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La actitud de los bancos ha evolucionado gracias a un entorno legal más permisivo.
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La compra intensiva de BTC por parte de grandes empresas también ha despertado el interés bancario.
El sector financiero global está atravesando cambios profundos. Muchas instituciones bancarias, antes reacias a las criptomonedas, están comenzando a incorporarlas a sus servicios o al menos a considerarlo, impulsadas por la alta demanda de sus clientes y por un entorno regulatorio en constante evolución.
Así, ante la presión de nuevas tecnologías y la competencia de las fintech, los grandes bancos han revalorizado al sector como un terreno competente en el que innovar, lo que ha abierto la puerta a distintas alianzas estratégicas.
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Por ejemplo, PNC Bank, uno de los gigantes financieros de Estados Unidos, anunció ayer su asociación con Coinbase, una de las plataformas de criptoactivos con mayor comercio del mundo. Esta alianza busca combinar su experiencia en servicios financieros, con la infraestructura tecnológica del exchange nacido en San Francisco.
En Europa, a principios de julio, BBVA dio un paso clave al recibir aprobación regulatoria para lanzar servicios de compraventa y custodia de bitcoin (BTC) y ether (ETH) en España. Este avance, respaldado por la normativa MiCA de la Unión Europea, le permite integrar estos servicios directamente en su app móvil, brindando a sus clientes una experiencia sencilla y centralizada.
Además, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España confirmó a CriptoNoticias que en las próximas semanas autorizará nuevas solicitudes de bancos interesados en ofrecer servicios con criptomonedas. Según el organismo, varias entidades están en proceso de tramitación, y las aprobaciones se anunciarán públicamente una vez completado ese proceso.
Por su parte, JP Morgan, el mayor banco de Estados Unidos, está explorando un enfoque diferente pero igualmente disruptivo: ofrecer préstamos respaldados por activos como BTC y ETH.
Como reportó CriptoNoticias, este servicio, que podría lanzarse en 2026, está diseñado para los «hodlers», aquellos inversores que prefieren mantener sus activos digitales a largo plazo pero buscan liquidez sin vender sus monedas.
Además, el banco está considerando aceptar fondos de inversión cotizados en bolsa (ETF) de bitcoin, como iShares Bitcoin Trust de BlackRock, a modo de garantía para préstamos. Este movimiento remarca la legitimidad cada vez mayor de los criptoactivos en las finanzas tradicionales.
En Asia, el grupo japonés Mitsubishi UFJ Financial Group (MUFG) —una holding financiera que supervisa varias subsidiarias entre ellas bancos—, junto con sus socios Sumitomo Mitsui Banking Corporation (SMBC) y Mizuho Financial Group, tres de las mayores entidades financieras del país, están impulsando una plataforma innovadora llamada Progmat, que se ha consolidado como el principal motor de la tokenización inmobiliaria en Japón.
Esta plataforma se especializa en la emisión de tokens de seguridad (security tokens) vinculados principalmente a grandes propiedades inmobiliarias.
Otro ejemplo es el de Standard Chartered, que ha pasado de la cautela a la acción decidida. La compañía británica afirma haberse convertido este mes en el primer banco global sistémicamente importante en ofrecer operaciones al contado de bitcoin y ether a clientes institucionales, utilizando sus plataformas tradicionales de trading para facilitar el acceso a estos mercados.
El banco ofrece custodia de criptoactivos, tokenización de activos digitales y acceso a través de sus empresas vinculadas, como Zodia Custody, Zodia Markets y Libeara.
Regulación más flexible y compras corporativas atraen el interés bancario
El cambio en la postura de los bancos también está impulsado por un entorno regulatorio más amigable, en medio del alza de bitcoin que este mes alcanzó un nuevo precio máximo histórico de 122.000 dólares (USD).
En Estados Unidos, la Reserva Federal (FED) eliminó en abril varias restricciones que limitaban las actividades bancarias con criptoactivos. Este giro, respaldado por el enfoque más abierto del actual gobierno de Donald Trump, ha dado a empresas como JP Morgan la confianza para explorar nuevos servicios.
Asimismo, desde EE. UU. acaban de marcar un antes y un después con la aprobación de la Ley GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoin), una legislación que establece un marco regulatorio claro para las stablecoins respaldadas por dólares, exigiendo que cuenten con reservas líquidas y transparentes, como efectivo o bonos del Tesoro.
Paralelamente, se aprobó en la Cámara de Representantes el proyecto de ley CLARITY, que define con mayor precisión qué activos digitales deben considerarse securities (valores) o commodities, delimitando así la jurisdicción de la SEC y la CFTC.
Ambos avances legislativos, impulsados por una administración decidida a posicionar a EE. UU. como líder en tecnología financiera, consolidan un cambio drástico respecto al enfoque más restrictivo del gobierno anterior.
Conviene mencionar que la acumulación masiva de bitcoin por parte de empresas como Strategy y Metaplanet también está acelerando el cambio de percepción hacia las finanzas descentralizadas. Bajo la tutela de Michael Saylor, Strategy ha convertido la acumulación de BTC en su estrategia corporativa clave, invirtiendo miles de millones de dólares desde 2020.
Por su parte, Metaplanet, una firma japonesa, ha adoptado una estrategia similar, comprando cantidades significativas de bitcoin para diversificar sus activos y protegerse contra la inflación. A esta tendencia se ha sumado además desde Latinoamérica esta semana Grupo Murano (MRNO), una firma de bienes raíces de México que cotiza en el Nasdaq.