
Las teorías económicas de Donald Trump sobre las cuáles se basa el actual cambio de orden geopolítico mundial han sido escritas e inspiradas por un economista imaginario que no existe. Es la grotesca historia que rodea a la figura de Peter Navarro, uno de los principales asesores del presidente estadounidense en la materia.
Musk llama “imbécil” a Navarro después de que éste le acusara de lucrarse con sus coches
Este martes Elon Musk, no sólo el hombre más rico del mundo sino también el empresario de Tesla, partidario de posturas más liberales, deshizo en unas críticas feroces contra el mencionado Navarro, defensor de aranceles. El conflicto entre los dos está que arde.
Navarro había señalado que Tesla depende en gran medida de piezas provenientes de países como China, México, Japón y Taiwán. Esto contradice los objetivos del gobierno de Trump, que busca fortalecer la manufactura interna en Estados Unidos. Asimismo, Navarro minimizó el papel de Musk como empresario, calificándolo como un “ensamblador de coches” más que un verdadero fabricante. También le acusó de priorizar las ganancias personales sobre los intereses nacionales, ya que, según él, Musk busca mantener bajos sus costes mediante el uso de piezas extranjeras baratas.
Peter Navarro llega a la Casa Blanca gracias al yerno de Trump, Jared Kushner, que buscó su libro en Amazon
“Navarro es un auténtico imbécil. Lo que dice es manifiestamente falso. Tesla tiene la mayor cantidad de coches fabricados en Estados Unidos. Navarro es más tonto que un saco de ladrillos”, apuntó el empresario favorito de Trump, abriendo un conflicto inédito en su gabinete.
“Lo que creo que es importante entender sobre Elon es que vende vehículos. A eso se dedica”, replicó Navarro durante una entrevista con la cadena Fox News. “Simplemente protege sus propios intereses, como haría cualquier empresario”, agregó.
Peter Navarro se inventó el nombre de Ron Vara, que es su anagrama, para justificar sus terorías
Pero la historia no acaba aquí y es mucho más jugosa. ¿Cómo llega Peter Navarro a cruzar los pasillos de la Casa Blanca y a tener tanta influencia? Los hechos han sido reconstruidos por varios medios medios norteamericanos como MSNC y Vanity Fair y luego fueron confirmados por los directos interesados.
Durante la primera campaña presidencial de Donald Trump (2016-2017), no había expertos económicos de nivel que asesoraran al entonces al candidato republicano. Por ello, Trump encargó a su yerno Jared Kushner (personaje controvertido, investigado por la fiscalía de EE.UU. por una trama rusa y por negocios turbios con el régimen saudí), una de las personas de su mayor confianza, que encontrara a alguien que actuara como asesor económico. Porque quería demostrar tener una postura más rígida contra su rival: China.
Kushner siguió un procedimiento decididamente inusual (o al revés, demasiado corriente): comenzó a buscar un experto explorando títulos de libros en Amazon. Le llamó la atención un título muy sugerente del año 2011: Death by China: Confronting the Dragon – A Global Call to Action (Muerte por China: Confrontándose con el Dragón, una llamada a la acción global).
El mismo Trump se inventó un asesor de prensa ficticio, cuando era empresario
El autor era un economista poco conocido por el gran público pero ya entonces un convencido partidario de políticas comerciales agresivas: Peter Navarro. Kushner decidió entonces contactar a Navarro y preguntarle si estaría dispuesto a unirse al equipo de Trump como asesor económico. Navarro aceptó de inmediato, convirtiéndose así –al menos inicialmente– en el único asesor económico oficial de Trump.
A la hora de respaldar sus tesis agresivas sobre los aranceles y el proteccionismo, en al menos seis de sus libros, Navarro citaba a menudo a un experto económico de Harvard llamado Ron Vara, presentándolo como una fuente acreditada. Con frases como estas: “Sólo los chinos pueden convertir un sofá de cuero en un baño de ácido, una cuna de bebé en un arma letal y una batería de teléfono móvil en una metralla que perfora el corazón”.
La base intelectual de los aranceles de Trump parece más fruto de improvisación y ocurrencias
El problema es que Ron Vara no era en absoluto un verdadero economista. De hecho no existía y nunca había existido. Era un personaje inventado por el autor. El nombre “Ron Vara», era simplemente un anagrama de “Navarro”, que había creado este economista imaginario para dar credibilidad a sus posiciones, citándolo repetidamente como si fuera una autoridad independiente y reconocida.
Después de que Trump asumiera el cargo en 2017, el ficticio Ron Vara reapareció brevemente en un memorando que circuló en Washington y que apoyaba las agresivas políticas arancelarias del presidente. Una vez más, Navarro utilizó esta figura inexistente para justificar sus creencias. El New York Times descubrió rápidamente que también se trataba de un engaño.
Peter Navarro comentó el asunto diciendo que su alter ego era una “broma” y que “en ningún momento el personaje fue utilizado como fuente de hechos reales”, pero mientras tanto otros economistas habían citado a Vara en sus escritos. Su editorial Prentice Hall (grupo Pearson) tuvo incluso que incluir desde entonces una nota en las reimpresiones de los libros para indicar que se trata de un seudónimo del autor.
Se podría pensar que tras este engaño Donald Trump decidiera prescindir de su asesor. Ocurrió, sin embargo, todo lo contrario. Hoy Peter Navarro es el gran arquitecto de la guerra arancelaria que está sacudiendo el mundo estos días.
(No hay que olvidar que en los años 80 el magnate inventó un portavoz imaginario llamado John Barron (Barron era entonces el nombre que le dio a su quinto hijo, que tuvo con Melania). Trump usó al ficticio John Barron para influir en medios como Forbes y ascender en su célebre ranking de millonarios. Pero esta es otra historia).
Navarro en la actualidad campa a sus anchas por la Casa Blanca. Acaba de publicar en el Financial Times una suerte de manifiesto para justificar el cálculo arbitrario de los aranceles aplicados a los países por EE.UU.. Según él, es inútil hablar de porcentajes arancelarios “oficiales”, ya que los estados utilizan otro tipo de barreras, como manipulación de divisas, dumping, subsidios, robo de propiedad intelectual y obstáculos regulatorios, para bloquear las exportaciones estadounidenses. Su estrategia, según él, es una respuesta necesaria a una “emergencia nacional” causada por un sistema comercial injusto, asegura Navarro. Ron Vara para los amigos. Suponiendo que le quede alguno.