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Muchos cometieron errores al invertir en NFT y metaverso, así como vender BTC pronto o no comprar.
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Compartir estas historias crea una comunidad más crítica, consciente y humana.
El ecosistema de las criptomonedas es un universo en el que confluyen la innovación tecnológica, la ambición financiera, los debates éticos y filosóficos, y, por supuesto, en ocasiones una buena dosis de ingenuidad que termina en anécdotas inolvidables.
En este entorno es fácil dejarse deslumbrar por promesas de riqueza instantánea, y en medio de tanto entusiasmo cometer errores no solo es común: a veces es un paso tan inevitable como necesario en el camino del aprendizaje.
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Con el tiempo, muchos usuarios desarrollan no solo una mayor capacidad crítica, sino también algo igual de valioso: la habilidad de reírse de sí mismos. Y es que en un mercado tan cargado de aristas, cada «mala decisión» puede terminar convirtiéndose, con el paso de los años, en una anécdota muy valiosa.
Eso es justamente lo que puede leerse con regularidad en redes sociales, pues varios usuarios suelen compartir públicamente sus peores decisiones dentro del espacio. Sus historias reflejan las etapas por las que suele pasar cualquiera que se inicia en este mundo.
Muestra de ello es una publicación en X del analista conocido como «Haskell_Gz», quien confesó haber comprado una parcela digital en pleno furor del metaverso en 2021, «convencido de que Coca-Cola se la alquilaría a precio de oro».
Su anécdota dio pie a una divertida cadena de respuestas en la que muchos, incitados por el analista, compartieron las peores tonterías que cometieron dentro del ecosistema.
Un usuario contó que cambió 75 BNB —cuando cada uno valía apenas 30 dólares— por un proyecto llamado HELMET, guiado únicamente por la recomendación de un youtuber.
Lo cierto es que no es raro encontrar personas que se dejan llevar por influencers que prometen haber descubierto «la próxima joya del sector», antes de que esta dispare su valor. Con el tiempo, muchos aprenden que la investigación propia y la educación son consejeras mucho más confiables que un video editado con entusiasmo.

También hay quienes no compraron bitcoin en 2017 porque «a 2 mil dólares les parecía demasiado caro». Años después, no solo lamentan no haber invertido, sino que por otra parte algunos que sí atesoran la moneda hace mucho recuerdan con humor propuestas como ofrecer BTC a cambio de un iPhone.
Por suerte para el bitcoiner que reveló haber hecho tal propuesta, el propietario del teléfono inteligente rechazó la oferta.

Las memecoins, por supuesto, no podían faltar en este desfile de errores. El caso de «yeissflo» lo ilustra perfectamente: vendió 2,6 millones de dogecoin (DOGE) por 5 mil dólares justo antes de que su precio se disparara.
Basándonos en el precio actual de dogecoin, que según CoinMarketCap es de 0,2310 dólares, podemos evaluar esta decisión. Al vender 2,6 millones de DOGE por 5.000 dólares, lo que se obtuvo fue un monto mucho menor al valor que esos activos tendrían hoy.
Con el precio actual, 2,6 millones de DOGE equivaldrían a USD 600.600.
Por otro lado, en el mundo de los NFT (tokens no fungibles), una persona relató cómo gastó 2 mil dólares en un token que supuestamente le daría acceso VIP a eventos exclusivos.
El problema es que, lamentablemente, esos eventos nunca se realizaron. Según el usuario, ese día aprendió qué significa el «verdadero acceso exclusivo»: ser parte del club de los estafados.
Si bien a nadie le gusta perder dinero, compartir estas historias —sin vergüenza y con un toque de ironía— contribuye a construir una comunidad más consciente, más crítica y, por qué no, más humana.