“Las señoras del arroz con leche” que gestionan la olla popular en la enorme barriada popular de Buenos Aires, Villa Padre Rodolfo Ricciardelli ,están trabajando a destajo. “Las filas se han hecho muy largas; a la gente le gusta el arroz con leche frío o caliente porque les llena”, dice Marily Padilla, una de las líderes de la comunidad que se organiza, en torno a una iglesia humilde, abigarrada de imágenes de virgenes de diversos países latinoamericanos y de viejas botellas empotradas en la pared en lugar de vidrieras.
Tras un año en la presidencia del economista libertario, la pobreza afecta a uno de cada dos argentinos y “se ha vuelto inalcanzabale la canasta básica”, añade..

Dos niñas ven un partido de fútbol en Villa Padre Rodolfo Ricciardelli
Por mucho que se celebre el ajuste de Milei en las sedes empresariales y bancarias de Puerto Madero en el centro de Buenos Aires, en los barrios populares, donde muchos jóvenes hombres votaron a Milei, no se palpa demasiada alegría. Pese a la estabilización, la inflación este año en Argentina rozará el 200%, con un estancamiento de salarios y recortes de prestaciones, sobre todo a los jubilados.
En Villa Padre Rodolfo Ricciardelli, la pobreza y la indigencia se han disparado. “Nada es como dicen, el país está más pobre día a día”, dice Padilla que vino hace 28 años de Potosi para instalarse con su familia en un barrio que ya cuenta con 60.000 habitantes, el segundo más poblado de una cincuentena de villas populares de Buenos Aires en los que viven unos 400.000 personas
Dentro de las oficinas de la iglesia, una veintena de mujeres espera asesoramiento para sortear los ajustes a los programas de apoyo a los más pobres. Fuera, ya llegan hombres y mujeres de todas las edades, gente sin techo, integrantes de la nueva categoría de trabajadores indigentes, en busca de un plato de arroz. Al lado, niñas y niños juegan al fútbol en un campo de asfalto bajo la mirada de retratos de Maradona, el Papa -que nació a un kilometro de aqui- y el padre Rodolfo Ricciardelli. Teólogo de la liberación que, Ricciardelli encabezó el movimiento de sacerdotes para el Tercer Mundo en los años sesenta y setenta, ayudando a esta barriada, entonces un millar de chabolas improvisadas por inmigrantes de Bolivia y Perú, a construir una comunidad.
Según un nuevo informe elaborado por el sociólogo Eduardo Chávez Molina de la Universidad Nacional de Mar del Plata, la pobreza subió del 40% al 53% desde el primer semestre de 2023 hasta el mismo período de 2024, y la indigencia del 8% al 18%. El mega ajuste de Milei provocó una recesión —con la destrucción de 200.000 empleos de trabajo formales hasta mediados de año—, a la vez que se disparó la inflación a principios de año, antes de la estabilización lograda gracias a la recesión. Lo que “ha provocado una reducción de los ingresos familiares y las jubilaciones (pensiones) de 20 y 24 puntos porcentuales”.
Los ingresos de la familia media han caido el 20% desde mediados de 2023
Argentina se había diferenciado de otros países latino americanos por tener un sector mayoritario de trabajadores formales con derechos sindicales que protegían su poder adquisitivo incluso en tiempos de inflación. Pero el ajuste de Milei ha condenado a millones de trabajadores a la pobreza, tanto en el sector privado como en el público. Un dato que llama poderosamente la atención en el estudio de Chávez Molina es la duplicación de la pobreza para trabajadores de la enseñanza y la salud.
Para algunos libertarios, la impresionante capacidad de organización y auto ayuda de las “señoras del arroz con leche” en Villa Padre Rodolfo Ricciardelli, podría ser un ejemplo a seguir. Pero Milei —que dijo a la revista The Economista el mes pasado que “mi desprecio por el Estado es infinito”— es un libertario que tampoco ve un papel importante para la sociedad civil o la caridad. Recortó en enero el apoyo estatal a las ollas populares que atienden a unos once millones de personas, tras denunciar un presunto desvio de ayudas en beneficio de los gestores de los programas y la llamada “casta” .
Sandra Pettovello, la ministra de Capital Humano, que hizo su doctorado en políticas familiares en la Universitat Internacional de Cataluña del opus dei, invitó a la gente que necesitaba ayuda alimentaria a ir a verla directamente en su oficina para evitar intermediarios. Pero cuando cientos hicieron cola delante del ministerio, Pettovello se negó a atenderlos.
