
El presidente valenciano, Carlos Mazón, ya tiene sus presupuestos. La mayoría parlamentaria de PP y Vox en las Corts Valencianes ha aprobado este miércoles por 53 votos a favor y 46 en contra (de PSPV y Compromís) las cuentas “de la reconstrucción”, según las derechas; “del Ventorro” o “del odio”, para la izquierda. Una votación que se ha producido ya por la noche tras una intensa jornada después de que los socios conservadores decidieran celebrar todo el debate presupuestario en un solo día para evitar que coincidiera con el recuerdo de los siete meses de la dana. Los diputados de PP y Vox han aplaudido el resultado ante un sonriente Mazón mientras que la izquierda ha respondido con pidiendo su dimisión.
Tras un debate bronco y lleno de interrupciones, uno más, PP y Vox han sacado adelante tanto los presupuestos como la ley de acompañamiento que introduce importantes modificaciones en materia impositiva (aumenta la exención del Impuesto de Patrimonio) o, por ejemplo, reformula de arriba abajo la ley trans aprobada por el Botànic.
Mientras sus señorías debatían si eran unos presupuestos “históricos” y “necesarios” para afrontar la reconstrucción tras la dana o simplemente eran “un pago en especie a Vox” por mantener a Mazón, fuera del Parlamento, varios colectivos protestaban por el contenido de las cuentas o directamente pedían la dimisión del president. El jefe del Consell no ha llegado al Hemiciclo hasta la tarde para participar en la larga votación final.
Los presupuestos de 2025 se aprueban cinco meses después de lo previsto pues la riada del 29-O obligó a reformularlos y provocó una ardua negociación entre los socios conservadores. De hecho, el acuerdo solo ha sido posible por las múltiples cesiones de los populares a la agenda ultra de Vox. Mazón, muy cuestionado políticamente, necesitaba mostrar algo de fortaleza y no ha dudado en ceder a las pretensiones de los de Abascal.

Los síndics de PP y Vox charlan en el pleno de las Corts.
La muestra más evidente de ello la última enmienda de aproximación presentada la semana pasada por PP y Vox para destinar dos millones de la partida discrecional que el president tiene para proyectos de marcado interés económico y social a “acuerdos de colaboración con países de origen de menores no acompañados para reagrupaciones familiares”. Una línea de nueva creación para repatriar a los menores que llegan a la Comunidad Valenciana con sus familiares mediante convenios con los países de procedencia. Una modificación con mucho calado, a la que Vox añadía también una subvención de 100.000 euros para realizar pruebas periciales médicas a menores extranjeros no acompañados bajo la tutela de la Generalitat Valenciana para conocer con exactitud su edad de manera fiable. Una clara muestra de cómo la agenda de la derecha extrema ha entrado de lleno en los presupuestos.
El PP apenas ha ejercido resistencia a las peticiones de Vox para asegurarse la aprbación de los presupuestos
Y es que el PP apenas ha ejercido resistencia a las peticiones de Vox. Así, en la negociación posterior a la presentación de las cuentas por parte del gobierno valenciano, los ultras han arrancado un recorte de 400.000 euros a los sindicatos y de 125.000 euros a la patronal, así como un tijeretazo de 680.000 a la Acadèmia Valenciana de la Llengua a la que han reconocido que “quieren estrangular hasta su muerte”.
En esta línea, PP y Vox aprobaron ya la semana pasada en comisión rebajar en 500.000 euros las ayudas a la promoción del valenciano en el ámbito social y reducir en 200.000 euros el fomento del multilingüismo en empresas, comercios e industrias. Paralelamente, confirmaban el recorte de 100.000 euros a la Fundación Full o los 30.000 a la Fundación Bromera, dos entidades dedicadas a la promoción del libro y la lectura.

Tal vez no con la intensidad que hubieran querido los ultras, que en alguna ocasión han admitido que no han podido cumplir al 100% sus expectativas, pero lo cierto es que Vox ha dejado claro en este proceso quién tenía la sartén por el mango. “De históricas”, ha llegado a calificar este miércoles las cuentas el síndic de la formación, José María Llanos. Y es que, ante un PP que tenía como objetivo principal sacar adelante las cuentas como síntoma de estabilidad, la derecha extrema ha aprovechado el momento.
En los textos aprobados ya no se habla de cambio climático sino de “cambios meteorológicos o climáticos”, se opta por expresiones como “violencia contra la mujer” en lugar de “violencia de género” y se cambia el objeto de muchas partidas destinadas a cooperación internacional para abrir esas ayudas a problemáticas y colectivos locales.
El PP cree que con estas cuentas Mazón gana una estabilidad que no tiene Pedro Sánchez
Con todo, el portavoz parlamentario del PP, Juanfran Pérez Llorca, ha preferido esta mañana centrarse más en el continente que en el contenido y se ha felicitado por el hecho de que la Comunidad Valenciana vaya a tener unas cuentas que el Gobierno de España ni siquiera se ha atrevido a presentar. Una circunstancia que le ha servido para apuntar que veía más inestable a Pedro Sánchez que a Mazón.