Pedro Sánchez ha agradecido a Catalunya su “hospitalidad” ante la celebración este viernes de la conferencia de presidentes en Barcelona, por vez primera en los más de veinte años de historia de este foro de diálogo autonómico. El presidente del Gobierno ha querido trasladar así, en primer lugar, “el reconocimiento hacia unas instituciones históricas de Catalunya, y el respeto y agradecimiento a la sociedad catalana por contribuir y arrimar el hombro para poder entre todos dar respuesta a los principales problemas que tiene la sociedad catalana y española”.
Y respeto, también, a la lengua catalana. Sánchez ha resaltado que, ante la propuesta del catalán Salvador Illa y del vasco Imanol Pradales, para utilizar en esta cita, también por vez primera, sus propias lenguas, “no podíamos, lógicamente, sino decir que sí”. “Es la prueba de un proyecto de país que integra, que no excluye, que reconoce como activo lo que es la diversidad territorial de un gran país como es España”, ha resaltado Sánchez.
Todo ello ante una Isabel Díaz Ayuso que ha rechazado tajantemente el uso del catalán o el vasco en esta cita, y que incluso ha amenazado con irse si durante la conferencia de presidentes escucha otra lengua que no sea el castellano.
En su declaración, Sánchez ha resaltado la fortaleza del crecimiento económico y de la creación de empleo en España. “Nuestro país vive uno de sus mejores momentos de las últimas décadas”, ha subrayado. “Lo importante es saber que tenemos un horizonte optimista, esperanzador, sobre la situación que atraviesa nuestro país”, ha insistido el presidente del Gobierno. Un retrato de España, en todo caso, muy diferente del que dibuja el PP, que el próximo domingo se manifestará en Madrid en protesta contra “la mafia y la corrupción” que atribuye al jefe del Ejecutivo.
Tras la foto de familia presidida por Felipe VI, donde el jefe del Ejecutivo y los líderes autonómicos han mantenido todavía las formas pese a la tensión política reinante, Pedro Sánchez y Salvador Illa, anfitrión de la cita, han pronunciado sendas declaraciones institucionales para poner en marcha la XXVIII conferencia de presidentes que se celebra este viernes en el palacio de Pedralbes en Barcelona.
Pedro Sánchez y Salvador Illa han puesto en marcha la conferencia de presidentes con sendas declaraciones institucionales (Alberto Estevez / EFE)
En su breve intervención, Salvador Illa ha agradecido al presidente del Gobierno que aceptase su ofrecimiento, lanzado en la anterior reunión de Santander, de celebrar esta conferencia en Barcelona, “la primera en la que podremos usar las lenguas cooficiales”, ha valorado. Para el president, estas lenguas son “riqueza y patrimonio de todos”, un “símbolo de la pluralidad de nuestro país, y entenderlo es entender España”.
Illa también ha mostrado su apoyo a la propuesta del Gobierno en materia de vivienda, eje central de esta reunión. “Se trata de compartir diagnósticos en uno de los aspectos que más afectan a prosperidad”, ha dicho el jefe del Govern, obcecado en que Catalunya esté “a la vanguardia” de España en esta materia.
Illa valora el uso del catalán en la Conferencia de Presidentes como un «símbolo de pluralidad”
El president tampoco ha querido pasar por alto la tensión política que envuelve a esta conferencia, ante la que ha recetado “seny”, término traducible como “sentido común”. “Hago una apelación al ‘seny’”, a que nos expresemos y discutamos con sentido común, con voluntad constructiva, para que la conferencia sirva para reforzar el papel de instituciones”, ha lanzado el president.
“O dejamos la crispación en el perchero o este encuentro servirá para muy poco”, advierte Sánchez a los líderes autonómicos
Ya en su intervención a puerta cerrada, Sánchez ha desgranado sus propuestas en materia de vivienda ya adelantadas en la carta que remitió previamente a todos los presidentes autonómicos, desde triplicar la inversión pública en vivienda pública hasta los 7.000 millones de euros durante los próximos cinco años al blindaje de forma indefinida de la calificación de los pisos de protección.
Además, en materia de formación, el presidente ha asegurado que “ha llegado la hora de que pongamos orden y control a la oferta de centros privados de FP que están proliferando”. “Hay muchos fantásticos, pero también hay otros que no cumplen los estándares de calidad necesarios y son un problema para las familias, los estudiantes y las empresas que apuestan por ellos”. Sánchez ha propuesto crear un modelo integrado de autorización y supervisión de estos centros privados, y ha anunciado un nuevo programa con 175 millones de euros para garantizar el acceso a la educación infantil gratuita del alumnado de familias con rentas bajas.
Sánchez ha reconocido que “hay muchos más temas en agenda”, ante la catarata de asuntos impuestos por el PP en el orden del día. “Estoy deseando escuchar vuestras impresiones y propuestas –ha asegurado a los presidentes autonómicos-. Mi única petición es que los abordemos con honestidad y espíritu constructivo”. Y ha advertido que este foro “tiene una naturaleza conciliadora”. “No puede tomar decisiones, salvo si se obtiene el apoyo unánime de las comunidades y del presidente del Gobierno. Por eso, o dejamos la crispación en el perchero, o este encuentro servirá para muy poco. Lo cual sería una pena”, ha recalcado.
