¿Peleando por OP_RETURN? Esto es bueno para Bitcoin

De las crisis surgen las oportunidades. Aunque suene a frase de autoayuda para ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, en un mundo en crisis de oportunidades, Bitcoin nos ofrece la oportunidad de la crisis para hacer las cosas cada vez mejor. 

Una crisis es una ruptura en el continuum de la normalidad. Un evento sobrevenido corta el flujo habitual de los acontecimientos y exige ser pensado para decidir cómo proseguir. No es casual que crisis, criterio y crítica compartan raíz etimológica. Una crisis demanda la formación de un criterio para poder hacer la crítica más acertada de los acontecimientos.  

Ya hemos comentado esta idea, planteando que Bitcoin es la crisis del sistema financiero heredado. Pero dentro de la historia de Bitcoin las crisis también han sido regulares, al punto de que a algunas incluso se les ha calificado de guerras. Tenemos la llamada Guerra del Tamaño de Bloques, el debate sobre la escalabilidad que decantó en la bifurcación de BCash. Y, al estilo de los diez años que duró la Guerra de Troya, este año se ha renovado el conflicto iniciado en 2014 conocido como las Guerras de OP_RETURN. 

El plural es intencional en Guerras porque ha sido un conflicto que se ha suscitado en más de una oportunidad. Tiene sentido, al tratarse de un conflicto esencialista pero también ético, una discusión sobre la naturaleza de ese Ser críptico que llamamos Bitcoin, y, más aún, sobre qué debe ser Bitcoin. 

Es inevitable que el debate sobre la esencia de Bitcoin sea una constante. Al ser una red abierta, neutral y sin líderes, no hay una figura central que determine de una vez por todas qué es y qué debe ser Bitcoin. Solo las reglas de consenso y el consenso sobre las reglas ofrecen una guía. Tenemos el límite de suministro, el límite del espacio de bloque, la prueba de trabajo y el mayor trabajo acumulado; todas reglas inamovibles a menos de que se haga un hard fork. Sin embargo, permissum videtur id omne quod non prohibitur; todo lo que no está prohibido, está permitido… ¿o no? 

Aparte de las reglas de consenso, hay otro subconjunto de acuerdos, conocidos como reglas de estándar, que cada cliente o implementación del software Bitcoin (como Bitcoin Core), aplican para decidir qué transacciones consideran «estándar» y, por lo tanto, retransmiten o incluyen en su mempool. Entre estas reglas de estándar está el límite de OP_RETURN. 

El límite de 80 bytes para OP_RETURN se estableció en 2014 en Bitcoin Core para evitar que transacciones no monetarias congestionaran la red y aumentaran el peso de la contabilidad de Bitcoin, aumentando los costos de almacenamientos de correr un nodo de Bitcoin. Fue una suerte de concesión disuasoria, en la que se reconoció que había usuarios que consideraban que Bitcoin, aparte de una red de dinero, es también la más robusta base de datos descentralizada de la historia, pero que, al mismo tiempo, limitaba la cantidad de datos que podían registrarse a través de Bitcoin Core en la red. 

Eliminar este límite ha sido la raíz de un debate feroz en la comunidad de Bitcoin. O al menos en una parte, aparentemente menor, de ella. Es curioso notar que, hace años, un debate como este hubiera asustado a los inversionistas y, por cautela, hubieran reducido sus posiciones en BTC. Que el precio este repuntando por encima de los USD 100k sugiere que la mayoría de los poseedores de bitcoin actuales probablemente no sean conscientes de la guerra en curso.  

Esto revela una cierta cultura de confianza en los mantenedores del software Bitcoin, por no llamarla más bien cultura de indiferencia a los asuntos fundamentales que no son precio, que puede ser peligrosa a largo plazo para que la gobernanza de la red se mantenga estricta. Por eso es valioso que, al menos en una parte de la comunidad, siga habiendo conflicto y accountability. 

El límite se quiere eliminar porque el ingenio humano ha encontrado formas de bypassearlo. Suena como un argumento insuficiente, como decir que se legalizaría robar porque no ha frenado los robos. No obstante, hay desarrolladores que ponderan que el límite hace más daño que beneficio.  

Las transacciones con OP_RETURN son no gastables. Esto quiere decir que, si bien pueden aumentar el peso del libro contable de Bitcoin, no congestionan el UTXO Set. El UTXO set es el conjunto de transacciones válidas que pueden ser gastadas en la red Bitcoin. Esto es almacenado en cada nodo para validar nuevas transacciones, verificando que las entradas referencien UTXO válidos y así evitar el doble gasto, y optimizar la verificación, ya que no es necesario recorrer toda la contabilidad para validar una transacción. Esto último nos lleva al matiz importante: un nodo puede “podar” el libro contable, pero no el UTXO Set. 

