Los liberales austriacos abandonaron este viernes las negociaciones para formar el que habría sido el primer gobierno federal tripartito del país, pero ofrecieron al tiempo respaldo parlamentario a conservadores y socialdemócratas frente al partido de extrema derecha FPÖ, ganador de las elecciones generales del pasado 29 de septiembre.
La líder del partido liberal NEOS, Beate Meinl-Reisinger, anunció en rueda de prensa en Viena que los liberales se retiran al no poder alcanzar un acuerdo con el ÖVP, el partido conservador del canciller en funciones, Karl Nehammer, y el socialdemócrata SPÖ sobre “reformas fundamentales” en el ámbito económico. Austria cerró el 2024 con su segundo año de recesión.
“He dado garantías de nuestra voluntad de apoyar en el Parlamento reformas sobre las que sea posible un compromiso”, afirmó Beate Meinl-Reisinger, en referencia a proyectos ya acordados durante las negociaciones, dejando entrever la posibilidad de que ÖVP y SPÖ formen una coalición a dos bandas, pese a su exigua mayoría parlamentaria de 92 escaños sobre los 183 de la Cámara Baja. Lo sucedido complica mucho la formación de gobierno cuando han pasado ya más de tres meses desde las elecciones.
Conservadores y socialdemócratas –que quedaron en segundo y tercer lugar en los comicios de septiembre- juzgaron que su mayoría era demasiado escasa para gobernar, parecer compartido por el presidente federal, Alexander Van der Bellen, y por eso Nehammer invitó a NEOS a participar en un potencial tripartito. En las urnas del 29 de septiembre, los ultraderechistas liderados por Herbert Kickl recibieron el 28,8% de votos, seguidos del ÖVP (26,3%) y de los socialdemócratas liderados por Andreas Babler (21,1%), en ambos casos con abundantes pérdidas. El presidente Van der Bellen descartó otorgar al FPÖ el mandato para intentar formar gobierno.
