Los ciudadanos europeos bendicen la estrategia de Bruselas ante el rearme. Al menos, están muy preocupados por la seguridad y la defensa. La última encuesta del Eurobarómetro sitúa esta cuestión como la principal área en la que los europeos deben concentrarse para reforzar su posición en el mundo en un contexto geopolítico cambiante. Un diagnóstico no compartido, sin embargo, por los ciudadanos españoles, que creen que la prioridad debería ser la educación y la investigación.
El sondeo, publicado este martes por el Parlamento Europeo, señala que, de media, en un entorno geopolítico en rápida evolución, la defensa y la seguridad (36%), así como la competitividad, la economía y la industria (32%), son identificadas como las áreas en las que la UE debería centrarse para fortalecer su posición en el mundo. En España, en cambio, la defensa y la seguridad cae en quinta posición y solo la mencionan el 20% de los encuestados: antes piensan en la educación y la investigación (40%), la competitividad, la economía y la industria (30%), la seguridad alimentaria y la agricultura (26%), y los valores de la UE, incluyendo la democracia y la protección de los derechos humanos (24%).
Un 36% de los europeos apunta a la defensa como cuestión principal, pero sólo un 20% de los españoles comparte ese diagnóstico
En la misma línea, los ciudadanos europeos quieren que el Parlamento Europeo se centre en abordar la cuestión económica y la seguridad. Cuatro de cada diez europeos mencionan la inflación, el aumento de los precios y el coste de la vida (43%), seguido por la defensa y la seguridad de la UE (31%), la lucha contra la pobreza y la exclusión social (31%) y el apoyo a la economía y la creación de empleo (29%).
Los españoles coinciden con el resto de ciudadanos del bloque en señalar, con un 44%, la inflación, el aumento de los precios y el coste de la vida como la principal acción en que debería legislar la Eurocámara, pero no en apuntar a la seguridad y la defensa. Este ámbito, en segunda posición en la UE, cae hasta la décima posición en el caso español con un 14% de menciones. Antes, un 40% quiere que prioricen el apoyo a la sanidad pública (solo un 25% de los europeos la señalan como prioridad). Los españoles se sitúan también por encima de la media comunitaria en reclamar que la Eurocámara actúe contra la exclusión social, la pobreza o en la creación de empleo.
La lectura llega cuando el Gobierno español, que está en la cola de los países de la OTAN en inversiones de Defensa, intenta conseguir el apoyo de sus socios en el Congreso para el aumento del gasto militar que exige la Comisión Europea, aunque la cuestión es vista en el sur de Europa de manera muy diferente que en el este o en los bálticos, donde la amenaza rusa está mucho más presente. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere incluir otras partidas como la ciberseguridad o la protección de las fronteras dentro de este aumento, y también ha criticado el nombre “rearme” del plan comunitario, que cree que no engloba bien el concepto de seguridad, lo mismo que piensa la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Las quejas de Sánchez y Meloni sobre la denominación rearme para el plan de la UE de disparar el gasto en defensa han tenido eco en Bruselas. La Comisión Europea ha suavizado el lenguaje sobre sus intenciones y ha asegurado que a partir de ahora comenzará a utilizar más los nombres dados a los otros planes, como Readiness 2030 (la estrategia de rearme contenida en el Libro blanco para la defensa europea) o SAFE, como llaman al instrumento de 150.000 millones en créditos para financiar parte del esfuerzo.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen
“Somos conscientes del hecho de que el nombre como tal puede crear sensibilidades en algunos estados miembros. Esto es algo que hemos notado”, aseguró Paula Pinho, la portavoz de Ursula von der Leyen, preguntada por el asunto durante la rueda de prensa diaria del Ejecutivo comunitario. “Y, si esto hace más difícil transmitir el mensaje a los ciudadanos de la UE de la necesidad de tomar estas medidas, entonces, por supuesto, estamos dispuestos no solo a tomar nota, sino también a reflejarlo en la forma en que lo comunicamos”, añadió
A nivel general, el Eurobarómetro señala que la mayoría los ciudadanos de la UE quiere que la Unión asuma un papel más importante en su protección ante crisis globales y riesgos de seguridad. Esta opinión es particularmente sólida entre los encuestados más jóvenes. También hay consenso, tanto entre la media europea como la española, en que la UE debería actuar con unidad ante los retos globales actuales y necesita recursos para ello.
En el conjunto de la UE los europeos creen que el principal motivo por el que es beneficioso ser miembro del bloque comunitario es la contribución a la paz y a la seguridad. En cambio, los españoles sitúan el crecimiento económico como el principal beneficio. El segundo beneficio más valorado es la creación de oportunidades laborales (27%), y la paz y seguridad es el tercero (26%).
La imagen de la Unión Europea de los españoles es positiva: un 49% la ven con buenos ojos y un 78% cree que el Parlamento Europeo debería tener un papel más relevante en el bloque comunitario, aunque sólo un 38% tiene una imagen buena de esta institución. Además, tres cuartas partes de los españoles (y también de los europeos) están convencidos de que ser parte del bloque les ha beneficiado. En España se valoran especialmente las oportunidades laborales y crecimiento económico mientras que la media europea tiene más en cuenta que contribuya a proteger la paz y la seguridad.