Michael y Nathalie Albin son dos “entusiastas del mar” que al venir a vivir a Barcelona constituyeron Seven Seas Capital, “una firma boutique de capital riesgo enfocada en la economía azul”, en palabras del primero de los cofundadores.
“Tras más de 18 años juntos y diez de casados, queríamos que nuestro próximo capítulo fuera uno que pudiéramos construir juntos y en beneficio del planeta. Fundar Seven Seas Capital es una oportunidad para combinar nuestra trayectoria personal con una misión compartida: apoyar a empresas que tienen un impacto positivo y duradero en el océano y el mundo”, explica Michael Albin.

Michi Albin, cofundador de Seven Seas Capital
El matrimonio vivía en Suiza y mientras Michi cuenta con experiencia en emprendimiento, deportes y creación de empresas, Nathalie es experta en estrategia, finanzas y gestión internacional. Fundaron Seven Seas Capital en el 2024 y desde entonces “han invertido sumas de seis cifras en empresas en fase inicial, que normalmente oscilan entre 100.000 y 500.000 euros por inversión, y en algunos casos llegan hasta los 2 millones de euros”, indica Michael Albin.
En junio, Seven Seas Capital fue noticia por haber liderado una ronda de inversión de 3 millones de euros en Ocean Ecostructures, una startup barcelonesa que transforma todo tipo de infraestructuras marinas en espacios de recuperación de la vida marina. La de Ocean Ecostructures fue la primera inversión en España de la firma.
Además de brindar financiación, los cofundadores también ofrecen apoyo personalizado a las startups. “Operamos como un ángel inversor, con rapidez, cercanía y proactividad, pero con el alcance y la disciplina de un fondo de capital riesgo”, afirma el empresario. Su foco son empresas emergentes europeas con tecnologías y soluciones que protegen, restauran y regeneran la salud de los océanos.
A diferencia de los fondos tradicionales, Seven Seas Capital se caracteriza por operar con capital propio, lo que aseguran les permite acompañar de muy cerca a los emprendedores. “Para nosotros, no se trata solo de rentabilidad financiera, sino de responsabilidad, gestión y ayuda para restaurar el sistema que nos sustenta a todos”, indica Michael Albin.
A largo plazo, los emprendedores quieren “demostrar que la inversión positiva en el océano puede generar rentabilidades significativas y un cambio sistémico”, en palabras del cofundador. “Si lo logramos –continúa– Seven Seas Capital será más que una simple empresa de capital riesgo; servirá como catalizador, demostrando que invertir en la salud de los océanos no solo es viable, sino también una de las oportunidades de mayor impacto de nuestra era”.