Oferta monetaria en máximo histórico: un imán para el precio de bitcoin

  • Los inversores terminarán conociendo y valorando la escasez de bitcoin.

  • «La impresora de dinero no ha funcionado a tanta temperatura desde el COVID», dice analista.

La masa monetaria global (M2 global) se encuentra en niveles sin precedentes. Actualmente rondando los USD 137 billones, y experimentando un incremento casi lineal en los últimos dos años, esta métrica funge como un imán que, si la historia se repite, llevará a bitcoin (BTC) hacia nuevos techos.

De acuerdo con Jesse Myers, jefe de estrategia de Bitcoin de la empresa The Smarter Web Company, la «impresora de dinero» mundial «no ha funcionado a tanta temperatura desde el COVID-19». Recordemos que, en los años de la pandemia, la oferta monetaria global se aceleró de forma notable, creciendo en un 21% hasta finales del 2020.

Para el analista, este ritmo de expansión tiene implicaciones directas sobre los activos escasos. Subraya que el oro ha reaccionado al alza, marcando nuevos máximos históricos este año, mientras que bitcoin «parece estar rezagado, igual que ocurrió en 2020». Esto indica que el precio de BTC se multiplicó por seis entre el cuarto trimestre de 2020 y el primero de 2021, impulsado, precisamente, por la expansión monetaria de aquel momento.

Por definición, la M2 global es un indicador que mide la cantidad total de dinero en el mundo, incluyendo efectivo y depósitos bancarios. Refleja la liquidez mundial y sirve para evaluar cómo las políticas monetarias afectan la economía y los mercados financieros.

La correlación entre la expansión de la M2 global y el comportamiento de bitcoin se ha reforzado con el tiempo. De hecho, la masa monetaria global nunca había alcanzado niveles tan altos como en 2025. Y en términos históricos, cada fase de expansión monetaria masiva ha coincidido, con cierto desfase, con aumentos sostenidos en el precio de bitcoin, lo que refuerza la tesis de que el activo digital reacciona a la depreciación del dinero fíat.

Si vemos la gráfica a continuación, podemos evidenciar que, efectivamente, el precio de BTC ha seguido de cerca a la liquidez monetaria global, manteniendo ascensos que han llevado al activo digital a marcar nuevos máximos históricos:

Gráfico de dos líneas, una rosada que refleja la liquidez monetaria global, y una blanca que representa el precio de bitcoin.
El precio de BTC ha seguido de cerca al crecimiento de la masa monetaria global. Fuente: Bitcoin Counter Flow.

Doris Yau: «La liquidez primero va al oro, luego rota hacia bitcoin»

Para ahondar sobre este tema, CriptoNoticias conversó con la analista financiera panameña Doris Yau, quien explica que la expansión monetaria actúa como «catalizador directo, pero en etapas».

Según su análisis, «el oro absorbe la liquidez primero y cuando consolida o retrocede, esa liquidez migra hacia bitcoin». Para Yau, este patrón se repite de forma consistente: «Bitcoin sigue el comportamiento del oro, pero con semanas de desfase. El mercado no descuenta todo de inmediato, porque la rotación de capital entre activos toma tiempo».

Su argumento se centra en la escasez verificable de bitcoin como ventaja estructural frente a otros activos refugio. «La diferencia fundamental es la certeza», puntualiza. «Bitcoin tiene 21 millones, punto. Con el oro no sabemos cuánto se extraerá mañana y con los bonos dependemos de decisiones políticas cambiantes», sugiere.

«El oro mantiene ventajas por su menor volatilidad y legitimidad institucional; pero a mediano y largo plazo, la escasez de bitcoin es superior porque es verificable en tiempo real por cualquiera. Es escasez transparente versus escasez asumida», sostiene.

Yau subraya, además, que la expansión de exposición institucional a bitcoin avanza más lentamente que en ciclos anteriores. «Los inversores institucionales sí aumentarán su exposición a bitcoin, pero de forma más gradual que en 2020».

El contexto cambió: ahora tenemos fondos cotizados (ETF), custodia regulada, empresas públicas con bitcoin en balance. Las institucionales ya no hacen inversiones del 1%. Están considerando 3% a 5%, y eso requiere más tiempo y diligencia.

Doris Yau, analista financiero.

Sobre los ciclos históricos de bitcoin, la analista considera que no han desaparecido, sino que evolucionan. Considera así que es prematuro declarar muertos los ciclos tradicionales.

Fotografía de la analista financiero Doris Yau.
Yau coincide en que la expansión monetaria es beneficiosa para el precio de BTC. Fuente: Cortesía.

«Los halvings de Bitcoin siguen reduciendo oferta con demanda creciente, eso genera presión alcista inevitable. Lo que está cambiando es la amplitud de las oscilaciones», comenta. Y enfatiza que «evolucionaremos hacia ciclos más largos, de cinco o seis años, con menor volatilidad, pero mayor correlación con el entorno macro».

«Bitcoin está dejando de ser nicho para convertirse en un activo macro», afirma la especialista, quien concluye que la clave del momento actual está en entender que la política monetaria global actúa como una ola: primero afecta a los activos más líquidos y tradicionales, y solo después se traslada a los más innovadores. «La liquidez no llega toda a la vez; llega en oleadas. Y bitcoin siempre va en la última», indica.

