Level ha culminado el proceso para constituirse en una aerolínea independiente al margen de Iberia, de la que había colgado como marca comercial desde su nacimiento en el 2017. El paso es clave tanto para el desarrollo de la aerolínea, que ahora tendrá plena autonomía operativa, como para el aeropuerto de Barcelona, donde ha logrado situarse como líder en el mercado del largo radio con un 16% de cuota. Su crecimiento, pues, tendrá un impacto directo en la capital catalana, donde el objetivo es impulsar los vuelos transoceánicos con el telón de fondo de la ampliación pactada entre la Generalitat y Aena.

”Queremos construir el futuro de largo radio en Barcelona”, ha subrayado Rafael Jiménez Hoyos, consejero delegado de Level, este martes durante un encuentro para presentar el nuevo plan estratégico de la aerolínea. Tras conseguir el certificado de operador aéreo (AOC) el año pasado, durante estos últimos meses ha trabajado en la gestión de los derechos de vuelo y la obtención de su propio código IATA (se le reconocerá como LL), además de otros procesos necesarios para dirigir su actividad. El primer vuelo de esta nueva fase se produjo ayer mismo, con una ruta Barcelona-Nueva York en la que se escuchó por primera vez el nombre (callsign) con el que se identificará en sus comunicaciones con los centros de control y de navegación aérea. “Hemos escogido Dalí como guiño a la cultura catalana”, ha defendido el consejero delegado.
La aerolínea prevé seguir creciendo, tanto si se acaba produciendo la ampliación del aeropuerto (está pendiente del visto bueno de Bruselas) como si no. En la actualidad dispone de una flota de siete aviones Airbus de largo radio (de diferente modelo a los que sufrieron el reciente incidente con el software este fin de semana), e incorporará uno más el año que viene. Este aumento progresivo de flota le ha permitido incrementar su oferta, rozando el millón de asientos este 2025 en Barcelona, desde donde vuela a siete destinos de América.

La compañía aspira además a recibir alguno de los 21 aviones Airbus que IAG ha encargado y que llegarán al grupo, previsiblemente, en el 2028. El holding dueño de Iberia, Vueling o British Airways asigna los aparatos en función de la rentabilidad y de la consecución objetivos de cada aerolínea, y Level se ve en condiciones de cumplir estos requisitos.
Las sinergias con Vueling, que alimenta El Prat de pasajeros de corto y medio radio, y otras compañías internacionales ponen Barcelona y Level en buena posición para impulsar los vuelos transoceánicos, ha considerado Jiménez Hoyos, que además de directivo es piloto de avión. “Vemos un gran potencial de crecimiento”, ha insistido.

La demanda de vuelos para final de año y el primer trimestre del 2026 “continúa fuerte”, ha asegurado, con una recuperación de los vuelos a Estados Unidos. La industria ha sufrido una bajada de la demanda para volar al país desde que Donald Trump fue investido presidente, aunque la situación está volviendo poco a poco a la normalidad. Level prepara una nueva conexión con el continente americano y de momento descarta volar a Asia, un mercado copad por las aerolíneas de aquel continente.