Las alternativas a OP_RETURN, como el uso del script P2TR, congestionan el UTXO Set. Esta fue la razón por la que Casey Rodarmor, creador de Ordinals, disuadió de usar Inscripciones y promovió el uso de Runes. Pero ahora, el ZK-Rollup Citrea está utilizando el antedicho script para poder implementar su puente Clementine

Esto es lo que ha reavivado la batalla, abriendo una nueva brecha en la comunidad, con un bando argumentando que el límite no debe eliminarse porque promueve transacciones spam, es decir, no monetarias; y otros bandos aduciendo que produce más costos que beneficios. Pero, desde nuestra perspectiva, lo que enseña este debate sobre Bitcoin es mucho más importante que el debate en sí mismo. 

Sea o no eliminado el límite, los interesados pueden pagar a su pool de minería favorito para registrar su transacción no monetaria en la contabilidad, tal como hicieron Taproot Wizards y el pool Luxor al registrar la transacción más pesada de la historia (3,94MB) para una inscripción de Ordinals, o como se hace a través de servicios como Libre Relay y MARA Slipstream. 

Los clientes y nodos pueden establecer políticas para decidir qué transacciones pasan por sus mempool, pero una vez que esta transacción sea añadida en un bloque a la cadena, formará parte de la contabilidad para siempre. Pueden podar su contabilidad, pero no pueden podar el UTXO set. 

De ahí que el verdadero meollo de esta crisis sea más político-filosófico que técnico. Sobre todo, porque se ratifica la naturaleza adversarial de Bitcoin. A pesar de que en la solicitud de integración para eliminar el límite de OP_RETURN hay más votos en contra que a favor, y de que el debate sigue abierto, y de que son bajas las probabilidades de que los mantenedores principales de Bitcoin Core avancen con la eliminación en el corto plazo, muchos operadores de nodo han decidido migrar de Bitcoin Core a Bitcoin Knots. 

Gráfico que compara los nodos de Bitcoin, con los de Bitcoin Core y Bitcoin Knots desde 2020 hasta 2025.
Bitcoin Core sigue manteniendo más de 90% de dominancia. Fuente: Coin.Dance 

La manera en que ha sido empujada la solicitud de integración ha generado desconfianza entre los bitcoiners. Primero por la manera en que el desarrollador Peter Todd eliminó la opcionalidad del límite para la configuración manual de los clientes, así como por las denuncias de censura que hubo al eliminar comentarios en GitHub. Luego, por conflictos de interés, como las inversiones de Jameson Lopp en Citrea. Pero finalmente por un asunto ontológico y ético: qué es bitcoin y qué debe ser Bitcoin

Muchas de las personas que han migrado a Knots lo han hecho por una cuestión de principios, incluso bajo el riesgo de que Knots es mantenida casi exclusivamente por quien probablemente sea el mayor militante contra las transacciones no monetarias en Bitcoin, el desarrollador Luke Dashjr, mientras que Core cuenta con decenas de desarrolladores revisando el código. Más allá de lo técnico, parece haber un desacuerdo en que los mantenedores de Core estén de acuerdo en dar carta blanca a quienes se dice están llenando de spam la red. Consideran que eso no debe ser Bitcoin, más allá de que pueda, en efecto, serlo. 

Ahí radica la verdadera importancia de este debate. Nos recuerda que Bitcoin está construido como una resolución del problema de los generales bizantinos, donde la desconfianza sobre las verdaderas intenciones del resto de los actores es una premisa. Por lo tanto, estas crisis reafirman la importancia de mantener la sospecha y la guardia alta, porque desconocemos en qué momento los desarrolladores pueden ser comprados para capturar a Bitcoin, más aún en un contexto de bitcoinización del Estado. 

Pero sobre todo, este debate es bueno para Bitcoin porque nos muestra que, ante las crisis y disputas, la mejor respuesta posible es descentralizar más. La hegemonía de Bitcoin Core como único cliente relevante durante tantos años se ha convertido en un punto único de fallo que a estas alturas no debería ser admitido. Otra vez, ante una crisis, aumenta nuestro criterio con ojo crítico, y, como suele suceder, la solución final encontrada es «descentralicemos más». 

La decisión que se tome no cambiará la esencia de lo que es Bitcoin, es decir, las reglas de consenso. Al tratarse de una regla de estándar, cada implementación o cliente de Bitcoin puede decidir si enforzarla o no. Así como la implementación Bitcoin Knots aplicará todos los estándares posibles para rechazar este tipo de transacciones, otro desarrollador puede crear un nuevo cliente que, por el contrario, aplique todas las facilidades para promover el uso de Bitcoin como base de datos de JPEG. Al final, el mercado decidirá qué es lo que realmente valora sobre Bitcoin, tal como lo ha hecho durante toda su historia. 

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