Somos Conexión, la operadora de telefonía ética y sin ánimo de lucro nacida en El Prat de Llobregat en el 2015, ha conseguido formalizar en lo que va de año un 19% más de contratos, hasta los 25.000, tras el descenso de tarifas que acometió para todos sus usuarios con el objetivo de ganar terreno en un sector “muy competitivo y cambiante”, señalan desde la cooperativa.
La entidad también ha registrado un aumento de usuarios de un 13%, que actualmente son 14.500 particulares y un millar de empresas. En cuanto a la facturación, si bien la logró incrementar un 12% en el 2024, hasta los 4,05 millones, este año estima que los ingresos se mantendrán estables, debido a la decisión de la cooperativa de reducir tarifas para todos los usuarios y el aumento del gasto, en gran parte por la compra de una nueva sede en el distrito barcelonés de Ciutat Vella.
La entidad sin ánimo de lucro consiguió elevar su facturación un 12% hasta los 4 millones en el 2024
La adquisición de este nuevo espacio la ha realizado conjuntamente con otras tres cooperativas. “Ahora está en obras y la idea es que durante el 2026 nos instalemos allí las cuatro cooperativas”, detalla Bernat Alcolea, coordinador y responsable de la gestión económica de Somos Conexión.
La oficina, de 1.400 metros cuadrados, contará con una sala polivante para “abrir el espacio a la ciudadanía y a otras entidades de la economía social para impulsar el cooperativismo en la ciudad”, agrega Alcolea. Esta iniciativa forma parte de la estrategia de Somos Conexión de posicionarse como una operadora transparente y cercana a los usuarios.

Paralelamente, la cooperativa ha sellado una alianza con Som Energia y Som Mobilitat para facilitar el acceso a servicios profesionales de energía verde, telefonía y soluciones de movilidad a entidades y empresas, “ayudándoles a hacer realidad una forma más ética, ecológica y colaborativa de consumir”, comentan desde Somos Conexión.
La operadora, que es rentable y destina el 5% de su facturación a proyectos sociales, impulsa diversas iniciativas orientadas a promover el bien común. Entre ellas destacan un programa de acompañamiento a familias en la educación digital de sus hijos, tarifas sociales dirigidas a colectivos en riesgo de exclusión digital y servicios de fibra compartida para facilitar el acceso a internet en comunidades de vecinos.
La entidad, que tiene 40 empleados, alquila la infraestructura a grandes operadoras. “Adaptamos los paquetes según nuestros propios criterios. Por ejemplo, no ofrecemos tarifas de datos ilimitadas, ya que consideramos que eso solo fomenta un consumo mayor e inconsciente, señalan”.