La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) impulsa al alza los salarios superiores a esa referencia que se rigen por convenio colectivo. Es el resultado de una investigación de Ferran Elias (Universitar de Girona) y Marc Riudavets-Barcons (University of Helsinki) publicada por el Institut d’Economia de Barcelona (IEB-UB) en un informe sobre el SMI.
“En los países con convenios colectivos relativamente centralizados y negociaciones salariales activas, las políticas de salario mínimo no solo incrementan los ingresos de los trabajadores directamente afectados, sino que también benefician a los que perciben mayores salarios”, reza el informe que analiza lo sucedido en España en el 2019 cuando el salario mínimo creció un 21,5% en términos reales.
Por cada 1% de subida media para alcanzar el SMI, el resto de sueldos crece alrededor de un 0,5%
Una de las razones de ese efecto dominó con los sueldos más altos que los que marca el SMI es para “preservar la jerarquía salarial entre trabajadores”. En la negociación colectiva si los salarios más bajos impulsados por el SMI alcancen los niveles de responsabilidad medios, es posible que se pacte incrementar esos sueldos intermedios para mantener el diferencial positivo respecto a los empleados de base.
Los investigadores destacan que “España constituye un escenario único para estudiar la interacción entre los salarios mínimos y la negociación colectiva” porque “no existe ningún mecanismo automático de transmisión” de las alzas del SMI y porque la cobertura de trabajadores bajo un convenio es del 80,8%. En Europa es del en torno al 70%.
El estudio ha descubierto que cada 1% que suben los salarios de media para alcanzar el SMI, el resto de sueldos se incrementan en un 0,53%. Los investigadores también reconocen igual que otros trabajos dentro del estudio sobre el SMI publicado por el IEB-UB que hay un efecto negativo sobre el empleo con destrucción de puestos de trabajo, pero que es marginal. “Las mejoras en términos salariales casi cuadriplican las pérdidas de empleos”, según constata el informe.

Obviamente el impacto del SMI en los salarios no indexados a ese mínimo es menor conforme crece el nivel retributivo. Así, la mejora de los salarios en el citado un 1% para alcanzar el SMI tiene un impacto de un incremento de solo el 0,07% para el 10% de los trabajadores con sueldos mayores.
Los investigadores también comprobaron que se dieron más subidas salariales generales en aquellas empresas con convenios colectivos afectados por la subida del SMI que en el resto.
En otro de los artículos del especial del IEB-UB sobre el SMI, Attila Lindner (University College London) sostiene que “la evidencia empírica indica que los incrementos del salario mínimo tienen unos efectos relativamente modestos sobre el empleo, particularmente entre los trabajadores con salarios bajos”. Y añade que “en vez de reducir los puestos de trabajo, las empresas usualmente se ajustan con subidas de precios, mejoras de la productividad y leves reducciones de los beneficios”.
Chistine Aumayr-Pintar y Carlos Vacas (Eurofund) recuerdan que una referencia para saber que un SMI es el adecuado es que sea equivalente al “el 60% de los salarios medianos brutos o el 50% de los salarios medios brutos”.