¿Lloras por el precio de Bitcoin? Un plan con sello de Satoshi te secará las lágrimas

  • Una Reserva de Bitcoin puede ser una avalancha insaciable de BTC que dispare su precio.

  • Al adelantarse en su estrategia, Estados Unidos emite el mensaje de que sabe que Bitcoin es escaso.

Dicen que la historia la escriben los vencedores, aunque a veces los ganadores de una batalla no son los más justos, sino los más poderosos. Por eso, durante siglos, la narrativa del dinero ha estado firmemente en manos de bancos centrales y gobiernos, dictando las reglas de un juego que pocos se atrevían a cuestionar.

Pero, ¿qué ocurre cuando un forastero digital como Satoshi Nakamoto irrumpe con una alternativa resistente a la censura y al control? Lo que pasa es que, años después, sin previo aviso, una potencia mundial como Estados Unidos puede dar un portazo y declarar al producto de ese forastero —Bitcoin (BTC)— como reserva estratégica.

El terremoto que desata este giro es profundo, tanto que no es de fácil comprensión para la mayoría, sino que se irá asimilando progresivamente. De todas maneras, lo que acaba de suceder con el documento que decreta la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin es un movimiento telúrico que lo estremece todo. ¿Lo sentiste? Si dices que no, probablemente seas uno de los millones atrapados frente a un gráfico, llorando por la caída del precio de la pionera digital, mientras el suelo se mueve bajo tus pies.

Ese movimiento sísmico tomó forma la semana pasada, el 6 de marzo de 2025, cuando el presidente Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva que sacudió los cimientos del sistema global. Sucedió con un documento con el que Estados Unidos consagró a bitcoin como el corazón de una reserva estratégica destinada al ahorro mediante un activo escaso, como el oro, pero digital.

Y, como si Satoshi Nakamoto se hubiese infiltrado en el gobierno de Estados Unidos, el plan de la nación con bitcoin está diseñado para redefinir la riqueza del país en un mundo donde el dólar pierde terreno. Este movimiento, que evoca la audacia de una revolución silenciosa, posiciona a Bitcoin como un pilar de soberanía económica frente a la inflación y las monedas fiat tradicionales.

Este movimiento, que lleva la marca de revolución silenciosa, posiciona a la moneda digital pionera como un pilar de soberanía económica, un bastión contra las monedas fiat que se tambalean bajo el peso de políticas expansivas. Sea o no obra directa del creador de Bitcoin, su visión ha encontrado eco en el corazón del poder, y eso es suficiente para que el tablero financiero global ya no sea el mismo.

Entonces, los bitcoin que Estados Unidos incautó durante años en operativos contra el crimen —como el célebre caso Silk Road, que aportó casi 70.000 BTC en 2020—, no serán tocados. Se debe a que la Orden firmada por Trump prohíbe explícitamente su venta, asegurando que cada satoshi permanezca bajo custodia federal como parte de esta reserva estratégica. Adicionalmente, instruye a los Departamentos de Tesoro y Comercio a desarrollar estrategias «presupuestariamente neutrales» para adquirir más BTC sin gravar a los contribuyentes.

El eco de Satoshi Nakamoto se escucha en Washington

El plan, meticuloso y disruptivo, parece llevar la firma invisible de Satoshi Nakamoto, el enigmático creador de Bitcoin. ¿Podría ser que Satoshi, desde algún rincón oculto, haya influido en esta jugada maestra? O tal vez sea solo una coincidencia que el gobierno más poderoso del mundo haya adoptado la visión de un forastero digital que desafió al establishment hace más de una década. Sea como sea, este giro no es un simple ajuste, más bien es un jaque al tablero financiero global, tejiendo un futuro en el que Bitcoin no solo sea una declaración de poder para mí o para ti, sino también para los Estados.

Sin embargo, vale la pena reflexionar que Satoshi Nakamoto no estaría necesariamente complacido de ver a los Estados acumulando bitcoin en sus arcas. Aun así, de estarlo, hoy alzaría una copa en celebración. Lo haría debido a que la Orden Ejecutiva que dio vida a la Reserva Estratégica de Bitcoin resultó mejor de lo esperado, como afirmó Nic Carter, socio de Castle Island Ventures, apenas unas horas después de que Trump estampara su firma en el documento.