Jack Garzón: «El dinero que entra en la economía no está descontado»

CriptoNoticias también conversó con el inversor venezolano Jack Garzón, quien coincide en que la expansión monetaria global puede detonar un nuevo ciclo de revalorización para bitcoin, aunque con matices.

«El tema de la liquidez global afecta en dos aspectos: uno es el especulativo, que puede estar descontado, y otro es el práctico, es decir, el dinero que en realidad va a estar circulando en la economía. Ese dinero no está descontado», señala.

Para Garzón, cuando ese flujo empiece a rotar, «tardará unos meses en empezar a moverse hacia distintos vehículos de inversión». «Ciertamente, un porcentaje de esa cantidad de liquidez rotará hacia bitcoin», afirma.

Ahora, no toda esa liquidez llegará a la invención de Satoshi Nakamoto, de acuerdo con Garzón. «Pero basta con que entre un porcentaje para que tengamos precios más interesantes en bitcoin», enfatiza.

La narrativa de la escasez programada también cobra relevancia frente a los activos tradicionales. Como lo ve el especialista, la premisa es que los activos limitados suelen revalorizarse y capitalizar la inflación, y los activos ilimitados suelen devaluarse y perder poder adquisitivo. «En ese orden de ideas, bitcoin puede capitalizar parte del flujo que va a salir del oro», señala, coincidiendo con la visión de la analista panameña.

Garzón, a su vez, interpreta que el actual movimiento del oro «no es simplemente para hacer dinero, sino para refugiarse de algo que el mercado interpreta».

En su opinión, los bonos del Tesoro estadounidense ya no cumplen su papel histórico como refugio. «Ciertamente, los bonos del Tesoro ya no son confiables, porque el rendimiento anual que ofrecen es menor a la inflación, y los inversores prevén que eso siga siendo así», destaca.

Ante esa pérdida de atractivo, considera probable «una rotación hacia activos limitados como bitcoin y acciones de las empresas más importantes del mundo».

Consultado sobre la respuesta de los inversores institucionales, Garzón estima que aún falta una corrección para atraer capital de gran escala. «Es una tendencia clara que grandes empresas privadas y públicas están añadiendo bitcoin a su tesorería. Sin embargo, no quieren comprar al precio actual. Creo que bitcoin tiene que caer para que entre dinero institucional y gubernamental grande», comenta.

También se muestra prudente respecto al fin de los ciclos tradicionales. Para él, «hay una alta probabilidad de que bitcoin abandone los ciclos de cuatro años, pero es un error apostar todo a un solo escenario».

Fotografía del analista e inversor Jack Garzón.
Garzón también cree que la expansión de la masa monetaria es positiva para bitcoin. Fuente: YouTube/JackGarzon.

Pese a ello, recuerda la magnitud del avance reciente: «Bitcoin viene desde los 15.000 dólares en 2022-2023 hasta más de 125.000 dólares este año. Es una revalorización importante, y eso hace que la balanza riesgo-beneficio no sea tan atractiva en este punto». Por tanto, sugiere «pensar en estrategias de toma de ganancia parcial».

El contexto macro: fin de los ciclos o maduración del activo

Las opiniones de Yau y Garzón contrastan con las visiones de analistas como Arthur Hayes, Willy Woo y alias Crypto Kakarot, quienes sostienen que el mercado de bitcoin ya no sigue los patrones de cuatro años determinados por el halving.

Hayes, cofundador de BitMEX, afirma que «los ciclos tradicionales de bitcoin están muertos» porque los responsables de la política monetaria en Estados Unidos y China «están decididos a realizar una inyección de liquidez masiva en los próximos meses». Esto, según él, beneficiará a bitcoin e impedirá que se repita el patrón histórico.

El analista y trader profesional, Willy Woo, considera que, de los dos ciclos que históricamente impulsaban el precio —el del halving y el de la liquidez global—, solo este último sigue vigente como «fuerza dominante».

Recuerda que el activo aún no ha enfrentado una recesión profunda y que una futura contracción económica severa «será la prueba definitiva para bitcoin».

Por su parte, Crypto Kakarot sostiene que la FED «ha mantenido los tipos de interés muy altos por más tiempo del necesario» y que eso, sumado a la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, «ha fracturado el ciclo de cuatro años de bitcoin».

En medio de estimaciones y opiniones, el mercado mantiene a bitcoin por encima de los 110.000 dólares tras semanas de volatilidad, en un entorno donde los inversores evalúan si el activo repetirá la dinámica post-COVID de 2020 o si la expansión de liquidez global generará un nuevo paradigma más estable y prolongado.

El gráfico de masa monetaria M2 global muestra que la impresión de dinero no se ha detenido. Cada incremento en la liquidez disponible reduce el valor relativo de las monedas fíat y eleva el atractivo de activos con oferta limitada. Bitcoin, con su emisión programada y predecible, encarna esa narrativa de escasez digital.

Así las cosas, cabe recordar aquel famoso dicho: la historia no se repite, pero rima. Es decir, si se mantienen las condiciones alcistas en la M2 global, sería inminente un incremento en el precio del activo digital.

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