Netanyahu reconoce estar armando milicias en Gaza para debilitar a Hamas

El primer ministro israelí, Beniamín Netanyahu ha admitido colaborar con “clanes de Gaza” de corte islamista para debilitar el poder de Hamas dentro de la Franja. Según el diario New York Times, citando a dos funcionarios israelíes, el gobierno de Israel proporciona apoyo y armamento a la milicia comandada por Yaser Abu Shaba, que actúa mayoritariamente en el sur del enclave de forma paralela al grupo que lanzó los ataques del 7 de octubre.

Sus actividades están concentradas en la ciudad de Rafah, donde han ganado notoriedad tras el asalto y reventa del contenido de camiones humanitarios el pasado año. Un funcionario de la ONU que intentaba hacer llegar envíos de ayuda describió a Abu Shabab como “el autoproclamado intermediario de poder en el este de Rafah”. Por su parte, el grupo negó estar involucrado en los robos. A pesar de ello, se les considera una facción con poco apoyo popular en comparación con Hamas, quien controla Gaza desde la retirada israelí en 2004.

Las propias autoridades israelíes sostienen, explica el medio estadounidense, que se trata un movimiento simbólico, y que busca aumentar la oposición contra la milicia. En los últimos meses, se han producido algunas manifestaciones esporádicas contra Hamas dentro de la Franja, devastada tras más de un año y medio de ofensiva israelí.

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El enclave, donde se estima que viven más de 2,3 millones de palestinos, se encuentra en estos momentos en una situación crítica de hambruna. La única organización humanitaria con permiso para distribuir alimentos, la norteamericana GHF, se encuentra en el punto de mira por el método de entrega de ayuda, que ha provocado avalanchas y tiroteos del ejército israelí contra civiles que se aproximaban desesperados a los centros de distribución.

Con la financiación de otros grupos armados, Netanyahu busca dar respuesta a quién debería controlar Gaza tras el fin de la guerra. Su objetivo principal pasa por la destrucción absoluta de la estructura de Hamas, y se ha negado en diversas ocasiones a que sea la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abás, quien se haga cargo del gobierno local. Esta segunda opción está respaldada por parte de la comunidad internacional y, en especial, por los países árabes, quienes reiteran su petición de establecer un estado palestino en Gaza y Cisjordania con soberanía territorial.

Por su parte, Abu Shabab niega haber recibido beneficios a gran escala de Israel, responsable, según él, de la muerte de su hermano y de un intento de captura de él mismo. En las últimas semanas, el gazatí ha lanzado una campaña en redes sociales para mejorar su imagen y animó a los palestinos de Rafah acudir a la zona que controla su grupo para protegerse de los ataques israelíes. En un video publicado en Facebook, mostró imágenes de tiendas vacías y prometió ofrecer comida y refugio y a pesar de la escasez que asola toda la Franja.

Según, Yossi Amrosi, un exoficial de inteligencia israelí especializado en Gaza, los hombres de Abu Shabab -se estima que no cuenta más que con dos centenares de efectivos- no simpatizan de forma directa con Israel. Sin embargo, la colaboración tiene sentido para el ejecutivo de Netanyahu. “En este momento, tenemos un enemigo común: Hamás”, afirmó el antiguo funcionario.

El primer ministro se enfrenta a duras críticas por sus amistades peligrosas, como la de Avigdor Liberman, exministro de Defensa, quien acusó al jefe del ejecutivo de autorizar la entrega de armas a una banda criminal en Gaza. En la misma línea, el líder de la oposición, Yair Lapid, declaró en redes sociales el jueves que la decisión de Netanyahu de armar a la milicia acabaría saliendo mal. “Todo se está haciendo improvisadamente, sin planificación estratégica; todo acabará en desastre”, dijo Lapid. “Las armas que entran en Gaza acabarán siendo apuntadas contra soldados y civiles israelíes”.

El Gobierno ha condenado los ataques israelíes sobre Beirut de este jueves, según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores difundido a última hora de este viernes.
“El Gobierno de España condena los ataques israelíes sobre Beirut y exige el cumplimiento del Derecho Internacional y con el acuerdo de alto el fuego. Los ataques sobre zonas densamente pobladas violan el Derecho Internacional Humanitario”, afirma Exteriores.

España ha reiterado, asimismo, su apoyo a la estabilidad del Líbano y su compromiso con el cumplimiento íntegro de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.

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