A más de siete años de expresar una opinión bajista sobre bitcoin (BTC), el economista de Harvard Kenneth, Saul Rogoff, manifestó su arrepentimiento. Pero, sentenció una mirada negativa sobre su crecimiento, generando una ola de críticas que resaltan que aún no entiende su valor.
En marzo de 2018, Rogoff publicó un artículo en el que minimizaba las expectativas alcistas de la creación de Satoshi, afirmando que, en una década, era más probable que su valor alcanzara 100 dólares a que llegara a 100.000.
Para ponerlo en perspectiva, por entonces, bitcoin cotizaba alrededor de 10.000 dólares, según datos de TradingView. Hoy, al momento de redactar esta nota, BTC ronda los 113.270 dólares, una diferencia que habla por sí sola sobre la magnitud de su evolución.
El economista dijo en su cuenta de X que había sido demasiado «optimista» sobre la posibilidad de que Estados Unidos implementara una «regulación sensata» para las criptomonedas. «¿Por qué querrían los legisladores facilitar la evasión fiscal y las actividades ilegales?», expresó, demostrando su postura aún negativa hacia el ecosistema.
Además, distinguió no haber previsto cómo bitcoin llegaría a competir con las monedas fíat, convirtiéndose, a su modo de ver, en el medio de transacciones preferido dentro de una economía informal valorada en unos 20 billones de dólares.
También se mostró sorprendido de que los reguladores llegaran a manejar grandes cantidades de criptomonedas sin enfrentar aparentes consecuencias, pese a los posibles conflictos de interés.

Lo cierto es que, en lugar de hacer autocrítica, el profesor Rogoff parece atribuir los logros de bitcoin a lo que él considera comportamientos indebidos de varios actores del mercado, incluidos algunos reguladores.
Cabe destacar que, desde la publicación de su artículo, BTC ha alcanzado hitos que muchos consideraban impensables. Sin embargo, esto no ha venido del mercado informal, sino del interés que generó como solución a las deficiencias del sistema fíat.
Entre los más destacados, bitcoin fue declarado en 2021 moneda de curso legal en El Salvador y, en marzo de 2025, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que autoriza la creación de una reserva de BTC para el gobierno con fondos incautados.
De igual forma, localidades de EE. UU. como Arizona y New Hampshire aprobaron leyes para formar reservas de bitcoin, mientras que la adopción corporativa ha crecido notablemente. Strategy se convirtió en la empresa pública que posee la mayor cantidad de BTC, con más de 600.000 unidades.
A diferencia del dinero fíat, que puede perder valor por su emisión ilimitada y control estatal, bitcoin, cuya minería es descentralizada, posee un suministro máximo de 21 millones, lo que facilita su alza ante la demanda.
Esto, sumado a que puede transferirse globalmente sin intermediarios y autocustodiarse siendo resistente a la confiscación, hace que su uso esté en aumento como oro digital y reserva de valor, algo que destacaron diversas voces en respuesta al economista de Harvard.
La publicación del economista no pasó desapercibida y provocó una ola de reacciones en las últimas horas. Lyn Alden, fundadora de Lyn Alden Investment Strategy, destacó que el profesor ignoró una motivación primordial de muchos usuarios: protegerse de la devaluación y acceder a pagos sin supervisión de terceros. «Una red que permite eso tiene valor», señaló, y justo después lamentó que Rogoff desactivara los comentarios de su post.
Por su parte, Pierre Rochard, CEO de The Bitcoin Bond Company, resaltó que el intelectual no supo valorar las principales características de bitcoin, como la emisión fija, la verificación independiente de la oferta, la liquidación global 24/7 y la autogestión sin permisos.
«Fue demasiado despectivo con estas funciones de ahorro y pagos; ¿por qué los ahorradores e instituciones racionales no valorarían un activo con emisión predecible, suministro finito verificable y liquidación rápida e irreversible?», escribió.
Tom Woods, analista, se mostró incrédulo ante el hecho de que Rogoff optara por no hacer autocrítica: «Este profesor de Harvard quiere que sepas que la razón por la que dijo que bitcoin probablemente valdría 100 dólares en lugar de 100.000, no fue porque cometiera errores. Los profesores de Harvard no cometen errores. Insiste en que si todos los demás no hubieran actuado tan estúpidamente, él habría tenido razón».
A su vez, Robert Breedlove, podcaster y analista, fue más enfático, al decir que hace casi una década compró bitcoin y no le importaba lo que pensara esta persona. «Hoy sigo comprando bitcoin y sigue sin importarme», agregó.

Días antes de este revuelo, Rodolfo Andragnes, CEO de la ONG Bitcoin Argentina, recordó el artículo aclarando: «Ser economista o profesor de Harvard no significa que tengas la humildad o la capacidad de entender sobre bitcoin». Esto fue reportado por CriptoNoticias.
El caso de Rogoff, como matiza Andragnes, es un recordatorio de que ningún título académico garantiza comprensión automática de nuevas tecnologías. La clave está en la educación, la curiosidad y la autoiniciativa: comprender bitcoin y los activos digitales requiere esfuerzo propio y análisis crítico. Lo más valioso es formarse, experimentar y no dejarse guiar ciegamente por otros, por muy prestigiosas que sean sus credenciales.