Antesdel año de Milei, las actividades de organizaciones comunitarias como la de Villa Padre Rodolfo Ricciardelli se complementaban con programas sociales del estado, subsidios para los más pobres y servicios de asesoramiento jurídico proporcionados por el Estado. Aunque los vecinos se organizan con sus propias redes, “el Estado acercaba los servicios públicos al barrio; el Centro de acceso a la Justicia (CAJ), por ejemplo, daba asesoramiento legal, pero ya lo han sacado de barrios como este”. Donde no se han recortado apoyos sociales, se ha hecho más difícil solicitarlos. “Han puesto trabas en todo para dificultar pedir ayudas para gente muy vulnerable”.
En lugar de ayudar a la gente a organizarse en sus comunidades, Milei es el libertario de la nueva economía tecnológica, en la que multinacionales rentabilizan un hiper individualismo de parte de la juventud argentina en la era de la llamada uberización.
Uno de los motivos por los que el presidente argentino mantiene una valoración del 50%, a pesar de los estragos causados por sus políticas, es que la informalidad, que afecta al 40% del empleo, ya se disfraza de una suerte de libertad emprendedora vinculada a sectores tecnológicos.
Incluso en barrios como este, Milei logró convencer a muchos jóvenes de que el Estado era un estorbo para quienes querían conducir o repartir con Uber, o vender a traves de Mercado Libre, la web de comercio electrónico creada por Marcos Galperin, el hombre más rico de Argentina con un patrimonio de 6.000 millones de dólares.
Este cuentapropismo ha servido para “amortiguar, de alguna manera, el impacto del ajuste” y crear la posibilidad de mantener la base de apoyo a Milei para garantizar la consolidación de su proyecto radical, según José Natanson, el director de la edición argentina de la revista Le Monde Diplomatique.
«Un modelo de empleo caracterizado por la entrada y la salida de actividades laborales precarias y flexibles, se ha convertido en una alternativa”, coincide Chávez Molina
Para encontrar a un votante fiel de Milei en Buenos Aires, basta con coger un Uber: “Yo no te puedo decir qué piensan los demás de Uber, yo soy al 100% con Milei”, dijo Roberto Carlos. “Los que votaron a Milei son los chicos que dominan redes sociales”.
En este sentido, algunas pistas para entender el auge del mileísmo y otros ejemplos de una derecha que compagina ideas libertarias con una filosofía ultraconservadora, pueden encontrarse en el tecno liberalismo de Silicon Valley. No es casualidad que Milei hiciera campaña en las elecciones no con la bandera argentina, sino con una pancarta del dólar con su retrato en lugar de George Washington. Tampoco lo es que Elon Musk adore a Milei, a quien calificó como “caliente, caliente”.
Algunas pistas para entender el auge de Milei se encuentran en Silicon Valley
No es solo Argentina. “Yo hice un focus group en São Paulo con conductores de Uber, y son todos de Bolsonaro”, dijo Vladimir Safatle.
Pero en barrios populares como Villa Padre Rodolfo Ricciardelli es fácil detectar el punto débil de la apuesta de Milei por movilizar a jóvenes bajo la bandera del micro emprendedurismo y las plataformas digitales. Porque los nuevos informales, trabajadores autónomos de la economía gig, al igual que los viejos que venden escobas o reciclan la basura, son los primeros afectados por la caída de la demanda.
Para los trabajadores por cuenta propia en el año de Milei, la pobreza ha sido nada menos que del 65%, según el informe de Chávez Molina. Muchos de ellos son repartidores de Uber o vendedores en plataformas de comercio virtual cuyos clientes se han esfumado en la recesión. La pobreza de pequeños empresarios pasó del 12.6% al 38% en el año de Milei.
“Deslumbraron a los jovenes diciendo que iban a ganar en dólares”, dice Mily. “Pero los chicos se han dado cuenta de que están perdiendo derechos conquistados a lo largo de muchos años”.
La falta del Estado en la ideología de Milei genera zozobra por otros motivos, en Villa Padre Rodolfo Ricciardelli, donde merodean las pandillas del narcotráfico. El Gobierno ha anunciado la retirada de los gendarmes del estado instalados en el barrio hace nueve años por el gobierno de Cristina Fernández que serán sustituidos por policías civiles de la ciudad. “No queremos que los delincuentes se acerquen a nuestros niños”, dice Padilla. “Vamos a cortar calles para protestar”.
