
El cineasta Paul Schrader, de 78 años, ha sido acusado en una demanda de agredir sexualmente a su exasistente personal, de 26, despedirla cuando se negó a seguir aceptando sus insinuaciones e incumplir el acuerdo alcanzado por ambas partes que pretendía mantener la confidencialidad de las acusaciones.
La exasistente, identificada en los documentos judiciales como Jane Doe, un pseudónimo para preservar su identidad, demandó al cineasta y a su productora el jueves. En la misma solicita una orden judicial para hacer cumplir el acuerdo después de que Schrader declarara que no podía cumplirlo. Los términos, incluido un pago monetario, no fueron revelados. “Este es un asunto de cumplimiento de acuerdo claro y evidente”, afirma el abogado de la demandante, Gregory Chiarello, en los documentos judiciales.
Schrader niega la supuesta agresión
Por su parte, el abogado de Schrader, Philip J. Kessler, calificó la demanda de “desesperada, oportunista y frívola” y afirmó que muchas de las acusaciones que contiene son falsas o sustancialmente engañosas. “Negamos rotundamente que haya existido alguna relación sexual entre el Sr. Schrader y su exasistente, y negamos que el Sr. Schrader haya intentado alguna vez tener una relación sexual con su exasistente”, declaró Kessler.
La demanda, presentada en un tribunal de Nueva York, expuso las acusaciones que el acuerdo confidencial entre Doe, de 26 años, y Schrader, de 78, pretendía mantener en secreto. Entre ellas, la denunciante afirma que el cineasta la atrapó en su habitación de hotel, la agarró de los brazos y la besó contra su voluntad el año pasado mientras promocionaban su última película, Oh, Canada, en el Festival de Cine de Cannes, Francia. Dos días después, según la demanda, Schrader llamó a Doe repetidamente y le envió mensajes de texto furiosos, diciéndole que se estaba “muriendo” y que no podía hacer el equipaje. Cuando Doe llegó para ayudarle, según la demanda, Schrader le mostró sus genitales al abrir la puerta de su habitación de hotel, vestido únicamente con una bata abierta.
Doe alega que Schrader la despidió en septiembre pasado después de que ella rechazara nuevamente sus insinuaciones. Poco después, según la demanda, le envió un correo electrónico expresando su temor de convertirse en un “Harvey Weinstein” para ella. Weinstein, el magnate del cine convertido en villano del movimiento #MeToo, fue condenado por violación en Los Ángeles en 2022 y espera un nuevo juicio el 15 de abril en su caso de violación en Nueva York. Según la demanda, Schrader aceptó el acuerdo el 5 de febrero, pero cambió de opinión tras una enfermedad y una profunda introspección.
Schrader comunicó a través de sus abogados el mes pasado que “no podía aceptar el acuerdo”, según la demanda. Kessler lo refutó. “El acuerdo que intentan hacer cumplir contra el Sr. Schrader, dicho de forma sencilla, requería que ambas partes lo firmaran antes de que entrara en vigor”, declaró Kessler. “El Sr. Schrader se negó a firmarlo. Francamente, es así de simple”.
Doe trabajó para Schrader de 2021 a 2024, según la demanda. Durante ese tiempo, según Kessler, publicó en redes sociales cuánto amaba su trabajo y se refirió a Schrader como un mentor extraordinario.
La sombra de Harvey Weinstein
Schrader saltó a la fama gracias a sus colaboraciones con el director Martin Scorsese, comenzando con “Taxi Driver” en 1976. La icónica frase de Robert De Niro, “You talkin’ to me?» (Me estás hablando?), se encuentra entre las mejores frases cinematográficas de todos los tiempos según el American Film Institute. Schrader coescribió el drama de boxeo de Scorsese de 1980, “Toro salvaje”, también protagonizado por De Niro, y fue autor de su epopeya religiosa de 1988, La última tentación de Cristo, y de su drama paramédico de 1999, Bringing Out the Dead. También ha dirigido 23 películas, entre las que destaca American Gigolo de 1980, que también escribió. Recibió su única nominación al Oscar por escribir First Reformed, un thriller de 2017 sobre un pastor de un pequeño pueblo que también dirigió.
Crítico con el movimiento #MeToo
Schrader declaró a The Associated Press el año pasado que hizo Oh, Canada —la película que, según Doe, los llevó a Cannes— mientras reconciliaba su propia mortalidad tras una serie de hospitalizaciones por COVID persistente.
En 2016, Schrader declaró a The Hollywood Reporter que la policía lo visitó después de que despotricara en Facebook sobre la entonces inminente presidencia de Donald Trump. Schrader escribió que la elección de Trump fue “una llamada a la violencia” y dijo que la gente debería estar “dispuesta a tomar las armas”.
En 2023, criticó duramente a los Oscar, calificándolos de una lucha por “ser más conscientes” con iniciativas de diversidad y un mayor número de votantes internacionales. Y en 2021, tras el movimiento #MeToo, denunció la llamada “cultura de la cancelación”, declarando a Deadline que era “tan contagiosa, como el virus Delta”. “Si tu amigo dice: ‘Están diciendo cosas terribles sobre mí que no son ciertas’, tienes miedo de defenderlo, porque podrías contagiarte de ese virus también”, declaró Schrader a dicha publicación.