
Las políticas de Donald Trump al frente de la Casa Blanca, con su apisonadora arancelaria y el rechazo a la inmigración, están afectando claramente la demanda para viajar a Estados Unidos. Ocurre en toda Europa y, en concreto, en Barcelona. El número de pasajeros que vuelan entre el Prat y el país norteamericano ha caído un 4% en el primer semestre del año, indica el último informe del Observatori de Tràfic Aeri de Barcelona, publicado este martes.
La bajada se ha producido pese a que las aerolíneas han aumentado más de un 10% la oferta de asientos en esas rutas y a que han bajado precios para tratar de estimular la demanda. Todo ello ha sido en vano. En los primeros seis meses del año, 1,16 millones de personas volaron entre Barcelona y algunos de los destinos de Estados Unidos que las compañías operan desde la capital catalana. Se trata de un retroceso del 4% que el Observatori atribuye directamente a la política arancelaria y migratoria del actual gobierno americano.
La mayor disminución de demanda se produjo en mayo, si bien en junio se logró igualar los pasajeros del mismo mes del 2024. Está por ver qué ocurre durante este verano y el otoño, aunque las agencias de viaje ya han advertido de una menor actividad en los paquetes hacia Estados Unidos.
En la actualidad, cuatro aerolíneas ofrecen rutas directas con el país norteamericano: Level, American Airlines, Delta y United. La compañía de IAG, que ya opera como una aerolínea independiente, lidera la cuota de mercado en cuanto a asientos programados, con un 34%. El informe destaca además que la aerolínea con base en Barcelona ha reforzado su posición durante los meses de invierno, cuando las compañías norteamericanas tienen menos actividad. La entrada de nuevos operadores y la consolidación de las rutas existentes están permitiendo un equilibrio competitivo mayor, consideran desde el Observatori, aunque el tráfico sigue dependiendo en gran medida de las decisiones comerciales de la aerolíneas norteamericanas.
Si se miran los pasajeros transportados durante el primer semestre, es American Airlines la que más viajeros mueve, con un 23% del total, mientras que Level pasa a cuarta posición con un 14% de viajeros. Para este 2025, Barcelona cuenta con conexión directa con diez ciudades de Estados Unidos: Nueva York (a los aeropuertos JFK y Newark), Dallas, Los Angeles, Washington, San Francisco, Philadelphia, Boston, Miami, Atlanta y Chicago.
Pero si Estados Unidos está perdiendo tirón como destino turístico, no ocurre lo mismo con China. Los pasajeros entre Barcelona y el país asiático han aumentado un 27,6% en el primer semestre respecto al mismo periodo del 2024. Ahora bien, las magnitudes son mucho menores que en el corredor con Estados Unidos. Durante los primeros seis meses del año, 216.000 personas viajaron entre China y El Prat. Aún así, solo el 19% de estos pasajeros volaron sin escalas, lo que indica que la conectividad directa continúa siendo limitada respecto al potencial total del tráfico, según el Observatori. Es uno de los motivos que ha llevado al Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas ha solicitar al Gobierno chino que amplíe los permisos de vuelo entre el país asiático y España.
Las aerolíneas chinan controlan este corredor, con vuelos directos operados por Air China, Cathay Pacific, Shenzhen Airlines y China Eastern, que se incorpora a la oferta del aeropuerto de Barcelona en septiembre con otra ruta a Shanghai.
En el total de actividad, El Prat mantiene la séptima posición en el ránquing de aeropuertos europeos, con un incremento interanual del 6,9% que le ha llevado a batir récord de viajeros mes a mes. Si se cuentan los pasajeros origen-destino, que vuelan de forma directa y no hacen escalas, avanza a la segunda posición solo por detrás del londinense Heathrow.
El tráfico de conexión, en cambio, representa solo un 5,5% del total. Hay, pues, camino por recorrer en este segmento, destacan en el informe. El Observatori apunta aquí a Vueling y Level, ambas del grupo IAG. Una mayor coordinación entre ambas podría potencia, señalan, los pasajeros vía Barcelona.
Este es, además, uno de los objetivos que se persigue con la ampliación del aeropuerto, cuyo proyecto pactaron en junio el Govern de la Generalitat, el ministerio de Transportes y Aena.