La Casa Blanca publicó un informe sin precedentes titulado «Fortalecer el liderazgo americano en tecnología financiera digital», mostrando, una vez más, que Estados Unidos busca regular la industria de los activos digitales y añadir bitcoin (BTC) a sus reservas estratégicas, a la par del oro y las divisas.
El documento de más de 100 páginas, preparado en cumplimiento de una orden ejecutiva del presidente Trump, propone la creación de una «Reserva Estratégica de Bitcoin» y una «Reserva de Activos Digitales de Estados Unidos». El plan, según el documento, sería implementado sin nuevos impuestos, lo que ha desatado una ola de especulación sobre la posibilidad de que el gobierno estadounidense revalorice o venda parte de sus vastas reservas de oro para adquirir BTC.
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Pero más allá del titular explosivo, el informe desgrana un cambio de paradigma completo en la postura que solía tener Estados Unidos hacia bitcoin y otros activos digitales. Se trata de un plan integral para cimentar el liderazgo del país en la nueva economía digital, recomendando al Congreso medidas legislativas para desregular, innovar y proteger, tal como lo informó CriptoNoticias.
Tras la publicación del informe, la comunidad de bitcoin desató un intenso debate que combina euforia, escepticismo y un análisis detallado. Esto evidencia que el contenido del informe no cumplió con las expectativas de todos.
La facción más optimista ve el informe como una validación histórica. Usuarios como casTom resumieron su visión en X (antes Twitter): «¡Actualización de la Casa Blanca sobre criptomonedas! […] EE. UU. impulsa el liderazgo… ¡Se avecinan tiempos emocionantes!».
Su análisis destaca varios puntos clave que incluye el informe como las nuevas leyes para las finanzas descentralizadas (DeFi) y stablecoins, la CFTC supervisando los mercados y, crucialmente, la prohibición de las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC) que el gobierno asegura es para proteger la privacidad.
Este sentimiento es compartido por Major Max Bitcoin, quien celebra la luz verde a las stablecoins y el posible acceso de los bancos para ofrecer servicios con bitcoin y criptomonedas. Su comentario va un paso más allá: «Liquiden las reservas de oro de Fort Knox, compren bitcoin a toda máquina para la Reserva Estratégica de Bitcoin. Ahí tienen sus regulaciones presupuestarias neutrales. De nada».

Este optimismo ha encontrado un poderoso aliado en el Capitolio. La senadora Cynthia Lummis, una de las voces pro bitcoin más influyentes en la política estadounidense, quien no tardó en elogiar el informe, calificándolo como «un importante paso adelante para el liderazgo de Estados Unidos en innovación financiera».
Para Lummis, las propuestas del informe son un eco de las políticas que ha impulsado durante años, desde marcos regulatorios flexibles («Fintech Sandbox») hasta reformas fiscales para mineros y stakers. Su respaldo es total: «este año es el año de los activos digitales», sentenció.
También los desarrolladores y tecnólogos ven algo más profundo. Sreeram Kannan, fundador de EigenLayer, una plataforma de re-staking de Ethereum, expresó su sorpresa y entusiasmo por el cambio de tono del gobierno: «Después de años realmente duros desde el punto de vista regulatorio, no esperaba ver este cambio tan grande en la actitud del gobierno».
Para él, lo más emocionante es ver que conceptos técnicos de vanguardia como el «restaking» y la «disponibilidad de datos» son mencionados en un informe de la Casa Blanca. Es un reconocimiento al trabajo de base que se está haciendo en la industria, validando la innovación mucho más allá de la especulación financiera.
¿Dónde está el bitcoin que todos esperaban?
Sin embargo, no todo el mundo se manifiesta optimista, pues una parte de la comunidad señala que las promesas del informe son ambiguas o que, directamente, no dicen lo que esperaban.
El usuario AI·Socatis enfría las expectativas con un análisis más sobrio: «— No se menciona ningún plan de reserva de Bitcoin — Hay mayor enfoque en la regulación y mitigación de riesgos. Los activos digitales ahora se enmarcan como parte de la estrategia económica de EE. UU. Un paso adelante en la política, pero ningún BTC en el balance (todavía)».
Para los escépticos, el informe representa un avance en política regulatoria, pero la propuesta de una reserva estratégica de BTC es más una inferencia que un plan concreto y detallado. Esto se debe a que, desde abril, la comunidad aguarda con expectativa que el gobierno revele cuántos bitcoins posee realmente y sus estrategias para acumular.

Por ello, las críticas giran en torno a la falta de transparencia por parte del gobierno. Joey Football lo resume de forma contundente: «Solo tenían que decirles a todos cuánto bitcoin tiene el gobierno de EE. UU., y todos estarían contentos. Sin embargo, ni siquiera pudieron hacer eso».
En definitiva, el informe de la Casa Blanca es, sin lugar a dudas, un documento histórico. Si bien la comunidad está dividida sobre el alcance real de la propuesta de una reserva de Bitcoin, el consenso es claro en un punto: la era de la hostilidad regulatoria parece haber terminado.
La euforia de unos, el escepticismo de otros y la validación sentida por los constructores pintan el retrato de una comunidad que ahora mira hacia Washington sin temor y con una mezcla de esperanza y exigencia. El documento de la Casa Blanca asienta las palabras ya mencionadas anteriormente, pero ahora lo que espera la comunidad de bitcoin es que se conviertan en hechos.