Después de semanas de negociaciones, la Unión Europea ha adoptado este jueves un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, que ya es el 19.º desde el inicio de la invasión de Ucrania. El conjunto de medidas ataca a bancos rusos, intercambio de criptomonedas y entidades en China o India, pero también insiste en impedir que la economía rusa siga beneficiándose de la venta de energías fósiles. Entre otras cosas, los Veintisiete han acordado adelantar un año, del 2028 al 2027, la prohibición de adquirir gas natural licuado (GNL) ruso.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el presidente ucraniano, Volidir Zelenski, llegan a la cumbre del Consejo Europeo (NICOLAS TUCAT / AFP)
El anuncio coincide con las sanciones a las petroleras rusas Lukoil y Rosneft anunciadas anoche por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump. “Esta decisión crucial para nosotros se suma a las decisiones tomadas ayer por el presidente Trump sobre energía, que son muy importantes”, ha celebrado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, invitado a la cumbre de líderes de este jueves en Bruselas.
La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, también ha aplaudido “las señales” de Estados Unidos ne relación con las sanciones a Rusia. “Creo que es importante, una muestra de fortaleza que estemos alineados en este tema”, ha declarado la exprimera ministra estonia, en busca y captura por el Kremlin.
Participación en la cumbre
“Rusia no muestra que quiera detener esta guerra. Vemos de nuevo cómo atacan guarderías y escuelas”, ha dicho Zelenski
La luz verde en Bruselas se ha logrado después de que Eslovaquia, el país gobernado por el polémico Robert Fico, insistiera en paralizarla por el miedo en que estas medidas aumenten drásticamente los precios de la energía en su país. Buscaba, entre otras cosas, garantías de la Comisión Europea sobre este asunto y la adecuación de los objetivos climáticos a las necesidades de los fabricantes de automóviles y la industria pesada.
Al final, Bratislava ha considerado que sus peticiones se han recogido en la versión final de las conclusiones que se adoptarán este jueves en la cumbre de líderes de la UE. El anuncio se ha realizado poco antes de que inicie esta reunión que estará centrada, de nuevo, en la ayuda europea a Ucrania, con la participación de Volodímir Zelenski y el debate sobre un préstamo con los activos congelados rusos como principal asunto encima de la mesa.

Este paquete, según Lars Løkke Rasmussen, el miniStro de Asuntos Exteriores de Dinamarca —el país encargado de moderar el debate por ostentar la presidencia de turno de la UE— “introducirá nuevas y exhaustivas medidas sobre el petróleo y el gas, la flota fantasma y el sector financiero ruso”. “Las sanciones tienen un impacto real y están perjudicando a la economía rusa. A Rusia le resulta cada vez más difícil financiar su guerra ilegal de agresión contra Ucrania”, ha asegurado.
Ahora, en lugar de principios del 2028, quedará prohibido comprar gas natural licuado ruso desde el 1 de enero del 2027. Esto supondrá problemas para los varios países –entre ellos, España– que siguen comprando gas a Rusia y temen que sus empresas energéticas sufran por sus contratos a largo plazo con Rusia. El veto entrará en vigor en dos fases. Primero, los contratos a corto plazo que deberán terminar en seis meses, mientras que los a largo plazo lo harán a partir del 1 de enero de 2027. Se trata de una prohibición que va de la mano con otra medida adoptada recientemente en el Consejo de Energía que adelantaba la prohibición de importar gas ruso a partir del 1 de enero del 2028.
Europa también restringirá los movimientos de los diplomáticos rusos en la Unión Europea. Es decir, que un país de la UE deberá notificar a otro si el personal de embajadas y consulados rusos quiere desplazarse allí, y este país podría decidir entonces si permite la entrada o no.
El paquete de sanciones aumenta con 118 nuevos buques la lista de la llamada f lota fantasma, como se conoce al conjunto de barcos –a menudo vetustos, mal asegurados y que operan bajo pabellón extranjero– que podrían estar siendo utilizados por Rusia para transportar su crudo esquivando las sanciones occidentales, para realizar sabotajes, o incluso para labores de espionaje. En total la lista ya cuenta con 560 buques sancionados.
“Rusia no muestra que quiera detener esta guerra. Vemos de nuevo cómo atacan guarderías, escuelas, solo civiles, y aumentan la presión. No solo tenemos que defendernos con Europa y Estados Unidos, sino que también tenemos que presionar a Putin para que detenga esta guerra”, ha advertido Zelenski, que insiste en pedir los misiles de largo alcance estadounidenses. Horas después de que se cancelara la cumbre en Budapest entre los presidentes ruso y de EE.UU., Vladímir Putin y Donald Trump, Rusia y Ucrania siguieron ayer intercambiando ataques aéreos. Ucrania denunció la muerte de seis personas, incluidos dos menores, durante los ataques rusos, y también el ataque con drones a una guardería en Járkiv.
