Starmer afronta un nuevo escándalo dentro de su Gobierno

El Gobierno de Keir Starmer ha sido salpicado por un nuevo caso de corrupción luego de que su ministra de Finanzas, Rachel Reeves, haya infringido la ley al alquilar una propiedad en Londres sin tener la licencia para hacerlo. Starmer, quien ya ha perdido a varios miembros de su gobierno por escándalos, anunció que no tomará ninguna medida al respecto, ya que la ministra calificó lo ocurrido como un “error involuntario”. 

Después de que el actual Gobierno ganase las elecciones en 2024, Reeves y su familia se mudaron de su vivienda en el sur de Londres a un apartamento propiedad del gobierno, situado junto a la residencia del primer ministro en Downing Street. Esta misma semana, el periódico Daily Mail ha dado a conocer que Reeves no contaba con la licencia de alquiler exigida por las autoridades locales de la zona, y que, por tanto, podría ser multada o incluso enfrentarse a un juicio. 

A raíz del escándalo de la publicación, la oficina del primer ministro emitió una carta de la ministra dirigida a Starmer, justificando los hechos como un error. “En cuanto se me informó, actuamos de inmediato y solicitamos la licencia”, expresó Reeves. Starmer respondió que había consultado al asesor de ética del gobierno, quien concluyó que “no es necesaria una investigación adicional”.

Starmer descarta abrir una investigación ante el tercer escándalo en apenas dos meses

Hace menos de dos meses, Keir Starmer atravesó una dura crisis política luego de que su número dos, Angela Rayner, se viese envuelta en un escándalo de corrupción por no haber pagado los impuestos que le correspondían por la compra de un apartamento. La entonces ministra de Vivienda y vice primera ministra tuvo que dimitir a raíz del caso, en el que se estima que dejó de pagar 46.000 euros menos de lo que debía a Hacienda, al considerar como primera residencia un apartamento que en realidad funcionaba como segunda.

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En menos de una semana, el primer ministro tuvo que cesar al embajador británico en Washington por su estrecha relación con Epstein. Peter Mandelson, quien ya tuvo que dimitir dos veces como ministro de Tony Blair por conflictos de interés, fue expulsado de su cargo en el Gobierno después de que salieran a la luz una serie de correos electrónicos en los que defendía al empresario —a quien se refirió anteriormente como su “mejor amigo”— tras su primera condena por abuso sexual de menores y prostitución infantil.

Este nuevo escándalo —que el sector conservador ha aprovechado para exigir dimisiones en el gobierno— llega en un momento de horas bajas para los laboristas, en el que la popularidad de la figura de Starmer continua cayendo entre los votantes. 

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