
Educa Borrás abre una nueva etapa bajo el control de Cheyne Capital, un fondo inversor de origen británico que quiere sanear las cuentas con un plan de reestructuración de la deuda que también contempla impulsar esta histórica empresa juguetera catalana.
“Estamos muy entusiasmados con la entrada de Cheyne. Ha inyectado cuatro millones en el negocio. Tenemos previsto impulsar las ventas de 30 a 45 millones de euros en un plazo de tres a cinco años y reforzar nuestra presencia internacional. Ya estamos en 90 países, exportamos el 50% y la gran oportunidad está en Latinoamérica”, comenta Susana Dabán, quien era subdirectora general y acaba de ser designada consejera delegada.
En el portfolio de Educa Borrás se encuentran juegos tan emblemáticos como Magia Borrás yEl Lince, además de Chuchelandia, juegos inspirados en Pokemon y Harry Potter y una amplia variedad de puzles.
Dabán señala que el plan estratégico también contempla volver a entrar en beneficio neto este año e incrementar los tres millones de ebitda (beneficio bruto). La directiva también asegura que conservará los 170 empleos de las dos fábricas de Sant Quirze del Vallès y de Ibi, una localidad de Alicante donde el grupo opera con la sociedad FDJ Ninco.
La empresa factura 30 millones y mantiene 170 empleos en las dos fábricas de Sant Quirze del Vallès y Alicante
La nueva etapa se produce mediante un plan de reestructuración de la deuda que todavía debe ser homologado ante el juzgado mercantil número 4 de Barcelona. Educa Borrás confía en que salga adelante sin problemas, ya que se trata de un plan consensual con los acreedores –un grupo de entidades financieras–, Cheyne Capital y la antigua propiedad, que estaba en manos de la sociedad Team Toys. Según el Registro Mercantil, está controlada por Jose Maxenchs, Florenci Verbón y Jorge Moya.
El acuerdo contempla tres aspectos clave: Cheyne Capital invierte cuatro millones en Educa Borrás y capitaliza esta inversión tomando el 100% de la propiedad. El mismo fondo compra los 15 millones de deuda a los bancos y establece una espera de cinco años con la sociedad y, por último, los bancos (CaixaBank, Banc Sabadell, Banco Santander, Caixa Enginyers…) acuerdan mantener cinco millones de euros de crédito circulante. Además, se pacta una reestructuración de una deuda de dos millones con Toro Capital.
En todo este proceso, la empresa ha sido asesorada por Victor Pedrosa, director sénior de Alvarez & Marsal, mientras que el asesor legal ha sido el bufete Pérez Llorca y el experto en reestructuración designado por el juez, el grupo Crowe. En cuanto a Cheyne Capital, es un fondo que invierte en empresas en situaciones especiales. En España es destacada su presencia en La Menorquina, Deoleo, Lecta y Naviera Armas.