La Orden Ejecutiva de Trump también desató un coro de críticas entre miembros de la comunidad y analistas del mercado de bitcoin. Señalan falta de audacia por parte del gobierno por no comprar BTC de manera inmediata. Charles Edwards, fundador de Capriole Investments, un fondo de cobertura especializado en Bitcoin y activos digitales, no midió palabras al calificar el movimiento de Trump como un capricho. «La ausencia de compras activas significa que esto es solo un nombre rimbombante. para las tenencias de BTC que ya existían con el gobierno. Esto no es más que cerdo con lápiz labial», dijo.

Que la Reserva Estratégica de Bitcoin no tuviera un plan de compra, es un gran fallo, como lo ven muchos en el ecosistema. Fuente: X/Capriolelo.

Para Edwards, la verdadera falla en la que cayó el gobierno fue la de no aprovechar la oportunidad de acumular más BTC agresivamente, una movida que podría haber disparado el precio y consolidado a EE. UU. como líder indiscutible en el mercado de los activos digitales.

Jason Yanowitz, cofundador del medio digital Blockworks, criticó duramente la inclusión de otras monedas digitales en una reserva secundaria. «Es un precedente terrible y sin sentido», advirtió. «Sin un marco claro, corremos el riesgo de una selección arbitraria de activos que distorsionaría los mercados y erosionaría la confianza pública».

Más allá del precio de bitcoin

No obstante, lo que estos analistas no están considerando es que, incluso sin una acumulación agresiva, la mera aceptación de bitcoin como reserva estratégica valida su legitimidad y acelera su adopción global, un proceso que escapa al control de cualquier gobierno, incluido el de EE. UU.

Los analistas tampoco están viendo que la Reserva, aunque limitada, es un síntoma —no la causa— de un cambio tectónico que hará irrelevante al dinero fiat, un tsunami que inunda todo sin que nadie pueda detenerlo, como se describe en el más reciente artículo editorial de CriptoNoticias.

Yanowitz se preocupa por la confianza pública y la selección arbitraria de activos digitales, pero no ve que el verdadero riesgo para los Estados no está en los detalles de la Orden, sino en haber legitimado un activo que los gobiernos «no controlan ni corrompen». Los analistas están enfocados en los efectos inmediatos que las decisiones políticas y estrategias gubernamentales puedan tener en el precio, ignorando que bitcoin, como materia prima digital, podría desmantelar el monopolio del dinero estatal sin importar cuán audaz o transparente sea el documento que ordena la creación de la reserva.

Otros analistas influyentes del ecosistema, como Michael Saylor, están reaccionando con entusiasmo a la Reserva de Bitcoin de Estados Unidos. El presidente ejecutivo de Strategy (antes MicroStrategy) y uno de los mayores defensores corporativos de BTC, calificó el movimiento como «el programa económico más grande del siglo XXI». Él cree que la capitalización de la moneda digital pionera podría alcanzar los 200 billones de dólares en las próximas dos décadas.

«No se trata de un impacto inmediato en el precio, sino de un cambio estructural». Así que él cree que bitcoin pasará a tener un precio de 3 millones de dólares en un escenario bajista, 13 millones de dólares en uno optimista y hasta 50 millones de dólares en el caso más extremo. Para Saylor, esta reserva no solo fortalecerá el dólar, sino que podría neutralizar la deuda nacional estadounidense.

Otros pesos pesados de la industria coinciden en la magnitud a largo plazo que tendrá la Reserva de Bitcoin. Anthony Pompliano, fundador de Pomp Investments, dijo: «Cada vez más dólares se destinan a un activo finito, lo que significa que el precio tiene que subir, y eso es exactamente lo que ha sucedido con Bitcoin». Explicó Pompliano, enfatizando el atractivo del activo como «dinero digital sólido».

Por su parte, Cathie Wood, CEO de ARK Invest, destacó que «la Reserva Estratégica es un reconocimiento de que Bitcoin es una fuerza inevitable». Wood proyecta un crecimiento más moderado pero sostenido, con un precio potencial de 1,5 millones de dólares para 2035; «no será por compras inmediatas del gobierno, sino por la adopción masiva que este precedente desatará entre instituciones y naciones».

Y mientras estas proyecciones dibujan un horizonte transformador, tú sigues lamentándote por el precio de hoy. Una verdad emerge con fuerza entre las grietas del presente: el vencedor no siempre es quien imaginas. Esta historia apenas comienza a tomar forma y, cuando el polvo se asiente, ¿de qué lado estarás tú?

También te puede interesar