El plan de reactivar el servicio militar en Alemania con reclutas voluntarios, acordado en verano por el Gobierno de coalición de conservadores y socialdemócratas del canciller Friedrich Merz y pendiente de ratificación parlamentaria, peligra por la pretensión conservadora de incluir un mecanismo de obligatoriedad parcial al que se opone el ministro de Defensa, el socialdemócrata Boris Pistorius.
La tensión en el Ejecutivo impregnará el debate previsto este jueves en el Bundestag (cámara baja del Parlamento) sobre este plan para incrementar el número de soldados, en pleno esfuerzo de rearme y modernización del ejército ante la amenaza rusa.
Alemania suspendió en el 2011 el servicio militar obligatorio de los varones; es decir, lo suspendió, no lo abolió, por lo que jurídicamente puede restablecerse. El borrador aprobado por el Gobierno el pasado agosto prevé una mili voluntaria, susceptible de convertirse parcialmente en obligatoria para hombres “si la situación de la política de defensa hace imperativa una rápida expansión [de la cantidad de tropa]”. El bloque conservador CDU/CSU siempre consideró que ese lenguaje era demasiado vago.
Urge reclutar
El rearme de Alemania auspiciado por la amenaza rusa choca con la escasez de tropa: se necesitan 80.000 soldados más
Ahora, para concretar, los conservadores proponen que, si no se logra reclutar suficiente tropa voluntaria, se recurra a un sorteo para completar las filas de modo obligatorio, un mecanismo que la mayoría del Partido Socialdemócrata (SPD), incluido el ministro Pistorius, rechaza de plano.
“Si se consigue obtener suficientes soldados con la voluntariedad y con un mayor atractivo [del servicio militar], estará bien; pero si no se consigue, necesitamos elementos obligatorios y entonces es una cuestión de justicia –proclamó el martes Jens Spahn, jefe del grupo parlamentario conservador–. Creo que el procedimiento propuesto es el más justo; al menos no he oído otra propuesta más justa”.

El ministro de Defensa, Boris Pistorius, hablando con soldados a bordo de una fragata en la base navel de Eckernförde, en el norte de Alemania
Las fuerzas armadas (Bundeswehr) cuentan ahora con 182.000 uniformados, y el objetivo es llegar a al menos 260.000, entre profesionales y voluntarios, a más tardar en el año 2035. Redondeando cifras en virtud del plan, se necesitan 80.000 nuevos soldados.
Según el texto acordado por la coalición en agosto, pendiente de aprobación en el Bundestag, a partir del 1 de enero del 2026 los jóvenes alemanes recibirán al cumplir 18 años un cuestionario en línea para evaluar sus aptitudes, habilidades e interés en el servicio militar. Los hombres deberán responderlo obligatoriamente so pena de multa; las mujeres, de modo opcional, pues para que estuvieran obligadas se necesitaría una reforma constitucional.

Quienes apunten maneras y decidan presentarse voluntarios, ellos y ellas, serán convocados a un examen médico, y podrán hacer un servicio de seis meses de instrucción, con opción a ampliarla y a reengancharse como tropa profesional. En principio, la primera quinta que debería recibir este cuestionario será la de los nacidos en el año 2008.
Los conservadores quieren además añadir el sorteo. La democristiana CDU de Merz y la socialcristiana CSU de Baviera se inspiran en el modelo danés de reclutamiento, que prevé que, si no se alcanza el cupo de voluntarios, un sorteo decida qué chicos y chicas de 18 años pueden ser reclutados de forma obligatoria para una mili de once meses. Sin embargo, según asegura el Süddeutsche Zeitung, hasta ahora nadie en Dinamarca ha sido llamado a filas obligatoriamente, pues cada año se presentan suficientes voluntarios.