La tragedia de Texas, con más de 100 muertos, pone en cuestión los recortes de Trump

La catástrofe en Texas, donde las inundaciones provocadas por una tormenta de agua ya han dejado más de 100 muertos, incluidas 10 niñas de un campamento de verano y un total de 28 menores que han perdido la vida, ha renovado el debate sobre los recortes realizados por la Administración de Donald Trump en el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA). Expertos y representantes demócratas, como el congresista Joaquin Castro, piden una investigación sobre la responsabilidad de la Casa Blanca, especialmente por su reducción del personal de la NWS, la agencia federal encargada de ofrecer las “predicciones y avisos de las condiciones meteorológicas” para “la protección de la vida y la propiedad” en Estados Unidos.

Las autoridades de Texas, estado gobernado por el republicano Greg Abbott, dijeron que los pronósticos del NWS subestimaron la cantidad de lluvia que llegó después. Pero el Servicio Meteorológico afirma que no podrían haberse dado mejores pronósticos, dado que no había manera de predecir una escalada tan brusca de la tormenta y sus enormes cantidades de precipitación. De todos modos, en el momento de la catástrofe, estaban vacantes algunos puestos clave del NWS, lo que podría haber dificultado la coordinación con los responsables locales de emergencias para el envío de avisos de inundación repentina.

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Por ejemplo, la oficina del servicio meteorológico en San Angelo, responsable de algunas de las zonas más afectadas por las inundaciones del viernes, carecía de un hidrólogo sénior, un pronosticador y un meteorólogo jefe, según denunció Tom Fahy, director legislativo de la Organización de Empleados del NWS, el sindicato que representa a los trabajadores de la agencia. La oficina de San Antonio, la ciudad más cercana al condado de Kerr, donde ocurrieron muchas de las muertes, carecía de un meteorólogo de coordinación de alertas y de un responsable científico.

Mientras algunas de estas vacantes podrían ser anteriores a la Administración Trump, en ambas oficinas la tasa de posiciones no ocupadas es aproximadamente el doble de la que existía cuando el presidente regresó al poder, según afirmó Fahy. En paralelo a la falta de prevención, los demócratas también piden investigar el efecto de los recortes en la FEMA, donde el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk recortó alrededor de un 20% de la plantilla de gestión de emergencias.

Preguntado por si investigará el impacto de estos recortes en la tragedia, Trump respondió que no hace falta, porque no tuvieron nada que ver. Preguntado por si cree que los meteorólogos despedidos deben ser contratados de nuevo, también negó la mayor: “Creo que no. Esto fue algo que ocurrió en cuestión de segundos. Nadie lo esperaba. Nadie lo vio venir. Había gente muy capacitada allí y no lo vieron”, dijo el domingo a su regreso en la Casa Blanca, después de un fin de semana jugando al golf mientras las autoridades buscaban víctimas entre los escombros de una de las mayores inundaciones en la historia del país.

Donald Trump, presidente de EE.UU.

“Ocurrió en cuestión de segundos. Nadie lo esperaba. Nadie lo vio venir. Había gente muy capacitada allí y no lo vieron”

El presidente, que hace tres semanas dijo que pretende eliminar la agencia federal de emergencias para trasladar su responsabilidad a los estados, no descartó hacerlo al ser preguntado de nuevo por ello el domingo: “FEMA es algo de lo que podemos hablar más adelante, ahora están ocupados trabajando, así que lo dejaremos aquí”. Trump añadió que visitará Texas este viernes y no antes para no interferir con el trabajo de los profesionales. Es lo contrario a lo que hizo en octubre, tras la catástrofe del huracán Helene, cuando viajó de inmediato a las zonas afectadas en Georgia y Carolina del Norte y acusó a la Administración de Joe Biden de no preocuparse por las víctimas.

Una portavoz de la Casa Blanca ha dicho que los demócratas mienten deliberadamente al responsabilizar al gobierno por sus recortes: “Las afirmaciones falsas sobre el NWS han sido desmentidas repetidamente por meteorólogos, expertos y otros medios de comunicación públicos”, dijo Abigail Jackson. “El NWS hizo su trabajo, incluso emitió una alerta de inundaciones con más de 12 horas de antelación”.

Si una plantilla más amplia podría haber evitado daños mayores es algo que tan solo podrá determinar una investigación, que de momento la Casa Blanca rechaza abrir. Pero el desastre natural subraya la importancia de los equipos de prevención y gestión de emergencias. Numerosos estudios demuestran que el calentamiento global, que Trump considera una “estafa”, hará en los próximos años más frecuentes los episodios de lluvias extremas, pues el aire cálido retiene más humedad y aumenta el riesgo de lluvias torrenciales.

Un reciente estudio de la Universidad de Texas A&M asegura que los episodios de lluvia muy intensa han aumentado en las últimas décadas en el estado sureño y proyecta que en el 2036 serán entre un 30% y un 50% más frecuentes que entre 1950 y 1999. El estudio destaca la importancia de invertir en prevención y resiliencia climática, pues el coste de la reconstrucción posterior, además de la pérdida de vidas, es mucho mayor.

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