“Todo el mundo en la comunidad está sufriendo”, ha señalado Larry Leitha, el sheriff del condado de Kerr, estado de Texas, epicentro de las inundaciones que se han cobrado la vida de 80 personas, incluyendo 28 niños. El desbordamiento del río Guadalupe pilló desprevenida a la población y a las autoridades por la falta de avisos y el agravante de que el fenómeno se produjo en la madrugada del viernes, día nacional de Estados Unidos y primero de un puente vacacional.
Uno de los focos de la tragedia fue el campamento de colonias cristiano Mystic, con más de cien años de actividad, en el que participaban 750 niñas, entre las que figura un número indeterminado de las víctimas mortales. Asimismo, los equipos de rescate y decenas de voluntarios trataban ayer de localizar a las once niñas que siguen desaparecidas y con decrecientes esperanzas de hallarlas con vida, dada la devastación causada por el río Guadalupe, que llegó a registrar una subida de ocho metros en 45 minutos la madrugada del viernes.
Polémica sobre si los recortes en agencias meteorológicas hechos por Trump agravaron la tragedia
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias fue activada el domingo y está ofreciendo recursos para los socorristas en Texas después de que el presidente Trump emitiese una declaración de desastre mayor, dijo el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en un comunicado.
Helicópteros y aviones de la Guardia Costera están ayudando en los esfuerzos de búsqueda y rescate, según el DHS.
Los medios disponibles y el tardío aviso a la población –una vez había pasado lo peor– han provocado controversias. El presidente Trump había esbozado planes para reducir el papel del gobierno federal en la respuesta a los desastres naturales, dejando que los estados asuman más de la carga.

Algunos expertos también cuestionaron si los recortes impuestos en las plantillas, incluida la agencia que supervisa el Servicio Meteorológico Nacional, hicieron que los funcionarios no pudieran predecir con precisión la gravedad de las inundaciones y emitir advertencias adecuadas.
La Administración Trump ha suprimido miles de empleos de la agencia matriz del Servicio Meteorológico Nacional, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), dejando a muchas oficinas sin personal suficiente, según el exdirector Rick Spinrad. Si bien dijo no saber si esos recortes de personal influyeron en la falta de aviso previo, Spinrad afirmó que inevitablemente reducirán la capacidad de la agencia para ofrecer previsiones precisas y oportunas. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que supervisa la NOAA, dijo que una alerta de inundación “moderada” emitida el jueves por el Servicio Meteorológico Nacional no había pronosticado con precisión las lluvias extremas, y agregó que el Gobierno está trabajando para actualizar el sistema.

Una vecina sin saber el paradero de amigos desparecidos tras la crecida del río Guadalupe
Joaquín Castro, congresista demócrata por Texas, indicó a la CNN que podría ser peligroso tener menos personal en el servicio meteorológico. “Cuando hay inundaciones repentinas, existe el riesgo de que si no se tiene el personal (…) para hacer ese análisis y las predicciones de la mejor manera haya una tragedia”, comentó.