
El presidente de Telefónica, Marc Murtra, ha planteado que Telefónica sea un actor clave en la “disrupción tecnológica” que anticipa para la próxima década en el sector.
Algo que se prevé que Murtra plasme en el nuevo plan estratégico de Telefónica el próximo 4 de noviembre. En él se espera que trace la nueva senda de crecimiento del grupo, focalizándose en sus mercados principales y con la idea de simplificar la empresa. También se explorará la apuesta por sectores como la defensa o la ciberseguridad. Murtra ha puesto hoy su atención en los grandes mercados, como España, Alemania o Reino Unido.
“Creemos que va a haber una disrupción en el mercado de las telecomunicaciones”, ha reiterado. “Queremos liderar la disrupción tecnológica”, lo que pasa por tener un plan, un equipo y una ejecución clara. Por ejemplo, en una disrupción como la inteligencia artificial, apunta que se sabe hacia dónde se va, pero la velocidad con la que ocurre es más complicada de determinar, ha señalado en el marco del XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el directivo
El directivo ha planteado que este objetivo se tiene que trabajar a conciencia. España tiene tres puntos que se deben coordinar para ganar poder. El primero, la necesidad de talento cualificado. En Europa faltarán entre 3 o 5 millones de ingenieros en diez años, ha mencionado. Luego, saber explotar los nichos tecnológicos en los que se opera, donde Telefónica puede jugar un rol. Por último, ha mencionado que el mercado está por desarrollar, por lo que brinda más oportunidades. “España puede ocupar un espacio importante en la revolución tecnológica que vamos a ver en cinco o diez años”, ha lanzado.
Como en ocasiones anteriores, Murtra ha dicho que Europa necesita una menor regulación en telecomunicaciones. “La regulación es muy importante, pero hay exceso y es asimétrica. Las empresas europeas estamos sujetas una regulación para operar en Europa que no tienen las americanas o chinas”, ha criticado. A su parecer, Europa ha perdido el tren del desarrollo de las tecnologías de los últimos veinte años. “Se han desarrollado en EE.UU. y China”, ha apuntado. Pero no cree que sea tarde si se corrige el rumbo. Aquí ha planteado utilizar las firmas de telecomunicaciones de palanca, dándoles más libertad. Las firmas europeas invierten 700 millones de dólares cada una, por los 20.000 millones de las estadounidenses. “No hay casi ninguna gran empresa tecnológica europea, pero podemos hacer que todo cambie en diez años”, ha expuesto.
Los últimos meses, Telefónica ha ido desprendiéndose de filiales latinoamericanas -Argentina, Perú, Colombia, Uruguay…- y ha abogado por una mayor concentración en el mercado europeo. La deuda, que a mitad de año ascendía a 27.610 millones de euros en términos financieros netos, es uno de los grandes puntos a atacar en el plan.