Más de medio centenar de senderistas se desplazaron a Cuenca para participar en una nueva ruta organizada por Cruz Roja La Solana. La jornada sorprendió a toda la expedición por su belleza paisajística e histórica, discurriendo por un entorno sin igual junto al río Júcar.
El itinerario programado arrancó desde la capital conquense a través de una senda en dirección a la ermita de San Julián El Tranquilo, ascendiendo posteriormente por el barranco de roca caliza que desemboca en el citado templo religioso. Tras observar la impresionante panorámica de la ciudad, con su peculiar casco histórico, los senderistas fueron bordeando el río Júcar con el característico color verde turquesa de sus aguas y los colores del otoño en la vegetación, según aseguraron a la prensa local los promotores.
Una vez en la ermita, los senderistas repusieron fuerzas para continuar después por unas escaleras hasta el río y vuelta a subir para seguir por el barranco. La ruta entró en Cuenca por la zona de la muralla para poder recorrer su casco histórico, admirando la belleza paisajística e histórica de la zona. El trazado mezcló sendas, pistas forestales y carretera con zonas peatonales, consiguiendo que la ruta fuese un mirador en todo su conjunto. De esta manera, unieron la fuerza de la naturaleza y el encanto de la historia a través de una espectacular ruta que gustó a todos los integrantes, según indicaron posteriormente.