A Nvidia no le frena ni la guerra de los aranceles. La compañía dirigida por Jensen Huang obtuvo un crecimiento de cerca el 70% en los ingresos trimestrales, en tanto que las ventas crecieron un 73%, a medida que continúa el auge del gasto en microchips para la inteligencia artificial (IA). Este impulso se produce a pesar de la incertidumbre económica y que los gravámenes a las exportaciones han afectado las ventas en China.
Una vez cerró la sesión en el parqué neoyorquino, Nvidia reportó unas ganancias de 44.100 millones de dólares en el pasado trimestre, un 69% por encima del resultado logrado hace un año y por encima de las expectativas de Wall Street, que previó que esa cifra se quedaría en 43.300 millones de dólares.
Sin embargo, la empresa que está en el centro del gasto global compulsivo en la infraestructura de la IA calculó unos ingresos de 45.000 millones para el trimestre actual, por debajo del número calculado por Bloomberg, de 45.500 billones.
En un un comunicado de la empresa, Huang recalcó que estaban observando una “increíblemente fuerte demanda” por sus productos. Las acciones subieron un 4% en la extensión del mercado bursátil.
Este mensaje positivo se produce mientras la compañía afronta el impacto de la guerra comercial desastada por presidente estadounidense, Donald Trump, así como las nuevas restricciones impuestas el pasado mes que previenen la venta de microchips de IA diseñados específicamente para el mercado del gigante asiático.
El grupo consiguió 45.000 millones de dólares en el trimestre de abril como resultado de esas restricciones y dijo que había perdido oportunidades adicionales de 2.500 millones en ventas. Su orientación para el periodo actual refleja una pérdida de 8.000 millones en ingresos por ventas no realizadas en China.
El beneficio neto aumentó un 26%, hasta 18.000 millones, con un incremento de 76 céntimos por acción, algo por debajo de las estimaciones de 19.500 millones, o 60 céntimos por título en relación a hace un año.
