha reiterado su intención de agotar la legislatura, la realidad parlamentaria se vuelve cada vez más incierta. Junts ya ha advertido que no apoyará más iniciativas si no se cumplen todos los compromisos con Cataluña, y Podemos sigue escalando su distanciamiento.

Mientras tanto, el PP insiste en que el Gobierno está en minoría real y sin rumbo, aunque por ahora descarta una moción de censura por falta de apoyos. El pulso institucional, en pleno ecuador del mandato, promete elevar aún más la tensión política tras el verano.

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