Las empresas españolas prevén una caída de sus exportaciones del 10%

La economía española ya ha entrado en la nueva era comercial marcada por la guerra arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Si bien las nuevas tarifas del 15% para comerciar con el gigante norteamericano tendrán un impacto directo limitado, ya que ese mercado sólo representa el 5% del total de las exportaciones (unos 18.179 millones), lo cierto es que su onda expansiva tendrá efectos indirectos por el golpe que recibirán todos los mercados de la UE.

La guerra comercial iniciada por la Administración Trump en abril tuvo como primeras víctimas a la industria siderúrgica, que sufre una tasa del 50%, y el motor, con una tarifa anunciada de 27,5% que finalmente será del 15%. Desde ayer, EE.UU. también ha impuesto un arancel general del 15% a sectores clave para la economía española como el agroalimentario o el químico. Además, este escenario puede recrudecerse porque existen incógnitas sobre muchas otras industrias. Es el caso de la industria farmacéutica (a la que Trump ha amenazado con aranceles de hasta el 250%), de semiconductores o de aeronáutica aguantan la respiración.

La situación desespera a las empresas españolas, pero la única estrategia por el momento es aceptarla con resignación. La patronal española CEOE emitió un duro comunicado la semana pasada para criticar el acuerdo arancelario pactado entre la Unión Europea y Estados Unidos. La organización presidida por Antonio Garamendi expresó “absoluto rechazo” al pacto y lamentó que la negociación estuvo marcada por la “presión generada por los reiterados anuncios de incrementos por parte de la administración Trump”.

Los sectores más expuestos son los bienes de equipo, semi manufacturas y el vino, el aceite y el jamón

La Cámara de Comercio de España calcula que el nuevo arancel generalizado del 15% provocará una caída del 10,1% en las exportaciones españolas a ese país; es decir, un impacto de 1.841 millones de euros. Sin embargo, el impacto podría ser mayor por los efectos indirectos, hasta el 13,1% (2.365 millones de euros). La entidad señala que los sectores con una exposición mayor al mercado americano son los bienes de equipo, semi manufacturas y algunos productos agroalimentarios (aceite, vino, jamón, etc).

La patronal del sector químico, Feique, advierte que el impacto será más acusado en las materias primas que en los productos más especializados, por su mayor exposición a la competencia internacional. Sin embargo, el sector cuenta con algunos productos que han logrado esquivar la subida de tarifas. En 2024, el sector exportó por 59.166 millones, de los cuales 3.505 millones tuvieron como destino EE.UU. (el 6% del total), su quinto mercado.

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) defiende que estos aranceles no afectarán a las fábricas españolas, ya que no se exportó ningún vehículo a EE.UU. en 2024 ni en lo que va de 2025. Sin embargo, sí hay algunos impactos directos, como la decisión de Seat, el mayor fabricante español, de desembarcar en Estados Unidos con su marca Cupra.

EE.UU. solo representa el 5% del total de las ventas al exterior pero el impacto indirecto será mucho mayor

Por otra parte, la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) prevé consecuencias relevantes para el sector de componentes, dada su alta internacionalización y la compleja cadena de suministro global. En 2024, las exportaciones directas de componentes a EE.UU. alcanzaron los 1.021 millones, un 4% del total del sector. Sin embargo, el impacto será mayor porque componentes fabricados en España se integran en vehículos ensamblados en terceros países igualmente afectados por las subidas de impuestos.

Cuando se anunció el acuerdo arancelario, la Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) calificó el pacto de “muy mala noticia” y advirtió de que esta medida supone una “distorsión” del mercado internacional en detrimento de los mercados europeos, especialmente del español. Por su parte, la Federación Española del Vino (FEV) advirtió que el acuerdo podría lastrar el comercio vinícola con este país hasta en un 10%, y pidió a la Unión Europea seguir trabajando para conseguir la exención total.

También te puede interesar