Orbán amaga con bloquear las sanciones a Rusia

El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, está volviendo a poner a prueba la paciencia de sus homólogos europeos al bloquear la renovación de las sanciones comunitarias a Moscú. Las sanciones, que restringen en gran medida el comercio con Rusia e incluyen las medidas que inmovilizaron los activos del banco central ruso, deben renovarse para los próximos seis meses antes del próximo 31 de enero, pero ahora Budapest vuelve a demostrar que va por libre por su amistad con Vladímir Putin y de momento ha bloqueado la extensión durante semanas porque argumenta que causan un grave perjuicio a la economía húngara.

El asunto puede centrar la reunión de ministros de Exteriores que se celebra este lunes en Bruselas, la primera con Donald Trump ya instalado en la Casa Blanca. Primero, Orbán quería esperar a la inauguración de la presidencia del magnate para decidir sobre la renovación de las sanciones. Una vez superada, ha encontrado un nuevo objetivo: ahora, lo que quiere es presionar a la UE para que convenza a Ucrania de volver a permitir el tránsito de gas ruso hacia Europa.

Hungría quiere como condición que la UE convenza a Ucrania de volver a permitir el tránsito de gas ruso

“Es inaceptable que suframos las consecuencias económicas de las sanciones para ayudar a Ucrania y que eso nos meta en problemas. No lo permitiremos”, aseguró el viernes en una entrevista en la radio, diciendo que solo llevaría “una llamada de teléfono” de la UE para convencer a Ucrania de levantar el veto al gas. El problema para Hungría es que mientras muchos países de Europa Occidental han avanzado en su independencia del gas ruso, este país sigue obteniendo el 80% de este hidrocarburo gracias a Moscú.

Pero ya existen algunas señales de que el ultraderechista húngaro podría recular. En la reunión de embajadores del viernes en Bruselas, Hungría impidió que se renovaran pero aceptó que la renovación de las sanciones pudiera ser puesta en la agenda de la cumbre de hoy. Que el mismo Trump haya amenazado a Putin con más sanciones podría ayudar a convencer a Orbán, que hasta ahora decía que quería esperar a saber qué opinaba el nuevo presidente de EE.UU. de la cuestión. Esto, según varios diplomáticos europeos, puede decantar la balanza para que Orbán termine cediendo incluso este mismo lunes después de otra larga discusión.

“Está jugando con fuego si realmente sigue adelante con esto. Esta claro que si Budapest bloquea la renovación de las sanciones tendrá problemas, tanto internamente en la UE como con sus relaciones transatlánticas”, apunta una fuente diplomática. “Confiamos en que sucederá. Hasta ahora desde la invasión la UE siempre ha logrado la unidad para tomar medidas decisivas y ser sólidos en nuestro apoyo a Ucrania. Espero realmente que sea el caso ahora”, indica otro diplomático europeo.

Pero renovarlas requiere unanimidad, y de no lograrlo no solo tendría consecuencias internas, sino también crearía un problema con el G-7 ya que los activos congelados están siendo usados para el préstamo de 50.000 millones de dólares para ayudar a Ucrania.

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