
Los microestados que tachonan el mapa de Europa saben que la soberanía también se juega en las telecos . O al menos empiezan a tomar conciencia de ello. De todos los existentes –Andorra, Mónaco, Ciudad del Vaticano, Liechtenstein, Malta y San Marino–, solo los dos primeros cuentan con un operador de telecomunicaciones de propiedad pública y dueño de las infraestructuras del país. Fuera de la geografía europea, pero vinculada a Dinamarca, Groenlandia se encuentra en la misma situación. Es un modelo que garantiza el control de los activos y evita abusos de terceros en el manejo de antenas, redes y centros de datos, en un mercado muy reducido sin espacio físico para una gran competencia. Sea o no la solución ideal, gana interés como parte del debate sobre la soberanía de estos microestados, cuyos operadores de telecomunicaciones se reúnen una vez al año para tratar cuestiones como esta.
Dirigida por Jordi Nadal, Andorra Telecom provee de todos los servicios de telecomunicaciones en el principado. Desde telefonía fija y móvil hasta internet, televisión y fibra óptica en todos los hogares. Es capaz de hacerlo en una superficie de 467 kilómetros cuadrados, sin renunciar a ofrecer servicios a otros operadores. Cuenta con un acuerdo con Telefónica para distribuir Movistar+ y convive con operadores virtuales como Lycamobile o Youfone, que ofrecen planes para residentes, aunque con servicios reducidos. Orange o Vodafone no operan en el principado, pero los usuarios pueden recurrir a ellos contratando el servicio de roaming .
El modelo andorrano, lejos de cuestionarse, se asienta cada vez más. Con ingresos de 83 millones de euros y beneficios de 27 millones, Andorra Telecom responde en primera línea a los grandes retos del momento, como la ciberdelincuencia, y se encarga de seguir desplegando redes y sistemas para que los andorranos cuenten con las mejores conexiones. Tiene el monopolio de las infraestructuras y, sobre esa base, atiende todos los frentes, incluido el desarrollo de una estrategia de inteligencia artificial.
La ciberdelincuencia o el desarrollo de la inteligencia artificial también son retos para estos países
Para los microestados, la forma de organizar las telecomunicaciones es asunto de primer orden. Por eso se reúnen año a año, para compartir experiencias y testear qué es lo que funciona en este tipo de territorios. El último encuentro de este foro, conocido como Teleforum, se ha celebrado precisamente este año en Andorra, entre el 11 y el 13 de junio.
Creado en el 2000, este Teleforum tiene ahora como presidente al propio Nadal. En un mensaje a los participantes, el primer ejecutivo de Andorra Telecom describe muy bien la idiosincrasia de los operadores de microestados. “Las telecomunicaciones necesitan por naturaleza una masa crítica de clientes, y ese es nuestro talón de Aquiles”, dice. También alude a la exigencia de redoblar todos los esfuerzos relacionados con la privacidad en unos territorios donde “todo el mundo conoce a todos”.
Hay una reflexión, como indica en su propio mensaje, acerca de hacia dónde quieren ir estas telecos . Algunas han encontrado la oportunidad de funcionar como prueba de ensayo para modelos a escala y ofrecerse a los grandes países a modo de laboratorio tecnológico. Otras en cambio han decidido ir más allá de sus fronteras y ofrecer servicios en el exterior, donde pueden poner en práctica una experiencia sui géneris.
Andorra es, con Mónaco, el único microestado europeo con un operador estatal de referencia
En el Teleforum no solo se reúnen los responsables de telecomunicaciones de microestados europeos. También están los de Cabo Verde, Islas Feroe, Surinam o las Seychelles. Hay además países que, sin entrar en la categoría de microestados, sí se caracterizan por su pequeño tamaño, como Luxemburgo o Chipre. Gibraltar también acude al encuentro. Detrás de todos ellos figuran empresas como Faroese Telecom, Monaco Telecom, Telecom Liechtenstein, Jersey Telecom, la gibraltareña gibtele.com, la groenlandesa Tusass o Manx Telecom, de la Isla de Man.
Sus debates van más allá del modelo ideal y están siempre muy centrados en la idea de la colaboración. Este año han girado en torno al despliegue del 5G, las aplicaciones de inteligencia artificial y las grandes tendencias del futuro. Vienen de territorios de reducido tamaño, pero uno detrás de otro suman 50 delegados.
Las telecos de los microestados, gracias en parte a su colaboración, se precian de su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos. Sus reuniones anuales también sirven para poner en común los detalles más complejos de la regulación e incluso desarrollar estrategias conjuntas. Hay un sentimiento de hacerse fuertes con la unión. “El secreto de Teleforum es la confianza. Hablamos abierta y francamente. Compartimos lo que nos ha funcionado y lo que no”, afirma Nadal en su mensaje como presidente.
Teleforum reúne a ‘telecos’ de San Marino, Gibraltar, Isla de Man, Surinam o Liechtenstein
Los microestados europeos tienen una doble vía de conexión con el exterior. No solo cimentan las relaciones con otros países de reducido tamaño, sino que avanzan en sus acuerdos específicos con la UE. Es la fórmula para no quedar aislados. Gracias a ellos, pueden participar en el mercado único digital, armonizar regulaciones y evitar interferencias en los espacios radioeléctricos. Con otros territorios similares o con países del entorno, los microestados quieren hablar el mismo lenguaje en las telecos.