
Vaya por delante que la violencia de género es absolutamente intolerable y condenable, como cualquier tipo de violencia, incluido el acoso sexual. El machismo, como signo de superioridad del hombre sobre la mujer es totalmente inaceptable. De hecho, los ismos no son buenos en nada y tienden al fanatismo. Todo esto ha sido fruto de unas épocas que no consideraban estas actitudes de la manera que deberían haberse considerado y que sí lo hacemos ahora. Pero el feminismo, de no existir o ser muy débil y apocado, ha pasado a otro tipo con contradicciones internas, y basado, sobre todo, de cintura para abajo. Y eso no es bueno. Ni los hombres nacen todos malos ni las mujeres todas víctimas. Habría, pues, que acabar con la dinámica de enfrentamientos y discusiones conflictivas y concentrarse en resolver para siempre la discriminación que tradicionalmente han sufrido las mujeres. El feminismo es totalmente necesario y las mujeres tienen todo el derecho a tratar de llevar las cosas al nivel que deben estar. Lo que no puede hacerse es exagerarlo y convertirlo en un arma arrojadiza. Podemos ha conseguido hacer antipático al feminismo. La ley del péndulo.
Otra cosa totalmente diferente a las anteriores es lo que se denomina igualdad de género , que a mi entender, y por sí mismo, es una contradicción y, si se me apura, un oxímoron. No entraré en la dinámica LGTBIQ+ porque creo que son cosas mucho más específicas y diferentes. Los hombres y las mujeres son diferentes física, morfológica y caracterológicamente. Y eso, lo es por definición. Como ejemplos de diferencias podemos decir que las mujeres son más intuitivas, más sensibles y maduran más rápido que los hombres. Al elegir carreras o profesiones, las mujeres son más de humanidades (medicina) y los hombres más de técnicas (ingeniería). En el aspecto laboral, las mujeres tienen más contratos parciales, ya que se sienten más obligadas por el cuidado que deben tener de los hijos o de los padres con dependencia. Esto es así, aunque los dos sexos pueden hacer lo que crean conveniente en cualquier situación. Y podríamos seguir. Los hombres se afeitan. Las mujeres, no. Los hombres tienen pene. Las mujeres, vagina. Todo esto parecen obviedades, pero a la vista de los hechos no lo son.
Realidad
Hoy en día, las mujeres soportan el 68% del peso de la casa y el 73% del peso de los hijos. Pero no tiene por qué ser así
Por otra parte, en el aspecto doméstico, y teniendo en cuenta el derecho obvio que tienen todas las mujeres a trabajar (¡solo faltaría!), es necesario que los hombres compartan, de acuerdo con lo que la pareja decida, todas las tareas y responsabilidades de la vida en común. Hoy en día las mujeres soportan el 68% del peso de la casa y el 73% del peso de los hijos. No tiene por qué ser así. Por lo tanto, y de acuerdo con todo lo anterior, no deben confundirse ni los principios ni las terminologías, y entonces, el resumen, a mi entender, sería el siguiente: no absoluto a la violencia de género. No absoluto al machismo. Derecho de las mujeres a decidir. Pero la igualdad de géneros es un contrasentido y lo que hay que apoyar y reforzar es la total igualdad de derechos y obligaciones entre los hombres y las mujeres.