
“Nos estamos europeizando”, ha señalado esta semana Jaume Baró, secretario de Empresa y Competitividad del departament d’Empresa i Treball de la Generalitat. Según el último informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor), Catalunya ha logrado una tasa de emprendimiento del 8,6%, lo que significa que el 8,6% de la población adulta catalana ha creado un negocio por cuenta propia en los últimos 3,5 años. Es una tasa muy similar a la media europea, que se sitúa en el 8,8%, mientras que la media española es del 7,2%. En las demarcaciones con grandes ciudades la tasa es incluso superior, siendo en Barcelona del 9% y en Madrid del 9,1%.
Este indicador -llamado TEA por ser un acrónimo de Tasa de Actividad Emprendedora- es utilizado a nivel internacional y en Catalunya lo analiza desde hace años la Universitat Autónoma de Barcelona en colaboración con el Institut Metròpoli, la Diputació de Barcelona y la Generalitat. “Los resultados de este año son bastante positivos porque reflejan que el emprendimiento por necesidad ha retrocedido y que solo un tercio de los encuestados decide montar un negocio cuenta propia porque se ha quedado sin trabajo como asalariado”, ha indicado el profesor Carlos Guallarte, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la UAB. En el informe, aparece otro indicador que va en la misma línea. El 15,4% de la población adulta apunta que tiene intención de emprender en los próximos tres años, el valor más elevado desde el 2004.
GEM
El 15,4% de la población adulta quiere crear un negocio en los próximos tres años
La TEA hace referencia a la creación de cualquier tipo de negocio, no solo a empresas de base tecnológica. De hecho, la gran mayoría de nuevas actividades se vinculan al mundo de la prestación de servicios a empresas y al sector del consumo. Es decir, que los perfiles más habituales de emprendedores son autónomos que son subcontratados por empresas para ayudar en tareas como la gestión o la administración. También son habituales los pequeños empresarios que abren un comercio de barrio, un bar o una peluquería.
Con solo un tercio (31%) de los encuestados que declaran emprender por necesidad, los dos tercios restantes aseguran que crean un negocio porque ven oportunidades de enriquecerse, lo cual demuestra, según los autores del informe, que la economía local va bien y es competitiva. “Son unos porcentajes que van en línea con la media europea”, ha asegurado Guallarte.
El informe también revela otros aspectos. En contra de la percepción de los emprendedores, Catalunya resulta un lugar relativamente amable para la creación de una empresa. La comunidad saca un 5,1 sobre 10 pero solo el 22% de los 2.400 encuestados apunta que es fácil abrir un negocio. También es significativo el avance del emprendimiento femenino, cuya tasa TEA es del 7,5% frente al 9,8% de la masculina. “Con los años las tasas se van acercando”, ha asegurado el profesor.