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Bitcoin puede seguir generando beneficios en una cartera de inversión, según Fidelity.
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El aumento de la deuda estatal beneficia a bitcoin y activos «de riesgo».
Desde su creación en 2009, bitcoin (BTC) ha atravesado múltiples ciclos económicos, pero nunca se ha enfrentado a un período de estanflación prolongada en economías clave como Estados Unidos y otras potencias financieras.
Su historia está marcada por eventos como la crisis financiera de 2008, la pandemia de COVID-19 y la volatilidad del sector tecnológico, pero hasta ahora no ha sido probado en un entorno donde la inflación elevada convive con un crecimiento económico estancado.
La estanflación es un fenómeno económico caracterizado por la combinación de tres factores negativos. El estancamiento económico o crecimiento económico muy lento, inflación alta, lo que significa un aumento generalizado de los precios y el desempleo elevado.
La pregunta que surge es: ¿Cómo respondería bitcoin en un escenario de estanflación?
Factores que podrían impulsar su demanda
Según un informe de Fidelity Digital Assets, el comportamiento de bitcoin en un entorno estanflacionario dependerá en gran medida de las respuestas de la política fiscal y monetaria.
Si los bancos centrales optan por mitigar la desaceleración económica con políticas expansivas, como el aumento del gasto público o la flexibilización monetaria, bitcoin podría beneficiarse.
Como lo indica la Criptopedia, sección educativa de CriptoNoticias, esto se debe a que la moneda digital es un activo escaso y descentralizado, que históricamente ha reaccionado positivamente a la expansión de la base monetaria.
Otro factor relevante es el aumento de la deuda estatal. En un contexto donde los gobiernos deben recurrir a mayor emisión monetaria para financiar déficits crecientes, los inversionistas podrían buscar refugios alternativos frente a la depreciación de las monedas fíat, explica Fidelity.
Bitcoin, al igual que otros activos escasos, podría captar parte de esa demanda.
¿Un patrón similar al oro?
Para evaluar el posible desempeño de bitcoin en un entorno de estanflación, Fidelity mira al oro como un referente.
Durante la crisis inflacionaria de los años 70 y principios de los 80, el oro experimentó una apreciación significativa, especialmente en la «segunda ola» inflacionaria, como se aprecia en el siguiente gráfico.

Su papel como reserva de valor y cobertura frente a la incertidumbre le permitió mantenerse como un activo atractivo en ese período.
Bitcoin comparte algunas características con el oro, como su oferta limitada y su descentralización, lo que ha llevado a algunos inversionistas a considerarlo una versión digital del metal precioso.
Para Fidelity existen diferencias clave: mientras el oro tiene una historia milenaria de aceptación global, bitcoin sigue consolidándose en términos de regulación, adopción y estabilidad de precios.
Sin embargo, el oro no es escaso en la misma medida que bitcoin. El surgimiento de nuevas reservas, como la que encontró China en noviembre del año pasado, estimadas en más de 1.000 toneladas, incrementan la oferta de oro en el mercado.
Riesgos y desafíos en el horizonte
A pesar de los posibles beneficios, bitcoin también enfrenta desafíos en un escenario de estanflación.
Si los bancos centrales y los gobiernos priorizan el control de la inflación sobre el crecimiento económico, podrían aplicar medidas restrictivas como el aumento de tasas de interés y la reducción de la oferta monetaria. Esto podría generar presión sobre los activos de “riesgo”, incluyendo bitcoin, al disminuir la liquidez en los mercados financieros.
Otro factor a considerar es la percepción del mercado. Si bitcoin continúa siendo visto como un activo especulativo en lugar de un refugio seguro, podría enfrentar volatilidad en momentos de incertidumbre macroeconómica.
“Aunque no sabemos lo que depara el futuro para el entorno macroeconómico de 2025, pensamos que bitcoin puede seguir proporcionando beneficios en un portafolio para múltiples escenarios económicos”, señala Fidelity.
Bitcoin, entre la oportunidad y la incertidumbre
El futuro de bitcoin en un escenario de estanflación sigue siendo una incógnita. Su desempeño dependerá en gran medida de las políticas económicas que adopten los gobiernos y de la evolución de su aceptación como activo financiero.
Si las condiciones favorecen la búsqueda de activos descentralizados y escasos, bitcoin podría consolidarse como un refugio digital. Sin embargo, si la restricción monetaria predomina y la percepción del mercado no cambia, podría enfrentar desafíos significativos, asegura Fidelity.
A medida que las economías avanzadas navegan por un panorama macroeconómico incierto, bitcoin enfrenta una de sus mayores pruebas hasta la fecha. Su capacidad para mantenerse relevante dependerá no solo de factores externos, sino también de la confianza de los inversores en su propuesta de valor a largo plazo.